Un «grupo de búsqueda familiar» fue llevado a Seúl para realizar manifestaciones falsas en las que familiares les pedían a los refugiados pertenecientes a la Iglesia de Dios Todopoderoso que «regresaran a casa» a China, es decir, a la cárcel. En esta ocasión, los medios de comunicación locales pudieron comprobar claramente que fue la Sra. O quien evitó que los familiares se reunieran pacíficamente con sus seres queridos.
por Massimo Introvigne
Negocios como de costumbre para la Sra. O
Las falsas manifestaciones orquestadas por la famosa intolerante y activista adepta al PCCh coreana, la Sra. O Myung-ok, representando un guión ideado por el Departamento de Seguridad de Estado del Partido Comunista Chino (PCCh), continuaron el 23 y 24 de julio en Seúl y terminaron, como de costumbre, de manera vergonzosa. La Sra. O, como recordarán nuestros lectores, llevó a Corea a un «grupo de búsqueda familiar», que incluía a familiares de refugiados de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT). Los mismos se congregaron en varios lugares y fueron obligados a gritar que los refugiados deberían «volver a casa» a China, donde su hogar sería, obviamente, una cárcel.
No fue la primera vez (y quizás tampoco la última) que la Sra. O lo hacía, y tampoco fue la primera vez que terminó de manera vergonzosa. Los medios de comunicación locales estaban allí y comprobaron que los refugiados estaban muy felices de reunirse con sus familiares y explicarles con calma que no deseaban ser llevados de regreso a China, donde serían encarcelados. Fue la Sra. O la que hizo todo lo posible por evitar que se llevaran a cabo estas pacíficas reuniones familiares. Claramente, a la misma no le importan las familias. Solo quería crear problemas y que los refugiados fueran deportados a China, con o sin familia. La Sra. O no era amiga de los familiares, sino que los manipuló cínicamente para promover los oscuros objetivos del PCCh.
El 23 de julio, siete refugiados finalmente pudieron reunirse con sus familiares en la estación de policía de Onsu. Los mismos le dijeron a Bitter Winter que sus familiares se comportaron de manera extraña. Estaban deseosos de contarles noticias relacionadas con la familia, pero se mostraban renuentes a contestar preguntas sobre por qué exactamente se habían unido al grupo de la Sra. O, y miraban con nerviosismo sus teléfonos móviles, donde seguían recibiendo mensajes.
El 24 de julio a las 10 de la mañana, liderados por la Sra. O, aproximadamente una docena de familiares de refugiados pertenecientes a la IDT, junto con una docena de ancianas desconocidas, organizaron otro espectáculo secundario frente a las instalaciones de la IDT en Onsu, Seúl, utilizando altavoces cuyo volumen, por momentos, superaba los 90db.
Un reportero local que habló con Bitter Winter vio numerosas pancartas y letreros con consignas colgados frente a la entrada de las instalaciones de la IDT en Onsu, una de las cuales era una carta firmada conjuntamente por 13 ONG que denunciaban al PCCh por coaccionar e inducir a los familiares que viven en China a llevar a cabo manifestaciones falsas en Corea del Sur. Docenas de miembros de la IDT sostenían carteles en la entrada y protestaban en silencio, denunciando al PCCh por utilizar a sus familiares para acosar a los refugiados pertenecientes a la IDT en Corea del Sur.
Al otro lado de la calle, la Sra. O y su grupo de manifestantes falsos también colocaron pancartas. Algunos familiares, coaccionados o engañados por el PCCh, gritaban utilizando altavoces. Difamaban a la Iglesia de Dios Todopoderoso y calumniaban a los solicitantes de asilo de la IDT, afirmando que eran refugiados falsos. El volumen de los altavoces estaba ahora a 92db, muy lejos de los 57db permitidos por la ley coreana. Una vez más, había manifestantes profesionales contratados, un rasgo característico de las manifestaciones organizadas por la Sra. O.
La Sra. O impide que un refugiado se reúna con su padre
Después de las 11 de la mañana, un miembro de la IDT, junto a su esposa, no pudo soportar más ver a su anciano padre manifestándose afuera y lo invitó a ingresar a la iglesia para que pudieran sostener una agradable conversación familiar. No obstante, la Sra. O, acompañada por otras personas, trató de interponerse en el camino, causando que el anciano, el cual anhelaba reunirse con su hijo, se enfureciera, ya que exigía ver a su hijo y sus supuestos «amigos” le impedían hacerlo. Más tarde, la policía llevó al padre y al hijo a la estación de policía para que pudieran reunirse.
El miembro de la IDT le dijo al reportero que había contactado a su padre antes de su viaje a Corea del Sur y le había expresado su esperanza de reunirse con él ni bien llegara, pero el padre quiso, o se vio obligado a hacerlo de otra manera, y se unió primero a las falsas manifestaciones.
«O Myung-ok afirmó que ‘ayudaba’ a los familiares a reunirse con sus seres queridos, pero trató de evitar que mi padre se reuniera conmigo justo cuando estaba frente a mí. ¡Su promesa de ayuda es una mentira! ¡Ella no está ayudando, sino obstruyendo! Esto fue presenciado por todos los que estaban presentes en el lugar», afirmó el hombre con indignación.
Su esposa también confirmó la historia. “La entrada de la Iglesia de Dios Todopoderoso está abierta de par en par, y los visitantes de buena fe pueden ir y venir a su antojo. O Myung-ok trabaja mano a mano con el PCCh y controla a nuestros familiares, razón por la cual los mismos difamaban a la Iglesia afirmando que éramos controlados. ¿Acaso, esto no es como si un ladrón gritara ‘¡Detengan al ladrón!?’ ¡¿No están confundiendo blanco con negro?!», afirmó la pareja.
La Sra. O está en contra de la familia
El 21 de julio, un miembro de la IDT y su esposa fueron a recoger a su suegro y a su cuñado al aeropuerto. A pesar de los esfuerzos llevados a cabo por la pareja para invitarlos a su casa a una reunión familiar, los mismos insistieron en ir a ver a la Sra. O.
Durante las falsas manifestaciones de esta mañana, al ver que su suegro y su cuñado se veían agotados al manifestarse, el miembro de la IDT los invitó a entrar y descansar en la iglesia, pero fue rechazado por su cuñado, quien reprendió a la pareja por «abandonar a la familia».
El creyente les explicó: “¿Quién me obligó a abandonar mi hogar? Es sabido que el Gobierno del PCCh persigue a la religión y no nos permite practicar nuestra fe en Dios. ¿No saben que el PCCh me está buscando? Terminaré en la cárcel si regreso a China. ¿Quieren que vaya a prisión? Nuestra familia, los tres, ahora disfrutamos de la libertad de creencias en Corea del Sur. Mi hijo está a punto de regresar pronto de la escuela y podría reunirse con su tío y abuelo. Espero que todos podamos tener una buena charla familiar».
La Sra. O apareció ante los medios de comunicación locales como lo que realmente es, «una persona que está en contra de la familia». Personalmente, me gusta el comentario realizado por la activista uigur laica defensora de los derechos humanos, Nurgul Sawut, confundida por la Sra. O con una «musulmana radical», publicado en Facebook sobre la principal intolerante de Corea: «Mi consejo profesional para ella es que se dedique a hacer otra cosa». Quizás el PCCh esté considerando darle un consejo similar a la Sra. O. Desperdiciar el dinero del PCCh con un fiasco tras otro no debe ser bien visto por los jefes en Pekín de quien sea que organizara estos felices viajes a Corea.