Al tener prohibido creer en Dios, miembros y funcionarios del Partido se comprometen a vigilar y perseguir todas las actividades religiosas.
Li Mingxuan
La represión religiosa se ha convertido en una misión política esencial para el Partido Comunista Chino (PCCh). A los funcionarios comunitarios, al igual que a los funcionarios del Partido a nivel de aldea, se les exige que desempeñen un papel activo en la represión religiosa debido a su conocimiento directo de las formas de residencia en estas pequeñas comunidades. Pero, en primer lugar, a los miembros del Partido se les prohíbe tener la más mínima conexión con la religión y se los castiga por cualquier error en el control de las actividades religiosas.
Funcionarios encubren sus creencias religiosas
En el mes de abril, un poblado en el distrito de Mudan de la ciudad de Heze, en la provincia oriental de Shandong, convocó una reunión para todos los miembros del Partido, a quienes se les advirtió que no participaran en ninguna actividad relacionada con la religión. El requisito también debía ser observado por todos sus familiares. Si alguien es descubierto, será reprendido o incluso relevado de todos sus deberes y expulsado del Partido, dependiendo de la situación.
Uno de los asistentes reveló que el secretario del Partido de una de las aldeas fue reprendido públicamente en la reunión debido a que había contribuido con 3000 yuanes (aproximadamente 430 dólares) para la feria de un templo. El mismo también fue obligado a escribir una nota de autocrítica –un medio convencional para revocar o humillar personas en China–. Las autoridades locales también decidieron investigar el templo, utilizando el pretexto de verificar si había nombres de miembros del Partido en su placa de reconocimiento de donantes.
Algunos miembros del Partido y funcionarios que previamente habían donado dinero para para la construcción de templos se sintieron nerviosos. Para conservar sus puestos, decidieron ocultar sus nombres en las placas de donantes, dando como resultado que las placas de varios templos hayan sido alteradas quedando irreconocibles.
A fines de marzo, el Grupo Directivo de la Comisión Provincial de Inspección Disciplinaria estaba por arribar al condado de Mengyin, bajo la jurisdicción de la ciudad de Linyi, en la provincia de Shandong, para investigar el estatus religioso de los miembros del Partido. Aquellos funcionarios cuyos nombres habían sido grabados en las placas de los templos en agradecimiento a sus contribuciones monetarias decidieron actuar rápidamente: en un corto período de tiempo, las placas de reconocimiento de donantes de varios templos fueron destruidas. Los propietarios de algunos templos se resistieron a la destrucción, por lo que cubrieron las placas con diversos carteles y consignas de prevención de incendios o de protección ambiental para ocultar los nombres de los funcionarios.
«Si el equipo de inspección provincial descubre que miembros y funcionarios del Partido han donado dinero para construir templos y que incluso sus nombres han sido grabados en las placas de reconocimiento de donantes, se les revocará su membresía al Partido y se les relevará de sus funciones en el acto», afirmó un funcionario de la aldea.
Al mismo tiempo, miembros y funcionarios del Partido de la ciudad de Shangqiu, en la provincia central de Henán, también cubrieron con pintura sus nombres en las placas de reconocimiento de donantes de templos para salvar sus carreras.
Funcionarios obligados a firmar promesas y garantías
Las autoridades también han adoptado políticas de alta presión para obligar a los miembros y funcionarios del Partido de cada aldea a tomar medidas enérgicas contra la religión de manera proactiva.
En el mes de marzo, el Gobierno de la ciudad de Yongcheng, en la provincia de Henán, exigió que los miembros y funcionarios del Partido de cada aldea bajo la jurisdicción de la ciudad firmaran un compromiso, garantizando que en la zona no hubiera lugares de reunión religiosa privados en funcionamiento. A los funcionarios se les encomendó la tarea de informar sobre las actividades llevadas a cabo en lugares pertenecientes a la Iglesia Católica Clandestina y a iglesias domésticas protestantes, así como también a grupos enumerados como xie jiao. El que no presente informes será expulsado del Partido o sancionado de otro modo.
Según el director de una aldea, a cada aldea se le asignó un oficial de asistencia religiosa, y todos tuvieron que firmar una Declaración de Compromiso de Responsabilidad Laboral del Oficial de Asistencia de la Aldea que exige que los mismos visiten regularmente los lugares donde se lleven a cabo actividades religiosas para inspeccionarlos, seguir el contenido de los sermones e intervenir si se descubre alguna violación. Los oficiales deben patrullar el área con frecuencia e impedir la construcción de estatuas religiosas o el establecimiento de lugares de reunión privados y otros incidentes similares, e informar de ellos sin demora a sus superiores. También deben estar atentos e informar sobre cualquier predicador que no pertenezca al poblado, personas que sean miembros de alguna organización xie jiao y lugares religiosos que reciban o proporcionen alojamiento a extranjeros, así como también cualquier actividad que tenga por objeto atraer a nuevos creyentes.
El director de la aldea agregó que de manera sumamente frecuente se llevan a cabo reuniones donde se habla sobre la cuestión de las creencias religiosas. “En la actualidad, todas las confesiones religiosas están siendo restringidas. Si se descubren reuniones privadas compuestas por tres a cinco personas, se les impondrá una multa de 50 000 yuanes [aproximadamente 7200 dólares]. Si se descubren cruces en los hogares de personas cristianas, se les revocarán su subsidio mínimo de subsistencia, el subsidio de granos, y otros subsidios básicos de subsistencia».