Aproximadamente 100 lugares de culto fueron clausurados solo en las ciudades de Daqing y de Nehe. Los creyentes fueron intimidados, presionados a renunciar a su fe, multados y arrestados.
por Zhou Hua
Al igual que sucede en otras partes de China, las iglesias domésticas emplazadas en la provincia nororiental de Heilongjiang también sufren severas represiones. Según informes recibidos recientemente, desde marzo de 2019 hasta enero de este año, 60 iglesias protestantes que no pertenecían al Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías fueron clausuradas en la ciudad a nivel de prefectura de Daqing. Entre ellas, 32 en el condado de Lindian y tres en el condado de Zhaozhou. Aproximadamente 30 lugares de culto fueron clausurados durante la primera mitad del año 2019 en Nehe, una ciudad a nivel de condado que cuenta con una población de alrededor de 700 000 habitantes.
El 8 de mayo, la policía allanó la Iglesia de la Buena Nueva, emplazada en el distrito de Sa’ertu de Daqing, donde el pastor y su esposa estaban celebrando una reunión junto a ocho miembros de la congregación. El pastor permaneció detenido durante 15 días por organizar «reuniones ilegales» y fue presionado para firmar una declaración en la que prometía no volver a participar en tareas religiosas.
En el mes de abril, también se allanó la sede de una iglesia doméstica emplazada en el distrito de Xincun de la ciudad y la policía arrestó a su predicador y a siete miembros de la congregación cuya información personal fue registrada, todos los detenidos fueron obligados a firmar declaraciones en las que prometían no asistir a reuniones religiosas en el futuro. Los siete creyentes fueron liberados al día siguiente, mientras que el predicador permaneció detenido durante cinco días más.
Tras la clausura de lugares religiosos, los funcionarios gubernamentales a menudo los vuelven a visitar para asegurarse de que no hayan sido reabiertos a los creyentes.
Un empleado de una oficina subdistrital de la ciudad a nivel de prefectura de Heihe le dijo a Bitter Winter que el Gobierno incita a los trabajadores de limpieza a vigilar y denunciar los lugares de culto, ofreciéndoles recompensas monetarias.
Como medio de persecución, los lugares religiosos a menudo reciben fuertes multas. En el mes de septiembre, el Gobierno local ordenó clausurar un lugar de reunión de Sola Fide emplazado en la ciudad a nivel de condado de Mishan, mencionando en el aviso de clausura que se le impondría una multa de 20 000 a 200 000 yuanes (aproximadamente de 2850 a 28 500 dólares) a cualquier individuo u organización que organizara reuniones religiosas. Al imponer tales multas, las autoridades se aseguran de que nadie se atreva a alquilarles a las iglesias.
El predicador de una iglesia doméstica de la ciudad a nivel de condado de Hailin le dijo a Bitter Winter que los funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos de la ciudad le habían revelado que se les había ordenado no procesar ninguna solicitud de certificados de registro de lugar de actividad religiosa ya que el Gobierno tiene como objetivo clausurar todas las iglesias domésticas.
Una gran cantidad de miembros de iglesias domésticas le informaron a Bitter Winter que los empleados gubernamentales a menudo los visitan en sus hogares para asegurarse de que no asisten a reuniones y los presionan para que renuncien a su fe.
En el mes de octubre, funcionarios locales amenazaron a los creyentes de una aldea de la ciudad de Ning’an, afirmando que, si continuaban asistiendo a lugares de culto, les revocarían sus subsidios para alimentos y agricultura y sus pensiones. Enviaron a seis personas para que monitorearan las calles donde se encuentran situados los lugares de reunión e impidieran que la gente siguiera reuniéndose.
«Los funcionarios gubernamentales me obligaron a renunciar a mi fe, me pidieron que eliminara la imagen de la cruz de mi hogar, amenazando con revocar mis subsidios. Amenazaron con descalificar a tres generaciones de mi familia de los exámenes de ingreso a la universidad, al servicio civil o al ejército», afirmó un aldeano del condado de Lindian bajo la jurisdicción de la ciudad de Daqing.
Según un representante del Gobierno del condado de Nenjiang de la ciudad de Heihe, los funcionarios de la aldea podrían ser sancionados si alguien en la localidad fuera identificado como cristiano, y si tales casos se repitieran tres veces «el secretario de la aldea sería destituido de su cargo».