En un plazo de cuatro meses –de marzo a junio– el Gobierno exigió cerrar estos lugares de culto administrados por el Estado que se hallaban emplazados en la ciudad de Hegang de la provincia de Heilongjiang.
por Zhou Hua
Según un informe procedente de la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos de Shuangyashan, una ciudad minera de la provincia norteña de Heilongjiang, de los 135 centros de actividad religiosa activos en la zona, 128 fueron reprimidos en el año 2018.
Este año, el ritmo de las represiones llevadas a cabo contra las personas religiosas no se está desacelerando en la provincia, y Hegang, una ciudad vecina a Rusia, no es una excepción. Según miembros del personal del Departamento de Trabajo del Frente Unido local, solo se permitió que tres iglesias de las Tres Autonomías permanecieran activas en Hegang. Todos los demás lugares de reunión fueron clausurados.
“Este día llegó demasiado rápido. El 9 de junio, el Gobierno clausuró de manera uniforme todos los lugares de reunión que no estaban autorizados en el distrito», le dijo a Bitter Winter el pastor de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en el distrito de Nanshan de Hegang. «Incluso la Iglesia de las Tres Autonomías aprobada por el Gobierno enfrenta un futuro desafiante».
La Iglesia del Evangelio, un lugar de reunión perteneciente a la Iglesia de las Tres Autonomías, emplazada en el distrito de Xing’an, la cual contaba con más de 100 congregantes, recibió a principios de año una notificación por parte del Gobierno: se le ordenó cerrar sus puertas antes del 27 de marzo.
«Todos los lugares de reunión se vieron obligados a firmar un acuerdo de cierre antes de la fecha especificada por el Gobierno», afirmó un creyente de la iglesia. «Los lugares que no firmen serán clausurados por la fuerza. Si se siguen celebrando reuniones luego de la fecha indicada, el personal administrativo y los creyentes serán multados y detenidos».
Al igual que en otras regiones, los lugares de reunión fueron clausurados debido a una gran variedad de cargos falsos, tales como «molestar al vecindario» o porque estaban «demasiado cerca de una escuela». Algunas sucursales de la Iglesia de las Tres Autonomías poseían licencia legal, pero aún así fueron clausuradas por el Gobierno, alegando que su domicilio legal era diferente del real. Los pastores solicitaron un cambio de dirección, pero el Gobierno no aprobó sus solicitudes.
“Esta es una tendencia a nivel nacional. No importa si eres cristiano, budista o católico, todas las religiones enfrentan un destino similar», afirmó un predicador local. «Sea cual sea el delito del que el Gobierno te acuse, serás considerado culpable. Miembros del personal gubernamental me amenazaron con arrestarme y detenerme si me comporto de manera ‘arrogante’, o sea, si no coopero con ellos».
Entonces, ¿por qué el Partido Comunista les teme a los cristianos?, le preguntó Bitter Winter a los creyentes locales. El predicador de una iglesia doméstica afirmó que la mayor parte de su congregación está compuesta por personas mayores de setenta y ochenta años que no pueden ser considerados como un grupo que desea derrocar al Gobierno. “¿De qué manera están obstaculizando al Gobierno?”, preguntó. “Al igual que cuando nació Jesús, el rey Herodes temía que Jesús tomara el poder, por lo que envió a matar a todos los niños menores de dos años. Sólo lo hizo para conservar su trono. En la actualidad sucede lo mismo. El Partido Comunista Chino (PCCh) teme que el pueblo se subleve y subvierta su régimen, por lo que nos reprime utilizando el pretexto de ‘aniquilar el crimen de pandillas y eliminar el mal’ y no nos permite creer en Dios».
«Los cristianos no están en contra del Gobierno, pero el Partido Comunista los está reprimiendo porque desea ser el único a cargo, por encima de todo. Esa es la mentalidad del Partido», comentó un creyente local sobre la clausura de iglesias. “El Señor es supremo y el PCCh quiere reemplazarlo, no podemos desobedecer».
«Celebramos nuestra última reunión el 16 de junio. Muchos creyentes lloraron», afirmó un miembro de una iglesia doméstica. “Una feligresa solía llevar a su hijo, el cual padece parálisis cerebral, a las reuniones. La misma lloró incontrolablemente. La iglesia era como su hogar. ¿Qué clase de sentimiento es perder el hogar?».
La situación imperante en la ciudad de Hegang es simplemente la punta del iceberg en lo que respecta a las represiones llevadas a cabo contra las creencias religiosas en Heilongjiang. Según informes, las autoridades también clausuraron numerosos lugares de reunión que se hallaban emplazados en las ciudades de Mudanjiang, Dongning, Harbin y Shangzhi de la provincia.