En medio de la recesión económica, el PCCh priva a los agricultores de sus principales fuentes de ingreso al destruir pocilgas y huertos.
por Lin Yijiang
El 10 de marzo, en medio del pico del brote de coronavirus en China, las autoridades locales de Zhangjiakou, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia norteña de Hebei, enviaron a más de cien agentes de policía a destruir pocilgas en una de las aldeas.
Un residente de la aldea le dijo a Bitter Winter que el Gobierno local ya se había apoderado de tierras de los granjeros para construir una carretera sin proporcionarles una compensación adecuada, obligando a las personas a firmar acuerdos para demoler las pocilgas. Algunos granjeros se negaron, afirmando que el pago ofrecido por el Gobierno no era suficiente para cubrir sus pérdidas. Seis de ellos fueron esposados y detenidos, y se envió una excavadora para demoler todas las pocilgas. Los granjeros detenidos recién fueron liberados luego de efectuada la demolición.
Video: Los criadores de cerdos que se negaron a demoler sus pocilgas están siendo detenidos por la policía.
Al no tener dónde guardar los cerdos, algunos aldeanos tuvieron que vender inmediatamente los animales a un precio sumamente bajo. «Un cerdo reproductor tiene un valor de 10 000 yuanes [alrededor de 1400 dólares] en el mercado, pero tuve que vender cada cerdo por 3000 yuanes [alrededor de 425 dólares]», le dijo a Bitter Winter un granjero que tuvo que vender más de 300 cerdos el día en que las pocilgas fueron demolidas. «He perdido por lo menos 200 000 yuanes [alrededor de 28 300 dólares]». Otro granjero perdió más de un millón de yuanes (alrededor de 141 360 dólares). «El Gobierno ha ido demasiado lejos», añadió el granjero. «¡Están cortando nuestro sustento!».
El 17 de abril, el Gobierno de Cangnan, un condado de la ciudad de Wenzhou, en la provincia oriental de Zhejiang, envió personal para destruir enrejados —estructuras de madera utilizadas para sostener plantas trepadoras tales como los frijoles— situados en las tierras de cultivo del poblado de Lingxi. A los agricultores no se les informó sobre la operación planificada ni se les ofreció ningún tipo de compensación.
«Sin los enrejados, algunos vegetales no pueden dar frutos», explicó un aldeano. «Tras meses de arduo trabajo, nuestras plantas comenzaron a florecer y ahora todo está arruinado».
Un funcionario que participó en la demolición le dijo a Bitter Winter que los enrejados afectaban negativamente la imagen de la ciudad y, debido a ello, las autoridades superiores ordenaron destruirlos. «No pudimos hacer nada porque la orden provenía de nuestros superiores», afirmó el hombre. «Todos los condados y aldeas de Wenzhou deben eliminar todos los enrejados». El mismo añadió que el que vaya en contra del Gobierno será arrestado.
En el mes de mayo, el Gobierno del condado de Pingyang de Wenzhou contrató trabajadores, guardias de seguridad e incluso matones locales para que demolieran los enrejados de los huertos de más de 5 acres en más de 20 aldeas del poblado de Shuitou. Los residentes no fueron informados antes de la operación.
Un residente de una de las aldeas le dijo a Bitter Winter que tres hombres de edad avanzada que intentaron evitar la remoción de los enrejados fueron brutalmente golpeados. Uno de ellos, de 65 años, fue abofeteado hasta que comenzó a salir sangre de su boca. Un aldeano de 68 años fue arrojado al suelo y un guardia le presionó el cuello, y al tercero se le vertió un cubo de orina sobre la cabeza.
«Los aldeanos de edad avanzada no pueden ganar dinero de otra manera que no sea cultivando y vendiendo vegetales», afirmó otro residente de la aldea. «El PCCh es sumamente cruel. Está privando a las personas de los medios para mantener su sustento».