Una revista cristiana mensual administrada por el Estado «siniza» historias bíblicas, en las que se muestra a Jesús vistiendo el tradicional atuendo del pueblo han y a María se la personifica como una antigua mujer china.
por Zhou Xiaolu
Tian Feng (literalmente «Viento celestial») es una revista cristiana mensual, publicada por el Comité Nacional del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías de las Iglesias Protestantes de China y el Consejo Cristiano de China. La misma siempre ha sido un buen indicador del estado del cristianismo «oficial» en China.
Ilustraciones bíblicas «sinizadas» en las portadas de la revista Tian Feng del año 2019.
Desde el mes de enero, las portadas de cada número de Tian Feng contenían una ilustración bíblica «sinizada». Por ejemplo, Jesús fue representado con la tradicional vestimenta del pueblo han, María fue personificada como una antigua mujer china y los pobres que fueron alimentados por Jesús durante el «milagro de los cinco panes y los dos peces» fueron retratados con el pelo atado en tradicionales rodetes chinos. El número de octubre estuvo dedicado al 70 aniversario de la China comunista, por lo cual las ilustraciones bíblicas fueron reemplazadas por consignas e imágenes patrióticas. Esto demuestra que todo el ejercicio está regido por la ideología y va mucho más allá de la «inculturación» iconográfica que tradicionalmente practican los católicos y algunos otros misioneros.
Un miembro de una iglesia de las Tres Autonomías le dijo a Bitter Winter que las ilustraciones le recordaban a los «Veinticuatro Ejemplares Filiales», un clásico texto chino escrito durante la dinastía Yuan (1260–1368). “Mis ojos se abrieron de par en par cuando vi a María con el pelo recogido en un rodete como una antigua mujer china. Es sumamente extraño», afirmó el creyente.
“El Partido Comunista Chino (PCCh) siempre ha hablado de desoccidentalización, no le permite al pueblo chino creer en el Dios de los extranjeros, pero nunca imaginé que, a través de los siglos, el Señor Jesús y los santos se transformaran en chinos. ¡El PCCh se ha vuelto completamente loco!”, comentó un cristiano de 70 años, procedente de la provincia noroccidental de Qinghai, sobre las ilustraciones de Tian Feng.
En China, los cristianos están preocupados de que el PCCh esté utilizando la cultura tradicional para reemplazar la Biblia y distorsionar las enseñanzas bíblicas. El número de julio de Tian Feng incluía una columna en la que se comparaban «Las máximas del maestro Zhu» –un trabajo clásico sobre cómo administrar el hogar de manera diligente y ahorrativa, respetando la ley, escrito por el filósofo chino Zhu Bolu (1617-1688)– con las escrituras bíblicas, como parte de la campaña del PCCh tendiente a «‘sinizar’ la espiritualidad».
Por ejemplo, el dicho confuciano: «No hay nada más vergonzoso que estar celoso de la riqueza y el poder de los demás; no hay nada más bajo que menospreciar a los pobres» equivale a «El que desprecia a su prójimo peca, pero es feliz el que se apiada de los pobres» (Proverbios 14:21).
En otra comparación, «No debes objetar una demanda en tu vida familiar, ya que hacerlo dará lugar a un resultado adverso. No debes hablar demasiado cuando te comportes en sociedad, ya que hablar en demasía dará lugar a errores» se compara con: «Así que, en efecto, es ya un fallo entre vosotros el hecho de que tengáis litigios entre vosotros. ¿Por qué no sufrís mejor la injusticia? ¿Por qué no ser mejor defraudados?” (1 Corintios 6:7).
Algunos cristianos sienten que utilizar literatura clásica confuciana y china antigua para interpretar la Biblia es una blasfemia absoluta.
“El PCCh está reemplazando las palabras de Dios con estándares morales humanos, distorsionando secretamente la doctrina y erosionando los fundamentos de la fe cristiana. Este es un enfoque verdaderamente siniestro. Solo el diablo haría tal cosa”, comentó con ira un predicador de una iglesia doméstica.
Desde marzo del año pasado, el régimen ha prohibido la venta de la Biblia en línea, y la ha retirado de los estantes de las tiendas físicas incluso antes. Además, la Biblia está siendo reeditada y comentada al incluir capítulos de los clásicos confucianos, taoístas y budistas, como parte del plan de trabajo del Gobierno para promover el cristianismo con características chinas a través de la «reforma del pensamiento». La «sinización» del cristianismo también es estimulada a través de otras actividades, tales como lecturas comparativas de las Analectas confucianas y de la Biblia.
«Esto es como matar a alguien con un cuchillo invisible», afirmó preocupado un predicador procedente de la provincia noroccidental de Shaanxi, quien padeció la Revolución Cultural. “Durante la Revolución Cultural, si creías en Jesús, el Partido Comunista te arrestaba y asesinaba a la vista de todos. En la actualidad, el régimen está distorsionando gradualmente la doctrina cristiana en secreto».