El PCCh continúa despojando a las mezquitas de sus cúpulas y minaretes y reprime cualquier expresión de la tradición y la cultura musulmana de la etnia hui.
por Li Wensheng
El brote de coronavirus no impidió que el presidente Xi Jinping impulsara su política tendiente a «sinizar» el islam. En la provincia noroccidental de Gansu, numerosas mezquitas fueron despojadas de sus cúpulas y símbolos de estrella y luna creciente en medio de la pandemia. El distrito de Kongtong situado en la ciudad de Pingliang de la provincia fue uno de los más afectados: a fines de marzo, 17 mezquitas fueron despojadas de sus símbolos islámicos.
La cúpula de la Gran Mezquita de Dongjiao emplazada en el distrito fue retirada en el mes de mayo. «El Gobierno afirmó que había sido construida en un estilo extranjero y debía ser demolida», le dijo a Bitter Winter un musulmán local de etnia hui de aproximadamente 80 años. «El año pasado intentaron persuadirnos para que quitáramos la cúpula, pero ahora simplemente la quitaron por la fuerza».
Al menos ocho mezquitas emplazadas en el municipio de Dazhai del distrito de Kongtong y en la aldea de Gaoyuan también fueron despojadas de sus cúpulas en medio de la pandemia. «Esta es la política del Partido Comunista», afirmó con impotencia un musulmán de etnia hui. «No podemos hacer nada al respecto y tenemos que tragarnos nuestras lágrimas».
La eliminación de los símbolos que indican qué alimentos son halal en las tiendas también forma parte de la campaña de «sinización» del islam.
“Todos los restaurantes deben reemplazar sus letreros”, explicó el propietario de un restaurante procedente del condado de Huangzhong de Xining, la capital de la provincia noroccidental de Qinghai. “Las órdenes de deshacerse de los símbolos halal provienen del Gobierno central, del Departamento de Trabajo del Frente Unido y de las Agencias de Asuntos Civiles, Administrativas Urbanas y de Aplicación de la Ley. Si no obedeces, el Gobierno clausurará tu restaurante”.
El propietario de un restaurante de fideos le dijo a Bitter Winter que todos los símbolos de identificación escritos en árabe que indicaban que su restaurante era halal habían sido eliminados y que todas las pinturas decorativas que contenían palabras en árabe tuvieron que ser reemplazadas por pinturas de paisajes. «Funcionarios de la Agencia Administrativa Urbana y de la Agencia de Aplicación de la Ley eliminaron por la fuerza los caracteres chinos que significaban ‘halal’ en el mes de mayo».
Un musulmán de etnia hui procedente del condado de Yongning en Yinchuan, la capital de la Región Autónoma Hui de Ningxia, que trabajaba en la construcción, le dijo a Bitter Winter que le fue imposible hallar un lugar marcado con un símbolo halal para almorzar. Como no quería comer alimentos que no fueran halal, todos los días preparaba panecillos al vapor para el almuerzo. Debido a la mala alimentación, perdió mucho peso y energía y tuvo que renunciar a su trabajo ya que no podía soportar la carga de trabajo.
Algunas tiendas afirman que venden comida halal, pero que no pueden marcarla como tal. Como consecuencia de ello, sus negocios están sufriendo, ya que cada vez más clientes se van. «Hoy en día, hay demasiadas tiendas falsas de comida halal», comentó un musulmán local. «Sin un símbolo halal, es imposible saberlo con certeza».
A medida que el Partido Comunista Chino (PCCh) avanza en su campaña de «sinización», todas las demás costumbres y tradiciones de los musulmanes de etnia hui están siendo gradualmente eliminadas.
«Funcionarios de la Agencia de Industria y Comercio me prohibieron usar un velo y me proporcionaron gorros de chef de papel para que me los pusiera mientras trabajo», afirmó la propietaria de una tienda de comida emplazada en la ciudad de Guyuan de Ningxia.
«Los funcionarios de la Agencia de Industria y Comercio y de la Agencia de Seguridad tienen prohibido usar los gorros blancos tradicionales», afirmó una camarera de otro restaurante halal. “Los empleados ahora tienen que usar sombreros de papel desechables en su lugar. A los empleados gubernamentales y a los conductores de autobuses se les están imponiendo restricciones similares”. La mujer cree que el Gobierno tiene como objetivo eliminar la identidad del pueblo hui. «Poco a poco, los hui olvidarán lo que son», añadió la misma.