Las historias de los familiares de una mujer uigur confinados en los campos de internamiento de Sinkiang respaldan lo descrito en el documento secreto del PCCh recientemente filtrado.
por Chang Xin
La llamada «lista de Karakax«, una base de datos perteneciente al Gobierno chino recientemente filtrada que posee detalles personales de más de 300 residentes de Sinkiang confinados en campamentos de transformación por medio de educación y aproximadamente 3000 de sus familiares, proporciona una invaluable visión de la bien organizada campaña del Partido Comunista Chino (PCCh) tendiente a reprimir a los musulmanes de etnia uigur. El documento de 137 páginas incluye información recopilada sobre la frecuencia con la que las personas oran, lo que visten, a quién contactan y qué hacen sus familiares. Lo más importante es que el documento enumera los motivos de las detenciones, tales como violaciones de las políticas de control de la natalidad implementadas por el Gobierno chino; el uso de velos, incluso hace algunos años; la solicitud de un pasaporte; el hecho de tener familiares en el extranjero o «hacer clic en el enlace de una página web y aterrizar involuntariamente en un sitio web extranjero».
«Este notable documento presenta la evidencia más fuerte que he visto hasta la fecha de que Pekín está persiguiendo y castigando activamente las prácticas normales de las creencias religiosas tradicionales», comentó el Dr. Adrian Zenz, uno de los principales expertos a nivel mundial en las políticas implementadas por el PCCh en Sinkiang y miembro de alto rango de la Fundación para Conmemorar a las Víctimas del Comunismo emplazada en Washington D. C.
El Gobierno chino calificó el documento como «un invento» y continúa negando la campaña masiva tendiente a reprimir a los musulmanes étnicos de Sinkiang. Pero las historias de los miembros de una sola familia de Sinkiang prueban lo contrario. Bitter Winter habló recientemente con una mujer de etnia uigur, quien por temor no quiso que su identidad fuera revelada, cuyos 37 parientes cercanos fueron arrestados en un mes a causa de las acusaciones que figuran en la lista de Karakax. Entre ellas: dar a luz a demasiados niños, viajar a otros países, tales como Turquía, asistir a servicios de culto y cosas similares.
“Primero detuvieron a mi esposo y a su hermano y, una semana después, a dos de mis primos. Poco tiempo después, detuvieron a cuatro miembros más de mi familia”, afirmó la mujer mientras comenzaba a enumerar a sus familiares arrestados. Algunos de ellos fueron enviados a campamentos de transformación por medio de educación, mientras que otros fueron condenados a prisión, uno de ellos a 25 años.
Tal y como se describe en la lista de Karakax, el Gobierno detuvo a varios amigos de la mujer por viejas fotos en las que se los veía usando velo o barba.
Una de sus primas fue detenida porque «había dado a luz a demasiados niños». Según la lista de Karakax, las violaciones de las leyes de planificación familiar es una de las excusas más utilizadas para detener a las mujeres musulmanas en Sinkiang. No se han tenido noticias de su prima desde su arresto y la familia teme que pueda estar muerta.
Este fue el segundo arresto del esposo de la mujer. «Es muy común aquí. En el año 2017, el Gobierno detuvo inesperadamente a muchas personas que habían sido arrestadas con anterioridad», afirmó, añadiendo que no se le ha permitido visitar a su esposo desde el verano de 2018.
La mujer teme por su vida debido a las numerosas historias de muertes en los campamentos de transformación por medio de educación. Un miembro de su familia inmediata y dos parientes lejanos murieron mientras se encontraban detenidos. Cuando los familiares de uno de ellos fueron a ver su cuerpo después de haber sido notificados de su muerte, notaron que el joven, de aproximadamente 30 años, ya no tenía sus dientes delanteros. La familia exigió saber la razón, pero la policía solo afirmó que había muerto de un ataque al corazón. A sus familiares no se les han proporcionado registros ni documentos médicos que puedan explicar la causa de la muerte.
“Otros dos parientes lejanos que murieron tras haber sido arrestados también recibieron la misma causa de muerte: ‘problemas cardíacos’”, continuó afirmando la mujer. “Además, sus familias recién fueron notificadas de sus muertes tres días después de sus entierros. Un amigo nuestro, que es oficial de policía, vio el cuerpo de uno de ellos y afirmó que tenía contusiones visibles en el cuello y en otras partes del cuerpo”.
«Numerosas familias padecen persecuciones similares, especialmente en la prefectura de Jotán y en la ciudad de Kashi», afirmó la mujer. “Casi todos los adultos han sido detenidos, dejando a sus hijos abandonados, quienes luego son enviados a orfanatos. Esto no solo les sucede a los uigures sino también a los kazajos”.
La mujer uigur le dijo a Bitter Winter que algunos de sus parientes lejanos y amigos también habían sido arrestados por haber visitado países extranjeros hace algunos años, por haber utilizado una aplicación denominada Zapya, por poseer objetos religiosos o incluso porque debían alcanzarse las cuotas de arresto.
Un infiltrado en la policía de Sinkiang le reveló a Bitter Winter que el Estado le asigna a cada oficial una cuota de detención de uigures y algunos de ellos realizan arrestos sin fundamento para poder cubrirlas.
La mujer entrevistada vive con cinco niños, algunos de los cuales son hijos de sus familiares, y se hace cargo de los mismos. No es fácil, admite, pero no quiere que terminen en uno de los orfanatos del Gobierno. A pesar de que numerosas familias uigures acogen a los hijos de padres arrestados, una gran cantidad de los mismos aún siguen siendo enviados a orfanatos.