Al ser la provincia con el número más importante de personas religiosas, Henán sigue sufriendo medidas enérgicas sobre sus iglesias al estilo de la Revolución Cultural.
Gu Xi
Las iglesias continúan siendo cerradas y readaptadas, sus bienes muebles han sido saqueados, las cruces han sido desmanteladas y las biblias han sido quemadas. Ni siquiera las iglesias de las Tres Autonomías aprobadas por el Gobierno pueden escapar al huracán de la campaña en contra de las religiones que han lanzado las autoridades chinas.
El 15 de marzo, alrededor de diez funcionarios del Departamento de Trabajo del Frente Unido local y oficiales de policía irrumpieron en un sitio de reunión que operaba la Iglesia de las Tres Autonomías en el municipio de Dahou del condado de Yucheng, bajo la jurisdicción de la ciudad de Shangqiu. Después de registrar el lugar, apilaron biblias y otros libros cristianos, así como los símbolos religiosos que lograron encontrar y los quemaron. Se llevaron del sitio de reunión todas las sillas, los instrumentos musicales y otros objetos valiosos.
El líder de la iglesia buscó razonar con los funcionarios y dijo que los miembros de la congregación compraron todas las cosas y que el Gobierno no tenía derecho a confiscarlas.
Un funcionario reprendió: “A las personas no se les permite creer en nada que el Gobierno no permita. Cualquier cosa que tenga tintes religiosos debe ser confiscada”.
Un colaborador de la Iglesia dijo que las autoridades ordenaron en septiembre de 2018 que el sitio dejara de llevar a cabo reuniones. Por tanto, los funcionarios fueron a hacer lo que se les indicó y se llevaron todo lo que era propiedad de la Iglesia.
A finales de agosto, un sitio de reunión de las Tres Autonomías, que se construyó con más de 500 000 yuanes (aproximadamente 74 200 dólares) donados por los miembros de la congregación, fue cerrado por la fuerza en el poblado de Guodian, bajo la jurisdicción de la ciudad de Xinzheng. El Gobierno municipal dijo que no tenía un certificado de registro del sitio de reunión.
A principios de marzo de este año, funcionarios de la villa destruyeron los tres símbolos en forma de cono que se encontraban en la parte superior de la entrada del sitio de reunión, que posteriormente se convirtió en el “Centro de Servicio de Fiestas y Misas de la Villa de Xiaosi”.
Un mes antes, una iglesia de las Tres Autonomías en el condado de Lushi de la ciudad de Sanmenxia también fue cerrada por la fuerza. Cuando el secretario del Partido de la villa ordenó que la iglesia fuera cerrada, su líder dijo que la iglesia fue aprobada por los Dos Consejos Cristianos Chinos para que se congregaran los creyentes. El secretario respondió implacablemente: “El Gobierno está cerrando iglesias ahora; eso significa que ya no les permite creer [en Dios], así que no pueden fomentar o difundir el evangelio. Ustedes, creyentes ancianos, se están volviendo cada vez más viejos y a los menores de edad se les prohíbe entrar a las iglesias. Así es como el cristianismo será eliminado”.
Dos días después, el secretario del Partido obligó a uno de los diáconos de la iglesia a que le entregara las llaves y la cerró por la fuerza.
El líder de la iglesia reveló que casi 40 sitios de reunión de las Tres Autonomías en el condado de Lushi fueron cerrados entre agosto de 2018 y abril de 2019. Dijo que esta es la campaña más severa para “aniquilar la religión” desde la Revolución Cultural.
En marzo, la Iglesia de Babu, ubicada en el municipio de Kongji en el condado de Ningling, bajo la jurisdicción de la ciudad de Shangqiu, fue también tomada por la fuerza por el comité de la villa.
Uno de los funcionarios del Gobierno comentó: “Esta es la segunda Revolución Cultural. Xi Jinping está tomando el antiguo camino de Mao. Cualquiera que se resista será castigado y enviado a prisión. Actualmente, el Gobierno no permite que las iglesias existan y está ocupándolas. Igual que en la era de Mao Zedong, cuando los territorios fueron ocupados y convertidos en una base revolucionaria”.