Los disidentes, las personas de fe y cualquier persona que el Estado considere «peligrosa» acaban en sus registros y son acosados, incluidos un niño de siete años y un anciano moribundo.
por Wang Anyang
Cada vez hay más pruebas de que el Partido Comunista Chino (PCCh) está recopilando información sobre las identidades de los manifestantes a favor de la democracia en Hong Kong, y de que algunos de ellos ya han sido incluidos en la «lista negra» del Estado. Entre los activistas se está extendiendo el rumor de que el régimen está buscando un momento oportuno para «ajustar cuentas» con ellos.
Según un informe de la Deutsche Welle del 20 de agosto, un sitio web denominado HK Leaks publicó la información personal de aproximadamente 100 manifestantes, periodistas y políticos que se proclaman a favor de la democracia en Hong Kong. «El sitio designa perfiles para una de las tres categorías principales y muestra fotos de sus rostros, fechas de nacimiento, números de teléfono, cuentas de redes sociales, dirección residencial y ‘comportamientos desagradables’», afirma el artículo.
«Desde que el sospechoso sitio web salió a la luz, varios medios de comunicación estatales chinos han promovido la información publicada en el mismo a través de sus cuentas en Weibo, una popular plataforma de microblogging en China», continúa el artículo. «Alientan a los internautas chinos a compartir ampliamente información sobre el sitio y exhortan a todos los usuarios de internet de China a que ayuden a las personas que se encuentran en la lista a ‘quitarse las máscaras y revelar sus identidades’. Si bien no está claro quién le filtró esta información a HK Leaks, Sunny Chiu, concejal de distrito del distrito de Sha Tin en Hong Kong, escribió en su página de Facebook que una de las víctimas le dijo que cree que su información fue proporcionada por la policía china».
El 18 de septiembre, el periódico estatal chino People’s Daily publicó una nota, afirmando que el Gobierno de Hong Kong está promoviendo la llamada ley de antienmascaramiento y aseverando que los manifestantes «no deben temer mostrar sus rostros». Los legisladores de Hong Kong a favor de Pekín parecen compartir la opinión y afirman que la prohibición del uso de máscaras durante las protestas ayudaría a poner fin a los disturbios en la ciudad.
Bastante improbable. Por el contrario, muchos en China, o en cualquier Estado totalitario, saben lo que significa ser identificado como un «alborotador» y ser incluido en una lista negra por el Estado, a saber: restricción de viajes, inexistencia de perspectivas de trabajo y vigilancia y control a largo plazo. Durante importantes reuniones gubernamentales o aniversarios de eventos importantes, tales como la masacre de la Plaza de Tiananmén, las personas incluidas en una lista negra son estrictamente controladas en nombre de «mantener la estabilidad social». Sus familiares e hijos también reciben un trato «especial», por ejemplo, no podrán obtener empleo en agencias gubernamentales ni se les permitirá alistarse en el ejército.
Bajo el actual régimen, es difícil para los chinos saber quién, cuándo y por cuánto tiempo podrá ser incluido en una lista negra. ¿Cuáles son los requisitos para ser eliminados de una lista negra, o existe un límite de edad para ser incluido en una lista negra? Quizás las terribles experiencias de algunos creyentes pueden ayudar a arrojar algo de luz sobre el asunto.
Niño de siete años incluido en la lista negra
Cuando en el año 1996 la policía allanó un lugar de reunión de los “Gritones” (Shouters) emplazado en la provincia suroriental de Fujian, hallaron una lista con los nombres de los creyentes que habían sido bautizados en el lugar. Según un infiltrado en el Gobierno, 23 años después, en el año 2019, las autoridades exigieron investigar nuevamente a todos los que figuraban en dicha lista, incluido un niño que en ese momento solo tenía siete años y que actualmente tiene 30.
«No es fácil ser eliminado de la lista negra del Gobierno. Si se descubre que las personas incluidas en dicha lista continúan asistiendo a reuniones religiosas, serán arrestadas y es poco probable que vuelvan a ser puestas en libertad”, reveló otra fuente infiltrada en el Gobierno.
En el mes de junio, la policía interrogó a un hombre paralítico de casi 90 años procedente de la provincia central de Hubei a causa de su detención durante una redada llevada a cabo en una reunión del Movimiento Renacer, del cual era miembro. Su avanzada edad lo salvó de la prisión en ese momento, pero permaneció en la lista negra hasta su muerte dos días después de que los oficiales se presentaran en su hogar para interrogarlo.
Un vecino le dijo a Bitter Winter que, desde el año pasado, el anciano no podía cuidar de sí mismo debido a que estaba muy enfermo y postrado en la cama. «Sin tener en cuenta su situación, el PCCh lo acosó», afirmó el vecino sumamente conmocionado, incapaz de comprender la crueldad del régimen.
Permanentemente considerada como una «persona peligrosa»
Poco después del Festival de la Primavera del 2019, el Año Nuevo Chino, la Sra. Yu, procedente del norte de China, fue despedida de su trabajo luego de que la policía amenazara a su empleadora con implicarla si no la despedía. La razón fue que la Sra. Yu había participado en una reunión de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) 13 años atrás y había sido incluida en la lista negra del Gobierno luego de que alguien diera aviso a la policía.
A pesar de que no asistió a ninguna actividad religiosa después de eso, fue constantemente investigada. La policía incluso les exigió a los familiares de la Sra. Yu que la graben mientras trabaja y les envíen las grabaciones. Cada vez que sube a un tren de alta velocidad, la policía hurga en su bolso y toma fotos de su boleto de tren y de su tarjeta de identificación. Al no querer tener más ese tipo de inconvenientes, la Sra. Yu prefiere quedarse en su área local.
En otro caso, una residente de la ciudad de Fushun, en la provincia nororiental de Liaoning, había practicado Falun Gong durante unos días por el bien de su salud hace 18 años. Luego de enterarse que el PCCh había prohibido el Falun Gong, la mujer ni siquiera consideró la posibilidad de volver a practicarlo. A pesar de esto, la policía la interrogó repetidamente sobre Falun Gong y la obligó a firmar una declaración, confirmando que se había retirado del movimiento religioso. Y, sorpresa: la mujer aún sigue en la lista negra del Gobierno y es blanco de investigaciones. La última vez que la policía se presentó en su hogar para interrogarla fue en el mes de mayo. Durante visitas anteriores, varios policías registraron su hogar sin motivos razonables.
Claramente, en opinión del PCCh, cualquiera que haya sido acusado de «mala conducta» por el Estado será permanentemente considerado como una «persona peligrosa» y será incluido en una lista negra.
En medio de las crecientes medidas represivas llevadas a cabo por el Gobierno, cualquiera que camine por las calles de Hong Kong, incluso los niños, tiene una buena razón para utilizar máscaras faciales y ocultar su identidad. Los testimonios de persecuciones de disidentes y personas religiosas en el continente informados diariamente por Bitter Winter les dan a los manifestantes en Hong Kong un serio incentivo para hacer precisamente eso.