La represión contra las publicaciones religiosas se intensifica en Mongolia Interior, donde funcionarios inspeccionan paquetes postales, incineran libros y censuran las comunicaciones en línea.
por Gu Qi
Las autoridades chinas continúan utilizando su política tendiente a «erradicar la pornografía y las publicaciones ilegales» para acabar con la disidencia y las libertades religiosas. Las publicaciones que violen las «políticas étnicas y religiosas del Partido», incluidas las Biblias no aprobadas, los libros de himnos, los libros sobre religión para niños y los materiales religiosos procedentes del exterior que no hayan sido aprobados para ser distribuidos en China son los principales objetivos de la represión disfrazada de lucha a favor de los valores morales.
Bitter Winter ha recibido un documento confidencial, titulado Plan especial de campaña para la aplicación en profundidad de la erradicación de la pornografía y las publicaciones ilegales para consolidar la frontera para el año 2019, emitido en el mes de abril por una localidad de la Región Autónoma de Mongolia Interior, el cual tiene como objetivo detener la distribución de materiales religiosos, así como también evitar que aparezca en línea información relacionada con las diferentes religiones y críticas contra el Gobierno.
Plan especial de campaña para la aplicación en profundidad de la erradicación de la pornografía y las publicaciones ilegales para consolidar la frontera para el año 2019, emitido en el mes de abril por una localidad de la Región Autónoma de Mongolia Interior.
A los servicios postales se les exige inspeccionar paquetes
El documento exige «bloquear, investigar y ocuparse constantemente» de publicaciones religiosas procedentes del extranjero y materiales impresos que sean contrabandeados, transportados o enviados por correo. Exige que los servicios postales y de mensajería abran paquetes que puedan incluir publicaciones religiosas y registren los números de teléfono e información de identificación de las personas que los envían y reciben. Miembros del personal gubernamental están llevando a cabo inspecciones aleatorias de paquetes o fingen ser clientes que envían libros religiosos para asegurarse de que los empleados actúen según las instrucciones.
Biblias no aprobadas, libros sobre el islam o sobre Sinkiang y el Tíbet, así como también libros sobre cristianismo surcoreano, son los objetivos clave de la inspección. El envío de publicaciones relacionadas con Falun Gong o con la Iglesia de Dios Todopoderoso está estrictamente prohibido. Tan pronto como tales artículos sean descubiertos, el mensajero a cargo será sancionado, pudiendo ser despedido o detenido.
Servicios postales y de mensajería de otras regiones de China, como por ejemplo, la provincia suroriental de Jiangxi o la provincia oriental de Shandong, le habían informado anteriormente a Bitter Winter que el control de los servicios postales se había vuelto significativamente más estricto que antes.
Severas medidas represivas contra la información en línea
El alcance de la campaña de «erradicación de la pornografía y las publicaciones ilegales» también incluye la eliminación de publicaciones religiosas no oficiales en línea y de cualquier comentario publicado en Internet. El documento exige «la planificación general de una batalla en línea», reforzando la supervisión de Internet y de las redes móviles para mantener un «estricto impulso de represión y alta presión» contra los contenidos que involucren a las religiones «ilegales».
El documento menciona explícitamente a Facebook y Twitter, así como también a Radio Free Asia, La Gran Época y otros medios de comunicación extranjeros, y exige que se empleen estrictas medidas contra las personas que utilizan diversos programas de elusión de cortafuegos para obtener información a través de estos sitios web, y que «se revierta el flujo de información dañina”, es decir, información desfavorable para el Gobierno que sea accesible para la población doméstica. En particular, el documento establece que se deberá prestar especial atención a algunas publicaciones cristianas surcoreanas, así como también a libros e información sobre Falun Gong y la Iglesia de Dios Todopoderoso.
En el mes de abril, en la provincia china suroriental de Fujian, la policía registró la casa del empleado de una empresa, quien más tarde fue detenido durante siete días por pasar por alto el «Gran Cortafuegos de China» y publicar comentarios en Twitter. Mientras permaneció detenido, se vio obligado a ver películas de propaganda patriótica a diario. La policía interrogó a las personas que se hallaban en su hogar para conocer sus «inclinaciones políticas».
La policía afirmó que publicar comentarios en Twitter tiene un gran impacto e interrogó al empleado sobre el propósito de sus comentarios, así como también sobre si había participado en alguna organización extranjera o considerada xie jiao. La policía también le ordenó firmar con su nombre más de 200 páginas de contenido impreso en Twitter con sus comentarios, obligándolo a admitir que dichos comentarios eran erróneos.
Libros religiosos no oficiales son confiscados e incinerados
El documento también exige que los departamentos gubernamentales encargados de implementar políticas relacionadas con la cultura, las artes, los deportes y el turismo, aúnen fuerzas para investigar si lugares religiosos, clases de escrituras, instituciones de capacitación, imprentas situadas cerca de escuelas, talleres de mecanografía y copiado, restaurantes y establecimientos de entretenimiento utilizan o poseen publicaciones religiosas no autorizadas. Los administradores de la red pública (personas designadas por el Gobierno para supervisar áreas compuestas por 15 a 20 hogares) y los ciudadanos comunes deberán ser movilizados para que informen cualquier tipo de pista sobre dichos materiales.
Los libros religiosos que no son aprobados por el Estado continúan siendo confiscados en toda China. Según creyentes de la ciudad de Qitaihe en la provincia china nororiental de Heilongjiang, el pasado mes de diciembre, funcionarios pertenecientes a los Dos Consejos Cristianos Chinos, a la Agencia de Seguridad Pública, a la Agencia de Asuntos Religiosos y a otros departamentos locales transportaron más de 10 000 libros religiosos, entre los que se incluían versiones no oficiales de la Biblia y los Himnos de Canaán, que habían sido confiscados de varias iglesias locales, al patio trasero de la iglesia de las Tres Autonomías de Bei’an emplazada en el distrito de Xinxing de la ciudad. Los libros fueron incinerados en tandas para evitar que el humo procedente de la hoguera generara preocupación pública; dicho proceso tomó 15 días.
«Algunos libros ni siquiera habían sido abiertos. Los funcionarios temían que los creyentes tomaran los libros y los volvieran a leer si no eran destruidos», afirmó un creyente. «¡Fue tan angustioso ver cómo estos libros eran incinerados!».
La policía también utiliza los libros confiscados como pistas para arrestar y perseguir a grupos religiosos. El documento procedente de Mongolia Interior exige que los departamentos de seguridad pública utilicen cada libro religioso, material promocional y producto audiovisual «ilegal» como fuente para lograr avances en casos que no hayan sido resueltos previamente.