El PCCh distorsiona las enseñanzas religiosas, obligando a las iglesias, templos y mezquitas a predicar de acuerdo con las escrituras prescritas por el Gobierno.
por Bai Lin
El 20 de julio, la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos de Dandong, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia nororiental de Liaoning, emitió una orden para organizar un concurso de sermones sobre la “sinización” de la religión. El documento, titulado Plan de implementación para el concurso de predicación sobre la sinización del cristianismo en el año 2020, exige que los predicadores de las iglesias de las Tres Autonomías participen en el mismo preparando los sermones, «buscando elementos en la Biblia que sean relevantes para los valores socialistas centrales y la cultura tradicional china» de conformidad con «el progreso de los tiempos». Los 12 valores socialistas centrales representan la «nueva interpretación del socialismo chino», tal y como fue definido en el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista Chino (PCCh) celebrado en el año 2012.
Un clérigo de la zona le dijo a Bitter Winter que solo los que escriban sermones de ese tipo podrán aprobar la revisión anual necesaria para obtener un certificado clerical.
El documento titulado Plan de implementación para el concurso de predicación sobre la sinización del cristianismo en el año 2020 fue publicado por la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos de Dandong.
En el año 2015, el presidente Xi Jinping exigió «utilizar los valores socialistas centrales para guiar las religiones de China, nutrir las mismas con la cultura china, y sustentar las interpretaciones de los pensamientos, las reglamentaciones y las enseñanzas religiosas de acuerdo con el progreso de los tiempos». El presidente promueve los valores con el objetivo de «fortalecer la posición rectora del marxismo en los campos ideológicos» en aras de resistir la «influencia ideológica occidental sobre el pueblo».
En septiembre del año pasado, todas las iglesias de las Tres Autonomías del condado de Changshan en Quzhou, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia oriental de Zhejiang, recibieron una publicación procedente de la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos local titulada: Los valores socialistas centrales y la Biblia, con una colección de paralelismos entre los dos. Por ejemplo, uno de los 12 valores, el imperio de la ley, es comparado con el siguiente versículo de la Biblia: «Debéis guardar diligentemente los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios, y sus testimonios y estatutos que te ha mandado» (Deuteronomio 6:17, LBLA).
Los valores socialistas centrales y la Biblia (proporcionado por una fuente interna).
A principios de mayo del año pasado, una iglesia católica emplazada en el condado de Yangqu de Taiyuan, la capital de la provincia norteña de Shanxi, recibió la orden de colgar paneles de propaganda con comparaciones entre la Biblia y los valores socialistas centrales. El valor del “patriotismo” es comparado con “Péguese mi lengua al paladar si no me acuerdo de ti, si no enaltezco a Jerusalén sobre mi supremo gozo”(Salmo 137: 6, LBLA).
Un predicador procedente de la ciudad de Hangzhou, en Zhejiang, le mostró a Bitter Winter una colección de lo que el Gobierno llama «excelentes sermones», escritos por predicadores que incorporan «apropiadamente» los valores socialistas centrales. En uno de ellos, la “democracia” es definida utilizando el siguiente versículo de la Biblia: “Además, escogerás de entre todo el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres veraces que aborrezcan las ganancias deshonestas, y los pondrás sobre el pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez (Éxodo 18:21, LBLA). El autor del sermón afirma que el sometimiento al régimen del PCCh es una «manifestación de democracia».
En giras presentadas a lo largo de toda China se recopilan, distribuyen y predican «excelentes sermones» similares. Presionados por el Gobierno, cada vez son más los miembros del clero de la Iglesia de las Tres Autonomías que se ven obligados a adoctrinar a los creyentes con la ideología socialista, utilizando versículos de la Biblia. Algunos llamaron a esta medida «poner veneno en los sermones».
Colección de sermones que utilizan la Biblia para interpretar los valores socialistas centrales (proporcionado por una fuente interna).
«Al efectuar tales paralelismos, el PCCh quiere decirles a los creyentes que, al observar la ideología del Partido, siguen las enseñanzas de la Biblia», comentó un director perteneciente a la iglesia de las Tres Autonomías. “Es sumamente tortuoso. Están envenenando a la gente de fe poco a poco, erosionando sus creencias. Al hacerlo, el PCCh pretende justificar su control sobre la religión».
Un predicador procedente de la ciudad de Hangzhou también cree que al mezclar los valores socialistas con la Biblia se está envenenando a los creyentes. «Es como si el Partido te estuviera atando un nudo en el cuello lentamente, matándote poco a poco», explicó el predicador. “Nos dice que debemos amar al país y a la religión, pero al final, erradicará la religión y solo nos permitirá amar al país y ser leales al Partido Comunista”.
En lugares de culto pertenecientes a otros credos también se está exigiendo integrar los valores socialistas centrales dentro de las enseñanzas religiosas. El director de un templo budista le entregó a Bitter Winter un documento titulado: Requisitos relevantes sobre la labor religiosa y estándares de referencia para la distribución de materiales, en el que se exige colocar los valores socialistas centrales por encima de todos los textos religiosos exhibidos en los lugares de culto.
Un maestro budista procedente de la ciudad de Yantai, en la provincia oriental de Shandong, le dijo a Bitter Winter que los valores socialistas centrales no pueden ser comparados con los textos budistas cuando se habla de igualdad entre todos los hombres. Aún así, en su templo se exhiben carteles con tales mensajes.
En una mezquita emplazada en la ciudad de Linyi, en Shandong, se podían ver paneles de propaganda con el título: «Ver los valores socialistas centrales según la perspectiva del Corán».
«Se trata de una catástrofe religiosa más severa que durante la Revolución Cultural», se lamentó un católico procedente de la ciudad de Taiyuan, en Shanxi. «Está destruyendo lentamente al pueblo».
