El Gobierno hostigó a estos lugares de culto protestantes utilizando una amplia variedad de pretextos: desde «que molestaban a los vecinos» hasta «que apoyaban las protestas de Hong Kong».
por Ye Ling
En septiembre de 2019, la Agencia de Asuntos Religiosos de la provincia de Fujian organizó una conferencia para los directores de todas las iglesias protestantes administradas por el Estado. Un funcionario de la Agencia les dijo a los participantes que, debido a que durante los últimos años el cristianismo había crecido rápidamente en China, el Gobierno central había ordenado controlar dicho crecimiento mediante la reducción del número de lugares de culto.
De acuerdo con un pastor perteneciente a la Iglesia de las Tres Autonomías procedente de Fuzhou, la capital de Fujian, como resultado de ello, se seleccionaron más de 200 lugares de reunión pertenecientes a la Iglesia de las Tres Autonomías para clausurarlos, fusionarlos y reutilizarlos.
A fines de noviembre, el Gobierno clausuró el lugar emplazado en Qinting, subordinado a la Iglesia de Huaxiang —la iglesia de las Tres Autonomías más grande de Fuzhou— alegando que no estaba autorizado y que sus reuniones «perturbaban a la gente». Pero según algunos residentes de la localidad, el lugar nunca los molestó. Al mes siguiente, el director del lugar solicitó ser administrado por otra iglesia de las Tres Autonomías, pero su solicitud fue rechazada. «El Gobierno prometió aprobar nuestra solicitud, pero nunca lo hizo», afirmó un creyente del lugar clausurado. «Solo quieren eliminar nuestra fe, por temor a perder el control sobre tantas personas que creen en Dios».
Durante el mes de noviembre, funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos de Fuzhou confiscaron el certificado de registro de lugar de actividad religiosa de un lugar de reunión afiliado a la Iglesia de la Isla de Zhongzhou. La razón: la iglesia se encontraba situada en el distrito de Cangshan de la ciudad, mientras que el lugar de reunión en otro distrito, en Jin’an. El lugar se volvió ilegal sin el certificado y, en el mes de enero, tuvo que suspender sus actividades. En el mes de octubre, la Agencia clausuró otro lugar emplazado en el distrito, llamado Licuo, por «no estar autorizado».
Ocho lugares de reunión pertenecientes a la Iglesia de las Tres Autonomías emplazados en el poblado de Nanyu, administrado por el condado de Minhou de Fuzhou, fueron clausurados y fusionados con otras iglesias. A fines de noviembre, el Gobierno le ordenó al lugar emplazado en Mingjun, en el distrito de Mawei de Fuzhou, que retirara todas sus pertenencias y dejara de celebrar reuniones, alegando que se encontraba situado demasiado cerca de otra iglesia de las Tres Autonomías.
Un predicador perteneciente a la Iglesia de las Tres Autonomías, procedente de la ciudad de Putian, en Fujian, le dijo a Bitter Winter que en el mes de noviembre había asistido a una conferencia celebrada por la Agencia de Asuntos Religiosos de la ciudad. Los participantes fueron informados sobre las inminentes represiones contra las iglesias, utilizando el pretexto de que «países occidentales habían incitado a los cristianos de Hong Kong a unirse a las manifestaciones», y de que algunas iglesias del continente también apoyaban el movimiento prodemocrático.
Unos días después, el lugar del predicador fue clausurado bajo el pretexto de que no estaba autorizado. El mismo solicitó un nuevo permiso, pero su solicitud fue rechazada. «Un funcionario gubernamental me dijo que no podía aprobar mi solicitud porque a pesar de que seguía al Partido Comunista, creía en Jesús», afirmó el predicador.
En el mes de noviembre, funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos de la ciudad a nivel de prefectura de Heyuan, en Cantón, una provincia vecina de Hong Kong, hostigaron a un lugar perteneciente a la Iglesia de las Tres Autonomías, exigiendo saber si había sido visitado por algún residente de Hong Kong y dónde había sido distribuido el dinero de las donaciones. Los funcionarios explicaron que a las iglesias se les había prohibido tener cajas de donaciones por si planeaban recaudar dinero para apoyar a los manifestantes de Hong Kong. También enfatizaron que no estaba permitido el ingreso de menores en las iglesias porque el Gobierno teme «que salgan a la calle cuando crezcan, tal y como sucede en Hong Kong». El director del lugar tuvo que quitar la caja de donaciones así como también la cruz y otros símbolos religiosos.
«El Gobierno quiere restringir el desarrollo del cristianismo clausurando lugares, incluyendo a las iglesias administradas por el Estado», comentó un pastor perteneciente a la Iglesia de las Tres Autonomías procedente de Heyuan. «Desde que Xi Jinping asumió el cargo, la persecución religiosa se ha vuelto más severa que nunca. El mismo no permite que las personas crean en Dios y solo quiere que lo adoren a él».