En un intento por controlar las mentes de los jóvenes del país, el Partido Comunista Chino está trabajando para infiltrarse en las universidades.
por Jiang Tao
El conocimiento es poder y el Partido Comunista Chino (PCCh) lo sabe. Por ese motivo, persigue a los estudiantes universitarios para incrementar el control que tiene sobre la población y hacer que en sus mentes haya una sola ideología: el Partido.
Después de todo, las universidades le enseñan a la gente a pensar y, con esfuerzo, a entender las ideologías. Es por eso que el PCCh las considera como un “frente ideológico” en su lucha por poner a todos los ciudadanos chinos en contra de la religión.
De hecho, como Bitter Winter ya informó, en la provincia de Henán, en el centro de China, el Departamento de Educación lanzó una campaña en toda la provincia contra las creencias religiosas. Tanto es así que los estudiantes se ven obligados a presentar y aprobar exámenes antirreligiosos en línea o bien se les amenaza con no permitirles graduarse.
Según los estudiantes de la Universidad del Norte de China para la Conservación del Agua y la Energía Eléctrica (NCWU), en la ciudad de Zhengzhou, así como los del Instituto de Finanzas y Economía de Henán, el Departamento de Trabajo del Frente Unido y el Comité del Partido de ambas universidades han publicado una lista de lo que no se debe hacer cuando de religión se trata.
En el folleto de cuatro páginas, titulado Tarjeta de conocimientos religiosos para estudiantes universitarios, se detallan las políticas del PCCh en materia de religión y se enumeran ocho cosas que están prohibidas en las escuelas, entre las que destacan: difundir la religión, establecer espacios religiosos y celebrar actividades religiosas, conformar grupos y organizaciones religiosas, así como utilizar tecnología moderna para comunicar ideas y actividades religiosas.
Para prohibir la difusión de actividades religiosas en el campus, la escuela también ha fortalecido la educación ideológica y política de los estudiantes. Un estudiante de la NCWU explicó que, desde septiembre de 2018, la escuela organizó a los estudiantes para que participaran en los estudios creados y administrados por el Comité Provincial de Henán de la Liga de Jóvenes Comunistas. El propósito es enseñarles a todos los pensamientos del presidente Xi Jinping y las políticas del Partido. Por ejemplo, los beneficios oficiales para la gente. Hay una clase a la semana, diez por trimestre. Al final, los estudiantes deben presentar un examen obligatorio.
Sin embargo, los estudiantes no encuentran interesantes estos contenidos.
“Los estudios ideológicos y políticos de cada semana son aburridos y no tienen sentido. Sólo nos hacen perder el tiempo”, puntualizó el estudiante Zhang Liang.
“Lo que está haciendo la escuela, en realidad, es adoctrinarnos. Los estudiantes que no suelen ver noticias y no entienden lo que sucede, después de tanta propaganda en cada trimestre, poco a poco terminarán por pensar que el Gobierno siempre ha estado haciendo cosas buenas por la gente”, explicó un estudiante de la NCWU, Guo Tao, quien suele sortear el Gran Cortafuegos de China para navegar por Internet y llegar a la verdad.
También se anima a los estudiantes universitarios a informar sobre cualquier persona que participe en actividades misioneras y religiosas.
En la Tarjeta de conocimientos religiosos para estudiantes universitarios se presentan las políticas del PCCh sobre religión y se enumeran ocho prohibiciones en las escuelas.
“Este método pretende manipular el pensamiento de los estudiantes e impedirles tener creencias religiosas”, dijo un estudiante universitario cristiano. “Para las personas sin creencias religiosas, es una advertencia. Para las personas que tienen creencias religiosas, es una amenaza”.
(Todos los nombres en este artículo son seudónimos.)