La Iglesia de Dios Todopoderoso y sus miembros soportan habitualmente la persecución más cruel llevada a cabo por parte del gobierno chino.
La Iglesia de Dios Todopoderoso, o IDT, es una de las instituciones religiosas más perseguidas en la cruzada que está llevando a cabo China tendiente a eliminar las creencias religiosas. Debido a ello, no hace falta decir que sus miembros también son sumamente perseguidos. Tal y como le sucedió a Wang Lingjie, de 31 años, procedente de la ciudad de Fuzhou, en la provincia suroriental de Fujian. En el año 2017, fue arrestada ilegalmente y sentenciada a nueve años de prisión bajo la acusación de «utilizar una organización xie jiao para socavar la aplicación de la ley».
Alrededor de las 9 de la noche del 23 de marzo de 2017, más de 20 oficiales, dirigidos por Wang Feng —el capitán de la Brigada de Seguridad Nacional del distrito de Jizhou, ciudad de Ji’an, en la provincia suroriental de Jiangxi— irrumpieron en la habitación alquilada por Wang Lingjie y la detuvieron junto a otros tres miembros de la IDT. Como si la invasión no fuera suficiente, los oficiales pasaron más de una hora allanando la habitación, incautando varios libros que contenían la palabra de Dios Todopoderoso, dos computadoras portátiles, dos discos duros externos, un pasaporte y otros artículos. Alrededor de las 11 de la noche, la policía llevó a Wang Lingjie y a los otros tres cristianos a la Brigada de Seguridad Nacional del Buró de Seguridad Pública de la ciudad de Ji’an para someterlos a un nuevo interrogatorio.
Al día siguiente, Wang Lingjie fue puesta bajo detención criminal bajo la sospecha de «organizar y utilizar una organización xie jiao para socavar la aplicación de la ley». El 8 de abril, fue puesta bajo vigilancia residencial en Qingyuan Villa, en Ji’an. Es una práctica común que las autoridades policiales chinas utilicen hoteles, villas y hospitales como bases secretas de interrogación y adoctrinamiento para creyentes religiosos y disidentes políticos. Algunas de estas instalaciones son utilizadas de manera temporal, mientras que otras son sitios utilizados a largo plazo, los cuales a veces son transformados en los llamados «centros de educación legal».
Las autoridades enviaron personal de seguridad especializado a Qingyuan Villa para intentar que Wang Lingjie renunciara a su fe mediante la utilización de sus típicos métodos de adoctrinamiento. El gobierno también deseaba contar con su ayuda para arrestar a otros miembros de la IDT e incautar los bienes de la Iglesia.
Pero ella se negó a hacerlo y el 9 de mayo, Wang Lingjie fue trasladada al centro de detención de la ciudad de Ji’an y detenida allí.
El 4 de enero de 2018, el caso de Wang Lingjie fue escuchado en el Tribunal Popular del distrito de Jizhou, en Ji’an. En lugar de asignarle un abogado defensor, tal y como lo exige la ley, el tribunal convocó a tres de sus familiares para confirmar que la misma era miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Wang Lingjie no se acobardó, se puso de pie ante el tribunal y admitió que ella creía en Dios Todopoderoso y estaba involucrada en prácticas religiosas legítimas, argumentando que sus creencias no constituían un delito.
No obstante, fue declarada culpable y recibió una fuerte sentencia de conformidad con el párrafo 1 del artículo 300 del Código Penal de la República Popular China, el cual estipula que toda persona activa en una organización xie jiao será sentenciada a una pena de prisión de tres a siete años, pero las autoridades son más estrictas con los miembros de la IDT y Wang Lingjie fue sentenciada a nueve años elegible para ser liberada en el año 2026. También fue multada con 20 000 yuanes, aproximadamente 3000 dólares.
En cuanto a los tres cristianos arrestados junto a ella, también recibieron sentencias de prisión: Zhou Hualan y Cai Ruhua fueron sentenciadas a ocho años de prisión y multadas con 15 000 yuanes, o 2200 dólares. Li Xiaoling fue condenado a tres años de prisión, cuatro años de libertad condicional y una multa de 5000 yuanes, o 730 dólares.
A fines de enero de 2018, Wang Lingjie, Zhou Hualan y Cai Ruhua fueron trasladados a la prisión de mujeres de la ciudad de Nanchang, en la provincia de Jiangxi, donde aún siguen cumpliendo sus condenas.
Informado por Lin Yijiang