La persecución china continúa incluso después de la muerte, ya que las autoridades quitan cruces y lunas crecientes de las lápidas.
La eliminación de símbolos religiosos por parte de las autoridades chinas se ha expandido ahora a la remoción de cruces y lunas crecientes de cementerios y lápidas. Lo que en otros países es una escena común y que a menudo se pasa por alto —cruces que adornan tumbas y terrenos de iglesias— podría ser causa de persecución gubernamental en China.
El señor Wang es originario de un poblado en la ciudad de Gongyi, en la provincia central de Henán en China. Contó a Bitter Winter que, en abril del año pasado, mientras aún lloraba la pérdida de su esposa, recibió una llamada por parte del secretario del Partido en la aldea. El secretario dijo que el Gobierno estaba tomando medidas enérgicas en contra de las creencias religiosas y que el señor Wang debía quitar los pendones con pareados (poesía religiosa de dos líneas) cristianos que tenía en su casa y destruir la cruz roja que se encontraba en la tumba de su esposa.
La esposa del señor Wang había sido cristiana durante casi 30 años y él sabía lo que significaba la cruz para ella. Sin embargo, se sintió indefenso frente a la orden del Gobierno. “Cuando el Gobierno te dice que hagas algo, ¿quién se atreve a oponer resistencia?”.
Tampoco a un cristiano que murió hace cinco años se le permite descansar en paz. La señorita Liu Yun, de la ciudad de Anyang en la provincia de Henán, recibió una llamada telefónica de un funcionario de su villa en abril de 2018. El funcionario le exigió que regresara a casa y quitara la cruz de 1.60 metros de alto que se encontraba sobre la tumba de su esposo.
Los familiares de otro cristiano, Wang Yong, de la ciudad de Anyang, recibieron una advertencia por parte de funcionarios locales de la villa por utilizar cruces de papel en el servicio funerario de Wang Yong. También se emitió una advertencia similar a la familia de un cristiano fallecido en la ciudad de Ruzhou, en Henán.
Lejos de estos cementerios cristianos, en el condado de Weili, en la prefectura autónoma mongola de Bayingolin de Sinkiang, las autoridades han ordenado a los musulmanes locales que quiten los símbolos de luna creciente que se encuentran en las tumbas de sus familiares.
Este esfuerzo por quitar los símbolos religiosos de las tumbas es tan solo una faceta de una amplia campaña por eliminar la iconografía religiosa, desde cruces en edificios eclesiásticos, símbolos religiosos y carteles en las casas de las personas, hasta nombres con connotaciones religiosas en letreros de comercios y botes de pesca. De acuerdo con algunos cálculos, el año pasado, en la ciudad de Xinxiang de Henán, el Gobierno confiscó más de 20 000 pares de estandartes con pareados religiosos, derribó cruces y otros accesorios de construcciones en más de 300 lugares y clausuró el negocio de un comerciante que vendía baldosas de cerámica religiosas.
Las actividades religiosas normales también están siendo controladas en formas cada vez más rigurosas. Bitter Winter ya ha informado sobre múltiples casos en los que el Gobierno ha interferido en funerales de cristianos y musulmanes.
(Todos los nombres en este artículo son seudónimos.)
Información de Li Pei