Como resultado de las políticas discriminatorias, a los ciudadanos de etnia uigur y hui les resulta extremadamente difícil vender, comprar o alquilar propiedades inmobiliarias en Sinkiang, mientras que al mismo tiempo, las provincias vecinas están estableciendo controles sobre los hoteles que aceptan uigures.
Cualquier anuncio sobre viviendas que uno pueda ver en la capital de Sinkiang, Urumqi, está dirigido exclusivamente a chinos han, ya que el gobierno del PCCh dejó en claro que cualquier persona que realice transacciones con musulmanes se meterá en problemas. Para los uigures, alquilar un apartamento se ha vuelto una misión imposible, sin importar si tienen dinero suficiente como para pagar un año completo de alquiler.
La Sra. Wang, una residente china de etnia han, puso en venta, en octubre del año pasado, parte de sus propiedades inmobiliarias. Cuando dos empleados comunitarios la visitaron para registrar los detalles de los habitantes, le advirtieron que no les vendiera a uigures porque de hacerlo, la transacción nunca sería procesada.
Problemas similares ocurren cuando los uigures intentan vender sus propiedades. Sha Yanani (seudónimo) decidió poner en venta su apartamento debido a que su salud estaba desmejorando, y mudarse a otro lugar donde no tuviera que subir escaleras o usar el ascensor.
Cuando contrató a un agente inmobiliario, el mismo le dijo: «Al ser uigur, solo le podrá vender su propiedad a algún chino de etnia han». Hasta el día de hoy, la Sra. Sha no ha podido encontrar un comprador y continúa padeciendo debido a las políticas discriminatorias. Su hermano tampoco pudo vender su apartamento por la misma razón.
Las políticas en contra de los uigures también se han extendido a establecimientos hoteleros emplazados fuera de Sinkiang. La estación de policía de Xiyuan, de la ciudad de Lanzhou en la vecina provincia de Gansu, emitió recientemente un aviso, según el cual los hoteles deben informar a la policía cada vez que se registre un uigur.
Cualquier persona que no cumpla con esta orden estará sujeta a una «suspensión comercial para rectificación interna». Como consecuencia de ello, los hoteles locales y las casas de huéspedes han dejado de recibir a viajeros uigures.
Los chinos de etnia hui también están experimentando una situación similar. En el mes de marzo, empleados comunitarios descubrieron a una anciana de etnia hui que estaba viviendo en la residencia de su hija, en la ciudad de Kuitun, en la provincia de Sinkiang, mientras tomaban nota de los datos de identificación de los residentes.
La amenazaron con sacarla del apartamento de su hija a menos que les proporcionara los documentos que probaran que efectivamente era la madre de su hija y que no estaba registrada en el lugar de residencia declarado.
No obstante, incluso luego de que lograra reunir toda la documentación necesaria, pasando a través de numerosas complicaciones burocráticas, los funcionarios de la comunidad local le dijeron: «De acuerdo con las órdenes impartidas por nuestros jefes, no vamos a seguir adelante con el procesamiento (de la residencia registrada), ya que usted es una persona de etnia hui».
Información de Li Zaili