Las autoridades gubernamentales cortan el suministro de energía eléctrica y agua de iglesias domésticas emplazadas en Shandong y bloquean sus puertas por negarse a unirse a la Iglesia Protestante sancionada por el Estado.
Imagínense reunirse para rendir culto en una pequeña casa y que el Gobierno les vaya quitando lentamente sus servicios básicos: eso es lo que le está sucediendo a Jiang Zhen (seudónimo), quien dirige una Iglesia protestante de Sola Fide en el distrito de Jimo, bajo la jurisdicción de la ciudad de Qingdao, en la provincia china costera oriental de Shandong.
Según una fuente interna, luego de que las autoridades descubrieran que la misma había admitido a más de 20 cristianos de edad avanzada en su hogar para rendir culto, recibió una llamada telefónica amenazadora en la que le advirtieron: “Tienes que elegir entre mudarte o unirte a la Iglesia de las Tres Autonomías. Si no lo haces, cortaremos los suministros de agua y electricidad, así como también revocaremos tus prestaciones sociales».
Jiang Zhen se negó a hacerlo.
Y unos días después, las autoridades cumplieron su palabra y cortaron el suministro de energía eléctrica. Un mes después las autoridades cortaron el agua. Inicialmente, Jiang Zhen pensó que se había olvidado de pagar sus tasas por servicios urbanos. Pero cuando se apresuró a pagar la factura, su pago fue rechazado. Dos funcionarios locales le dijeron que los altos mandos habían emitido un documento en el que se le exigía unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías aprobada por el Gobierno o mudarse en caso de no hacerlo.
La Iglesia no hizo nada de lo que le ordenaron y, como consecuencia de ello, según afirmó una fuente, tres meses después, el hogar donde se reunían para rendir culto aún no tiene agua ni electricidad.
La misma historia está sucediendo en la ciudad de Tengzhou, en Shandong, donde las autoridades han utilizado métodos similares para acosar a una Iglesia doméstica. El 3 de octubre, cuando los fieles llegaron al sitio donde se congregaban, descubrieron que la entrada había sido bloqueada por un camión de carga con escombros, dejando a aproximadamente entre 60 a 70 miembros de la Iglesia sin un lugar donde reunirse. Según les dijeron, la orden provenía de un secretario local del Partido en la aldea.
Otros dos sitios de congregación de esta Iglesia doméstica también fueron víctimas de las autoridades: las llaves de ambos sitios fueron confiscadas por el Gobierno, un letrero relacionado con la fe cristiana que estaba situado en la entrada fue removido en un sitio de congregación y tanto una cruz como un retrato de Jesús fueron destruidos en el otro.
Ya en el mes de julio, los miembros de la Iglesia afirmaban que las autoridades los habían estado presionando para que se unieran a la Iglesia de las Tres Autonomías, o de lo contrario, deberían «recurrir a medidas extremas». Además, las autoridades habían amenazado con perseguir y detener a todos los cristianos si los mismos se negaban a obedecer sus órdenes, diciendo que incluso si no los condenaban a prisión, se les aplicaría una multa de 50 000 a 100 000 yuanes (aproximadamente de 7270 a 14 540 dólares).
«Podemos pagar los impuestos que nos impone el Gobierno, pero no podemos jurarle lealtad a la Iglesia de las Tres Autonomías», afirmó el líder de esta Iglesia doméstica.
Según fuentes, actualmente, la Iglesia se ha dividido en grupos más pequeños y está siendo más reservada en lo que respecta a dirigir a sus congregaciones.
Informado por Jiang Tao