Luego de que un hombre intentara apropiarse de una Iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el condado de Tongbai de la provincia de Henán, las autoridades no hicieron nada excepto proteger al agresor.
Durante los últimos 20 años, los cristianos del poblado de Wucheng, en el condado de Tongbai, habían estado practicando su fe como parte de una Iglesia Protestante de las Tres Autonomías aprobada por el Gobierno y emplazada en la aldea de Chenzhuang, después de que recaudaron fondos para comprar un inmueble para la Iglesia de un líder grupal, llamado Ruan Yingxin. También se hicieron cargo de la renovación del mismo en dos oportunidades. Los derechos de propiedad pasaron a pertenecer a la Iglesia, la cual además cumplía con las regulaciones, convirtiéndola en un establecimiento en donde se podían llevar a cabo actividades religiosas.
Pero posteriormente, en el mes de septiembre, Ruan Yingxin repentinamente decidió que la iglesia, de hecho, le pertenecía, y trató de apropiarse de la misma por la fuerza. En repetidas ocasiones ahuyentó a los feligreses y, como hacía habitualmente, desconectaba la electricidad, obligando a los miembros de la Iglesia a abandonar el santuario. Cuando logró que todos se retiraran, Ruan Yingxin colocó un candado en la puerta de entrada y se negó a permitir el ingreso de los fieles, a pesar de que era su iglesia y ellos la habían pagado.
Cada vez que los cristianos denunciaban el asunto ante la policía, solicitando que las autoridades locales los ayudaran a resolver el problema, el secretario del Gobierno en el poblado, apellidado He, respondía diciendo: «Esto requiere mediación, por lo que iremos a echar un vistazo en algún momento», como un pretexto para no hacer nada; incluso cuando las autoridades finalmente se dignaron a pasar por la iglesia, simplemente llevaron a unas pocas personas hasta la entrada de la misma y se retiraron sin decir ni hacer nada.
Según un cristiano que deseó permanecer en el anonimato, en el mes de agosto de este año, el secretario del Gobierno en el poblado llevó a la iglesia a dos funcionarios, quienes junto a Ruan Yingxin y otras personas formaban un grupo de siete. El grupo entró por la fuerza al edificio y utilizó una sierra para cortar la cruz. El secretario declaró que la acción era una «orden de las autoridades centrales, por lo tanto, debía ser cumplida sin oponer resistencia». Fue luego de este incidente que Ruan Yingxin comenzó a tratar de adueñarse de la iglesia.
Después de todo, según la fuente anónima de Bitter Winter, Ruan Yingxin está siendo apoyado por el Gobierno local. Como consecuencia de ello, los creyentes se vieron obligados a solicitar la ayuda de la Asociación Cristiana del condado de Tongbai, la cual, el 23 de septiembre, envió a Lei Debin, el líder de otra Iglesia de las Tres Autonomías, para oficiar de mediador y así ayudar a resolver la situación.
Según testigos presenciales, Lei Debin le pidió a Ruan Yingxin que abriera la puerta de la iglesia y restaurara la electricidad. Ruan Yingxin se negó a hacerlo. Entonces, Lei Debin y otro cristiano decidieron volver a conectar el suministro eléctrico por sí mismos. En ese momento, Ruan Yingxin tomó un cuchillo que utilizaba para cortar bambú y lo lanzó dos veces hacia la cabeza de Lei Debin, quien al darse cuenta de lo que estaba sucediendo se cubrió la cabeza e intentó esquivar los ataques, pero Ruan Yingxin comenzó a perseguirlo. Lei Debin corrió aproximadamente 200 metros, pero finalmente fue derribado por Ruan Yingxin. Lei Debin sufrió múltiples heridas en el cuerpo y en las manos, incluso se fracturó el hueso de la palma de una de sus manos. Un par de personas presentes en el lugar finalmente pudieron sujetar a Ruan Yingxin, pero no antes de que Lei Debin resultara gravemente herido. Éñ todavía se está recuperando en el hospital.
Los miembros de la Iglesia denunciaron el ataque ante la policía, quienes enviaron a tres oficiales a la escena donde habían sucedido los hechos. Los oficiales no arrestaron al agresor, sino que simplemente les hicieron preguntas a los que se hallaban presentes esperando poder ingresar al lugar.
«El Gobierno se ha convertido en un refugio para los matones», afirmó un cristiano.
De hecho, el secretario del Gobierno del poblado dijo que el caso de agresión, sumado a la propiedad de la iglesia emplazada en la aldea de Chenzhuang, cuyos miembros aún no pueden acceder a la misma, es una disputa menor que debe ser gestionada de manera convencional, en otras palabras, de manera gradual y sin que nunca llegue a resolverse.
Y la pregunta realizada por el líder de la Iglesia aún sigue sin ser respondida: “¿Desde cuándo intentar matar a alguien es considerado una ‘disputa menor’?”.
Informado por Jiang Tao