A pesar de la condena internacional, la sustracción de órganos de prisioneros de conciencia en China jamás se ha detenido. Una persona puede conseguir un riñón de su elección en tan solo dos semanas.
por Li Mingxuan
En una entrevista con Bitter Winter, el Dr. Huige Li, experto en la epidemia de trasplantes forzados de órganos humanos en China, señaló que en Estados Unidos el tiempo de espera promedio para un trasplante de riñón era de 3.6 años en 2017. De acuerdo con la Información del Gobierno de los Estados Unidos sobre Donación y Trasplante de Órganos, en 2018 más de 145 millones de personas mayores de 18 años se registraron como donadores de órganos en dicho país. China, por su parte, sólo tiene 373 536 donadores registrados. A pesar de esta diferencia en el número de personas dispuestas a dar sus órganos, en China sólo se requieren una docena de días para encontrar un donador de órganos apropiado para un paciente. Esto es verdaderamente impactante.
“¿Quiere un riñón joven? No hay problema”
Bitter Winter entrevistó a un hombre del norte de China que relató su experiencia con los procedimientos de trasplante que recientemente descubrió en un hospital en Yantai, una ciudad en la provincia oriental de Shandong. Accedió a hablar sólo si no se revelaba su verdadero nombre. Lo llamaremos Sr. Chen.
Uno de los familiares del Sr. Chen necesitaba un trasplante de riñón, así que lo llevó al Hospital de Yuhuangding, un hospital grande, de alto nivel, de grado 3A en Yantai. Eligieron el hospital porque alguien lo recomendó como un lugar en el cual se podían obtener órganos rápidamente, según los deseos de la persona.
“No pensé que pudiera conseguir un riñón tan rápidamente. Simplemente quería echar un vistazo. Para mi sorpresa, se pusieron en contacto con nosotros poco después de llegar al hospital. Sólo nos tomó aproximadamente doce días conseguir el riñón necesario, desde los exámenes de sangre y los exámenes físicos hasta la cirugía”, recordó el hombre.
El hospital ofreció un riñón listo para ser trasplantado que había sido donado por la familia de una persona fallecida. Sin embargo, al Sr. Chen y a su pariente no se les permitió conocer a la familia.
“El doctor nos dijo que si estábamos dispuestos a gastar un poco más de dinero podíamos recibir un riñón ligeramente más joven. Nos aseguró que el donador estaría sano y libre de enfermedades y nos dijo que no nos preocupáramos”, dijo el Sr. Chen. “Por supuesto que queríamos obtener un riñón más joven”.
Casi de inmediato, el doctor notificó al Sr. Chen y a su familiar que un hombre joven de veintitantos años acababa de fallecer en un accidente automovilístico y que su familia estaba dispuesta a donar sus dos riñones. “No pensamos que pudiéramos obtener un riñón joven tan pronto. Pensamos que era una coincidencia”, recordó el Sr. Chen su sorpresa cuando se enteró de la noticia.
¿Es una coincidencia?
El PCCh (Partido Comunista Chino) ha repetido continuamente que desde el 1 de enero de 2015 China había dejado de utilizar por completo los órganos de prisioneros sentenciados a muerte como la fuente del trasplante de órganos, afirmando que la donación voluntaria de órganos se convertirá en el único canal para el trasplante de los mismos. Y, sin embargo, el Hospital de Yuhuangding pudo proporcionar un riñón en muy poco tiempo y con confianza aseguró a la familia del paciente que el donador estaba sano. Esta y muchas otras incidencias reportadas de órganos proporcionados por pacientes sobre pedido hace que surjan preguntas acerca de la fuente de los órganos trasplantados.
En 2017, la Organización Mundial para Investigar la Persecución de Falun Gong emitió un informe que probaba que el crimen de sustracción de órganos contra los miembros de este grupo continuaba en China. El informe proporciona grabaciones de 104 conversaciones telefónicas con cirujanos, enfermeras, jefes de departamento de trasplante de órganos y presidentes de hospitales de casi 100 nosocomios de la mayoría de las provincias de China. El Hospital de Yantai Yuhuangding está entre ellos y el volumen de trasplante de riñones es de unos 300 casos por año.
En una conversación grabada, el Sr. Wang, coordinador para las operaciones de trasplante de riñón en el hospital, afirmó claramente que la fuente de los órganos no es la Cruz Roja. “Tenemos formas y canales”, dijo. El doctor especialista en trasplante de riñón del hospital, Shan Zhenfei, alardeó: “En general, el tiempo de espera aquí es muy corto. Tenemos muchos [pacientes] aquí. Algunos pacientes de otras provincias están viviendo en nuestro hospital. Sólo puedo decirles que este año es mejor que el año pasado [en términos del volumen de trasplantes]”.
Estos resultados de investigación son muy similares a la situación que reveló el Sr. Chen, quien dijo que había muchísimas personas que estaban teniendo un trasplante de riñón en el momento en el que él estaba ahí. “Si vas ahí, recibirás un riñón después de una breve espera”, dijo. Sin embargo, el hombre no sabe de dónde vienen esos riñones.
El Tribunal Independiente sobre Sustracción Forzada de Órganos de Presos de Conciencia en China dio su veredicto en Londres en el mes de junio y encontró que las autoridades chinas fueron cómplices en la mutilación de seres humanos inocentes para obtener sus órganos. El Tribunal ha recolectado evidencia creíble para sacar la conclusión de que la sustracción forzada de órganos se ha estado llevando a cabo por años en toda China en una escala considerable. Los descubrimientos más importantes del Tribunal se indicaron como: tiempos de espera extraordinariamente cortos para los órganos, la cantidad de operaciones de trasplante realizadas que superaron con creces las estadísticas gubernamentales y hospitalarias sobre donaciones voluntarias y un «desarrollo masivo de infraestructura de instalaciones y personal médico para operaciones de trasplante de órganos», incluso antes de que se lanzara el esquema de donadores voluntarios en China en 2015.
Otros grupos étnicos y religiosos se convierten en una fuente de órganos
El Tribunal de Londres también ha concluido que la extensa recopilación de ADN desde 2017 de uigures en Sinkiang ha creado un grupo inquietante de donadores potenciales en el futuro.
Los miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) –el grupo religioso más perseguido en China– también son víctimas de la práctica inhumana de sustracción forzada de órganos que lleva a cabo el PCCh. Torturados a muerte: la persecución de la Iglesia de Dios Todopoderoso en China, un libro publicado en 2018 por Human Rights Without Frontiers, una ONG con sede en Bruselas, Bélgica, presenta ejemplos de sustracción de órganos de miembros de la IDT.
Zhang Ruixia (1961-2014) fue torturada hasta la muerte en Linzhou, una ciudad en la provincia central de Henán. Los familiares que vieron su cuerpo antes de la cremación aseguran que “su abdomen estaba hundido y tenía una larga cicatriz con puntos”, normalmente, un signo revelador de que sus órganos internos habían sido removidos.
Li Suansuan (1966-2013, conocida con el nombre de Li Aiping) murió bajo custodia en la Estación de Policía de Shengli, en la ciudad de Turfán, Sinkiang, presuntamente de un “ataque al corazón”. Su hermano menor aseguró que su “cuerpo estaba cubierto de hematomas con un largo corte cocido desde el cuello hasta el estómago; el cerebro, el corazón, el hígado y los pulmones fueron removidos antes de que el corte fuera cerrado con puntos”.