El Partido Comunista Chino continúa aniquilando las tradiciones musulmanas en las zonas habitadas por personas de etnia hui mediante la demolición de la arquitectura y los símbolos islámicos; los carteles escritos en árabe están estrictamente prohibidos.
por Gu Qi
El Gobierno chino planea “sinizar” completamente a los musulmanes chinos que se encuentran fuera de Sinkiang en un plazo de cinco años. Como parte de esta iniciativa, la campaña tendiente a eliminar todos los símbolos islámicos y los carteles escritos en árabe ya se ha extendido a las provincias de Henán y Shaanxi, así como también a otras áreas de China. La Región Autónoma de Mongolia Interior no es una excepción.
Una demolición forzosa provoca un incendio
Los símbolos arquitectónicos de estilo árabe –cúpulas, arcos y azulejos de vidrio de colores– eran las características exclusivas de la Calle Cultural Islámica de la ciudad de Hohhot, capital de Mongolia Interior, habitada principalmente por personas de etnia hui. En la actualidad, estos símbolos han desaparecido, y la otrora exquisita calle ha perdido su elegancia para siempre.
En el mes de abril, la Agencia de Asuntos Religiosos y el Gobierno del distrito de Huimin de Hohhot ordenaron la remoción de todas las cúpulas y símbolos de luna creciente y estrella situados en la parte superior de los edificios de la calle. Poco después, un estallido de demoliciones forzadas azotó toda la calle de 1150 metros de largo.
En la mañana del 27 de abril, trabajadores contratados por el Gobierno desmantelaron la cúpula situada en la parte superior del edificio Plaza de Jiupeng emplazado en la Calle Cultural Islámica, provocando un cortocircuito que dio lugar a un incendio. Según un testigo presencial, el incendio fue masivo, y el hotel situado en el primer piso tuvo que cerrar durante unos días para poder limpiar todas las ventanas que se habían ennegrecido por el humo.
Residentes del área le dijeron a Bitter Winter que una persona murió aplastada durante la demolición. Hasta el día de la publicación de este artículo, no pudimos comunicarnos con la familia de la víctima para poder confirmar el asunto.
Actualmente, todas las cúpulas y otros símbolos con características islámicas han sido eliminados de los edificios emplazados en la Calle Cultural Islámica. La razón citada por el Gobierno fue que los edificios con símbolos islámicos no están permitidos; todas las estructuras deben ser construidas de acuerdo a las características culturales chinas.
“Las cúpulas y las lunas crecientes situadas en los techos de los edificios muestran la unidad de nuestro grupo étnico. Son símbolos de nuestra fe”, le dijo un residente de etnia hui a Bitter Winter. «¡La arquitectura islámica no se rebelará! Habíamos gastado enormes sumas de dinero para construir estos edificios, y ahora deben ser demolidos. ¡Esto es un desperdicio de mano de obra y dinero!”.
Otro musulmán llamó al Partido Comunista «una dictadura de partido único». «Afirman que en China hay libertad de creencia, pero en realidad están reprimiendo la religión», afirmó el hombre. «El Gobierno trata a los musulmanes de la misma manera que durante la Revolución Cultural».
Tal y como Bitter Winter había informado, en el mes de enero, toda la arquitectura de estilo islámico de la Calle Beiji de Comida Halal de la ciudad de Jilin, creada a un costo de más de 100 millones de yuanes (14,5 millones de dólares) fue demolida. Según un funcionario del Gobierno local, China está llevando a cabo la «sinización» de la religión, y todos los símbolos islámicos deben ser eliminados.
Texto en árabe reemplazado por caracteres chinos y caligrafía mongol
La Calle Cultural Islámica de Hohhot también alberga un próspero distrito de negocios pertenecientes a la etnia hui. Pero bajo la política de demoler todos los símbolos islámicos, estos negocios pertenecientes a personas de etnia hui se han visto gravemente afectados; todos los símbolos de los letreros de las tiendas escritos en árabe han sido desmantelados por la fuerza o cubiertos con pintura.
«En la actualidad, ni siquiera las bolsas de plástico utilizadas para los comestibles pueden tener frases en árabe. Cada vez que los funcionarios vean bolsas de supermercado con símbolos halal, las confiscarán de inmediato», afirmó el propietario de una tienda cuyo letrero había sido removido.
Durante una visita a la zona, Bitter Winter descubrió que todos los productos no cárnicos, tales como los fideos celofán, las verduras y los bollos al vapor, no poseían símbolos halal en sus envases, se había recibido la orden de retirarlos como parte de la campaña contra la llamada «generalización de lo halal».
El dueño de una tienda local afirmó que los oficiales de gestión urbana inspeccionan los negocios de la calle más de diez veces al día. «Tan pronto como descubren productos con símbolos en idioma árabe, los confiscan de inmediato», afirmó el hombre.
Personal de la Agencia de Asuntos Religiosos del Distrito de Huimin, de la Agencia de Alimentos y Medicamentos, de la Agencia de Salud y de otros departamentos han sido enviados a la calle para realizar inspecciones y asegurarse de que todos los símbolos árabes hayan sido eliminados.
«Durante el invierno pasado, funcionarios pertenecientes a la Agencia de Asuntos Religiosos local nos prohibieron colocar símbolos en idioma árabe en los productos vegetarianos», le dijo a Bitter Winter el dueño de otro negocio. «No les hice caso y los seguí colocando, pero cuando los funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos lo descubrieron, los destrozaron».
«El Gobierno no permite que nuestros letreros contengan caligrafía árabe. La misma debe ser reemplazada por caligrafía mongol o caracteres chinos”, afirmó un residente local de etnia hui. «Esta solía ser una calle para el pueblo hui, con la palabra árabe utilizada para escribir ‘halal’ y símbolos árabes en los letreros de las tiendas. Ahora, todos tienen caligrafía mongol en la parte superior y caracteres chinos en la parte inferior. Ya ni siquiera se puede decir que esta sea una calle perteneciente a la etnia hui».
Ante las estrictas inspecciones y prohibiciones impuestas por el Gobierno, cada vez son más los musulmanes que deciden guardar silencio. Cuando Bitter Winter le preguntó a una propietaria del distrito de Huimin sobre la represión gubernamental llevada a cabo contra la cultura y las tradiciones musulmanas, la misma solo dijo: «Este es un año delicado. Tenemos que hablar menos…”.