Muchas personas en Jilin han quedado sin hogar después de que la policía tomó el control del edificio donde vivían.
por Piao Junying
El mes pasado, Bitter Winter reportó sobre la demolición de una iglesia doméstica en la ciudad de Jilin, Songyuan. Junto a ella se encontraba un edificio conocido como “Montaña de Oración”, que albergaba a 300 creyentes de la iglesia. La policía irrumpió en el edificio a las 7 a.m. y evacuó a todos sus residentes. Actualmente, está prohibida la entrada a este edificio y los policías lo resguardan las veinticuatro horas del día.
Nuestro reportero platicó con varios de estos residentes para conocer más sobre su difícil situación.
Sun Li (pseudónimo) se mudó a la zona hace dos años. Aunque no vivía en el edificio per se, ella fue testigo de cómo la policía sacó por la fuerza a los residentes. En la mañana del 13 de julio, un gran número de oficiales de policía y patrullas rodearon el edificio. Llevaban bastones eléctricos y comenzaron a hacer ruidos al golpearlos contra sus escudos. Cuando los residentes salieron, se les dijo que evacuaran el edificio de inmediato.
Después de eso, la policía registró todo el edificio. Derribaron las puertas a patadas y registraron cada habitación. Todos los artículos valiosos, como teléfonos celulares, tarjetas bancarias, joyas, computadoras, etcétera, fueron incautados. Además de eso, también se llevaron dinero y objetos de valor del supermercado que se encontraba en el edificio. Incluso se confiscaron algunos autos del lugar.
Más de 200 creyentes fueron arrestados posteriormente y fueron retenidos en la Secundaria Shanyou, que se encuentra cerca. Las personas que protestaron por los arrestos fueron golpeadas y, en un caso, un hombre de edad avanzada tuvo que ser llevado al hospital después de haberse desmayado de miedo.
La policía se llevó después todo el efectivo y los efectos personales que tenían consigo durante la detención. A los creyentes se les dijo que regresaran a sus ciudades natales y que dejaran de creer en Dios.
Cuando la señorita Sun regresó a su casa ese día, descubrió que también había sido saqueada. Varios documentos importantes, como su identificación de residente, sus permisos de viaje y sus tarjetas bancarias, también fueron decomisados.
Zhang Wen (pseudónimo), por otro lado, era uno de los residentes del edificio. Vivía ahí con su esposa. Dijo: “Me mudé aquí hace seis años. Vendí mi casa anterior y mi terreno. Aun si regreso, ¿dónde voy a quedarme?” A la pareja no se le permitió vivir ni siquiera como huéspedes en la ciudad ya que dos días después de la evacuación, los oficiales de policía se presentaron en la casa de su anfitrión y les dijeron que regresaran a su ciudad natal.
De acuerdo con los últimos reportes, la mayoría de los creyentes que solían vivir en el edificio han ido enviados a sus ciudades de origen.