Las autoridades amplían a los campus y a las comunidades su campaña para perseguir a iglesias cristianas surcoreanas.
Desde que el Departamento de Trabajo del Frente Unido, el Ministerio de Seguridad Pública y la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos adoptaron el “Plan para la campaña especial sobre investigación y persecución legal de infiltraciones cristianas surcoreanas” a principios de 2018, numerosas iglesias surcoreanas en China han sido clausuradas y los misioneros han sido forzados a dejar el país.
A finales de marzo de 2018, un profesor universitario en la provincia de Liaoning indicó a los estudiantes que llenaran un cuestionario sobre sus creencias religiosas personales y, posteriormente, los invitó a su oficina para conversar sobre dichas creencias. También hizo preguntas sobre el cristianismo surcoreano. Cuando uno de los estudiantes dijo que a las personas en China se les permitía tener creencias religiosas, el maestro lo regañó: “El hecho de que digas esto prueba que hay un problema en tu forma de pensar; si descubro que alguno de ustedes está participando en reuniones religiosas, será expulsado. ¡Aquí en la escuela no hay libertad religiosa!”
En la tarde del 21 de abril de 2018, una escuela primaria en la ciudad de Diaobingshan, en la provincia de Liaoning, colocó un arco iris con las palabras “Combatan el cristianismo coreano” en letras grandes y llamativas. Luego, todos los maestros y estudiantes de la escuela fueron llamados a reunirse en el patio de juegos para escuchar cómo una persona de nombre Li, que venía de parte de la oficina de Seguridad Pública de la ciudad, calumniaba al cristianismo coreano. “Si ustedes creen en el cristianismo coreano, están violando la ley y serán castigados”, dijo el señor Li. Después de la reunión, un maestro dijo a los estudiantes: “Cuando crezcan, deben desmantelar el cristianismo coreano”.
Un día de abril, en una escuela primaria en la ciudad de Diaobingshan, un maestro de arte transmitió a sus estudiantes de quinto y sexto grado la exigencia de la escuela de preparar un boletín escrito a mano titulado “Enérgica resistencia ante el cristianismo coreano”. Poco tiempo después, uno de los directores de la escuela motivó a todos los estudiantes y maestros a combatir el cristianismo coreano al colocar una pancarta en la puerta de entrada del edificio escolar que decía: “Comprométanse a impedir que el cristianismo coreano entre a nuestro campus”. Puso el ejemplo al firmar la pancarta y aproximadamente 100 estudiantes y maestros que ahí se encontraban lo también firmaron.
A las nueve de la mañana del 18 de enero de 2018, el Secretario adjunto del Partido de una oficina de un subdistrito en la ciudad de Jilin, de la provincia de Jilin, tuvo una reunión con los directores de las comunidades subordinadas. “Las autoridades centrales han entregado documentos que declaran que debemos prestar mucha atención a los coreanos que vienen a Jilin para realizar trabajo misionero”, dijo. “Debemos visitar con regularidad las residencias de la comunidad para investigar y prestar especial atención a las personas que llegan y se van de los vecindarios. Debemos llevar a cabo una vigilancia estricta de las casas rentadas y, en especial, de las minorías étnicas hui, manchú y coreanas. También debemos vigilar a las minorías coreanas que tienen familiares que trabajan en Corea del Sur o que tienen creencias religiosas. Este trabajo tiene que mantenerse en secreto y utilizaremos las inspecciones de planificación familiar como una excusa para entrar a las casas”.
El 8 de marzo, el jefe de la oficina de la región administrativa, llevó a cabo una reunión para discutir la supervisión de sitios con actividades religiosas dirigidas por coreanos y de publicaciones religiosas coreanas dentro del área. También han solicitado que los residentes que sean coreanos, los cristianos coreanos y los sacerdotes que difunden el evangelio sean investigados, y que los oficiales sean enviados a las grandes iglesias a investigar y que informen sus hallazgos en secreto. Un trabajador comunitario solicitó a los asistentes que “reportaran a cualquier persona que hablara en coreano y que utilicen múltiples métodos de vigilancia”.
Una fuente interna reveló que las operaciones especiales del Partido Comunista Chino (PCCh) para atacar al cristianismo coreano en China, tienen como objetivo los principales grupos e individuos evangelizadores cristianos coreanos en China, así como las publicaciones religiosas, mismas que Bitter Winter ha reportado en múltiples artículos en el pasado.