En China, el clero perteneciente a la Iglesia protestante estatal es obligado a predicar sobre el patriotismo, los valores socialistas y los reglamentos gubernamentales, según lo prescrito por el Partido Comunista.
por Wang Yong
El 6 de octubre, la congregación de una iglesia de las Tres Autonomías aprobada por el Estado emplazada en Shangrao, una ciudad de la provincia suroriental de Jiangxi, acudió a su reunión de oración dominical y se encontró con un invitado inesperado: el secretario general del Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD, por sus siglas en inglés) del condado. Mientras los creyentes celebraban la reunión, el funcionario permaneció sentado en la parte trasera de la iglesia, jugando con su teléfono móvil.
“Amar al país significa orar regularmente para obtener bendiciones para él. Los cristianos deben obedecer las leyes y reglamentos del país”, le decía el predicador de la iglesia a la congregación desde el púlpito ese día. Bajo la atenta mirada del secretario general del UFWD, posteriormente procedió a enseñarles a los creyentes cómo amar a su país utilizando ejemplos de la Biblia.
«Desde que los funcionarios gubernamentales comenzaron a vigilar nuestra iglesia, y para hacer frente a sus demandas, el predicador no tiene más remedio que impartir sermones sobre patriotismo», le dijo a Bitter Winter un miembro de la iglesia. “En realidad odiamos escuchar sermones basados en los valores socialistas centrales. No obstante, mientras esperamos la oportunidad de reunirnos sin la presencia de funcionarios, tenemos que hacerlo para poder salvar la iglesia”.
La reunión finalizó con la congregación cantando una canción patriótica titulada «Bendice a China, oh Señor», la cual se encuentra incluida en los «Himnos recientemente compilados«, siendo los mismos una colección de canciones patrióticas e himnos cristianos politizados y «sinizados» publicados por los Dos Consejos Cristianos Chinos. Los «Himnos de Canaán», una popular colección de himnos cristianos chinos, han sido catalogados como «publicación ilegal» y, debido a ello, ya no pueden ser utilizados en las iglesias.
Para los miembros de la Iglesia de las Tres Autonomías dispersos a lo largo de China, estas visitas de funcionarios gubernamentales a los lugares de culto se han convertido en una desagradable realidad. Mientras que una gran cantidad de iglesias protestantes estatales están siendo clausuradas y demolidas, a las que se les permite seguir existiendo se las somete a las severas medidas de la política de «sinización» religiosa. Los miembros del clero se ven obligados a propagar la ideología del Partido Comunista durante los sermones, dejando de lado las cuestiones espirituales y haciendo hincapié en el patriotismo, las directrices del Partido y del Gobierno, los valores socialistas centrales y otros temas similares.
Wang Yang, presidente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC), reiteró durante un simposio sobre asuntos étnicos y religiosos celebrado el 26 de noviembre que todos los movimientos religiosos existentes en China deberían reinterpretar sus doctrinas y cánones basándose en los valores socialistas centrales, estudiar y comprender los importantes discursos del presidente Xi Jinping, y establecer un «sistema ideológico religioso» con características chinas, adaptado a la sociedad socialista.
Durante el simposio, sus 16 asistentes, entre los cuales había miembros de la CCPPC, expertos religiosos y académicos, acordaron que la reinterpretación de todas las doctrinas y cánones religiosos constituye una «elección histórica de ‘sinización’ y ‘epocación’ de las religiones de China».
Otra predicadora de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en Shangrao, quien también es una funcionaria de alto rango de los Dos Consejos Cristianos Chinos de la ciudad, abogó durante sus sermones por el llamamiento de Xi Jinping a los miembros del Partido Comunista Chino (PCCh) de «no olvidar la intención original y tener en mente la misión». La misma comparó las órdenes del jefe superior con versículos de la Biblia, tales como el de Hebreos 3:14,» Porque somos hechos partícipes de Cristo, si es que retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra seguridad».
Un predicador procedente de la zona este de China que no está dispuesto a aceptar la «predicación roja» del PCCh le comentó a Bitter Winter que propagar los valores socialistas centrales y principios ideológicos similares entre las personas de fe equivale a envenenar la doctrina cristiana y a alimentar a los creyentes con «leche en polvo tóxica».