Según informes, otras dos iglesias de las Tres Autonomías aprobadas por el Estado fueron demolidas, y sus activos y objetos de valor fueron saqueados durante la temporada navideña del año pasado.
Li Guang
La provincia china central de Henán posee la mayor población cristiana del país y, por lo tanto, se ha convertido en una de las regiones donde la persecución religiosa es más severa. Bitter Winter ha informado en varias ocasiones sobre creyentes brutalmente golpeados, cruces de iglesias quemadas y desmanteladas por la fuerza, y lugares de culto sellados, clausurados y reconvertidos.
La represión llevada a cabo el año pasado contra lugares de culto protestantes durante las festividades más importantes para los cristianos, fue una prueba más del cinismo y de la crueldad de la represión del Gobierno chino contra las creencias religiosas. Iglesias demolidas, propaganda del Partido Comunista en lugar de tradicionales dísticos de Navidad y sanciones por celebrar la Navidad, estos fueron los “regalos” navideños que el Gobierno les hizo a los miembros de la Iglesia de las Tres Autonomías aprobada por el Estado en Henán. Bitter Winter continúa recibiendo más relatos sobre tales incidencias.
El segundo día de la Navidad del 2018, el Gobierno local de la ciudad de Luoyang, en la provincia de Henán, demolió otra iglesia de las Tres Autonomías que se hallaba emplazada en la aldea de Miaonan del poblado de Mangshan, bajo la jurisdicción de la ciudad. Aproximadamente a las 10 de la noche del 26 de diciembre, alrededor de 200 miembros del personal, incluidos funcionarios del poblado y de la aldea, se presentaron en la iglesia y les ordenaron a los trabajadores de la demolición que arrasaran la iglesia que había sido construida hace casi 20 años y que poseía un permiso de lugar religioso emitido por el Gobierno.
La razón citada por el Gobierno fue que el sitio ocupado por la iglesia era necesario para construir una escuela.
Uno de los creyentes de la iglesia reveló que luego de que la iglesia fuera demolida, funcionarios del poblado exigieron que el director de la misma firmara un documento reconociendo que la demolición había sido efectuada por voluntad propia de los creyentes. Antes de la destrucción, el Gobierno prometió compensar a la iglesia y asignarles un terreno para que la misma fuera reconstruida. No obstante, hasta la fecha, ninguna de estas promesas ha sido cumplida.
Video: Iglesia que se hallaba emplazada en la aldea de Miaonan después de ser demolida.
El creyente le dijo a Bitter Winter que, en la mañana del 7 de septiembre del año pasado, la iglesia fue sellada por la fuerza por el Gobierno, cuando aproximadamente cien miembros del personal gubernamental se presentaron en la misma para sacar objetos que se hallaban en su interior. A fin de proteger los bienes de la iglesia, más de 20 miembros de la congregación intentaron impedir que los funcionarios ingresaran al lugar de culto, y cinco creyentes de edad avanzada incluso se tumbaron frente al mismo.
Un funcionario gubernamental amenazó con revocar las pensiones de los creyentes y arrestarlos si no abandonaban la iglesia y continuaban oponiéndose al Gobierno. Pero los creyentes se negaron a irse. Al ver que sus tácticas no habían funcionado, los funcionarios fueron a buscar a los hijos del director de la iglesia y a los creyentes que bloqueaban la entrada, y les ordenaron que se llevaran a sus padres a casa, de lo contrario serían despedidos de sus cargos públicos.
Intimidados por los funcionarios, los creyentes no tuvieron más remedio que abandonar la iglesia. Inmediatamente después, la iglesia fue vaciada y sellada. También se incautaron alrededor de 100 000 yuanes (aproximadamente 14 900 dólares)de dinero procedente de donaciones.
El 14 de diciembre, en la ciudad de Kaifeng de la provincia de Henán, justo cuando los miembros de la congregación de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la aldea de Yanwangmiao, en el poblado de Wulihe del condado de Qi, se preparaban para celebrar la Navidad, funcionarios del Departamento de las Fuerzas Armadas del poblado se presentaron en el lugar de culto para apropiarse del mismo. En las primeras horas de la mañana, aproximadamente a las siete, personal gubernamental comenzó a quitar todos los símbolos relacionados con la fe que se hallaban dentro de la iglesia para luego quemarlos y destruirlos, confiscando las Biblias y otros libros religiosos.
Un fiel de la iglesia reveló que la misma había recaudado 95 000 yuanes (aproximadamente 14 000 dólares) del dinero de las donaciones, que iban a ser utilizados para construir un nuevo lugar de reunión, y que dicho dinero fue incautado por la Agencia de Asuntos Religiosos local.
Dos días después, obedeciendo órdenes de las autoridades, los trabajadores usaron excavadoras para derribar la iglesia hasta convertirla en un montón de escombros.