En la provincia de Hunan, numerosas preguntas sobre la muerte de dos niños siguen sin ser respondidas. En lugar de buscar respuestas, la policía persigue a la familia agraviada.
por Shen Xiang
El 2 de enero de 2019, los cuerpos desnudos y sin vida de dos hermanos (Lu Yi de ocho años y Luo Zhiqiang de siete años) procedentes de la aldea de Wangxi administrada por la ciudad de Shaoyang, en la provincia central de Hunan, fueron encontrados en un riachuelo. Las autoridades policiales cerraron el caso apresuradamente y concentraron su energía en reprimir a la familia de los niños y a los que se manifestaban contra la crueldad del Gobierno.
La causa de la muerte parece sospechosa
Según la familia de los niños fallecidos, ambas víctimas tenían sangre extravasada visible en sus cavidades orales y nasales y signos de trauma en sus cuerpos. A Lu Yi le faltaban cinco dientes. En la nieve donde se encontraron los cuerpos se podían ver manchas de sangre, pero parecía que alguien había intentado cubrirlas. En las cercanías se encontraron escondidos un mango de azada, cables eléctricos y tela.
Existía una posibilidad definitiva de que se tratara de un homicidio, y los aldeanos locales incluso proporcionaron pistas sobre un posible sospechoso. No obstante, el 5 de enero, la Agencia de Seguridad Pública del condado de Longhui anunció que descartarían el homicidio como causal de la muerte de los niños. El 1 de marzo, la policía emitió un anuncio oficial, afirmando lo siguiente: “Tras investigar el área circundante e interrogar a los testigos, junto con los resultados de las pruebas, la Agencia de Seguridad Pública ha llegado a la siguiente conclusión de acuerdo con la ley: ‘Se ha descartado el homicidio. Los fallecidos se congelaron hasta morir en la escena de baja temperatura, húmeda y fría después de haberse quitado la ropa por voluntad propia’».
El anuncio provocó un gran alboroto entre los residentes de la aldea y la gente planteó muchas preguntas: ¿por qué dos niños se quitaron la ropa y se pararon en la escena del crimen hasta morir congelados? y, ¿los testigos realmente los vieron hacerlo como afirmó la policía?
Familiares interceptados
De abril a mayo, los familiares de los niños fallecidos viajaron en dos oportunidades a Pekín para presentar una petición ante el Gobierno, pero fueron rechazados por funcionarios de la Agencia de Cartas y Llamadas y se vieron obligados a regresar a su hogar.
El 13 de mayo, la Agencia de Seguridad Pública del condado de Longhui convocó a ocho familiares de los fallecidos para un «simposio de casos de muerte», el cual se celebró en una sala de conferencias completamente cerrada. Para evitar fugas, la policía se llevó todo lo que los familiares llevaban consigo, incluyendo sus teléfonos móviles, grabadoras de audio portátiles e incluso trozos de papel.
Después de la reunión, a pesar de las peticiones y protestas de la familia, la Agencia se negó a presentar el caso e investigar más a fondo, alegando que «no había pruebas de que se hubiera cometido un delito».
El 26 de mayo, la familia se enteró de que líderes del Gobierno central y provincial se iban a presentar en el condado de Longhui para inspeccionar cómo se estaba implementando la campaña para «aniquilar el crimen de pandillas y eliminar el mal». Los padres y la abuela paterna de los niños fallecidos decidieron aprovechar esta oportunidad para presentar sus reclamos ante los superiores. En camino para ver a los funcionarios fueron interceptados por la policía. Los padres de los niños fallecidos fueron arrestados.
Al día siguiente, nueve familiares se dirigieron a la Agencia de Seguridad Pública del condado para exigir la liberación de los padres de los niños, pero fueron amenazados con ser castigados por infringir la ley si continuaban apelando ante el Gobierno superior.
Personas detenidas por protestar en línea
El desprecio del Gobierno por la vida humana y el acoso de las víctimas provocó la ira del público. Numerosas personas se conectaron en línea para expresar su descontento, pero fueron rápidamente reprimidas.
Según algunos informes, al menos 20 personas fueron arrestadas por hablar en nombre de las víctimas. Entre ellos, el Sr. Fan fue detenido durante cinco días por comentar en la plataforma de mensajería WeChat: «El condado de Longhui está apoyando a un grupo de funcionarios malvados y corruptos». Un internauta llamado Sr. Chen permaneció detenido durante diez días por buscar justicia, y el Sr. Liu fue detenido durante diez días acusado de «perturbar el orden social» por publicar información en línea sobre sus sospechas respecto a la causa real de la muerte de los niños.
La policía confisca una carta de petición
El 9 de junio, la abuela paterna de los niños, con la ayuda de otros familiares, salió a la calle a recoger firmas para una carta de petición, mostrando fotografías de sus nietos muertos. Muchas personas firmaron la petición y donaron dinero, pero todo terminó cuando aparecieron cinco policías y le arrebataron por la fuerza la petición y las fotos a la anciana.
Desesperada, la mujer compró un lavabo de acero y deambuló golpeándolo como señal de protesta contra la injusticia.
Un oficial de policía pronto se le acercó y le dijo que sus nietos habían muerto a causa de su creencia en Dios. En respuesta, ella lo reprendió por torcer deliberadamente los hechos y calumniarla maliciosamente, y continuó golpeando el lavabo, llorando por sus nietos muertos y por la injusticia a la que se enfrenta la gente común en China.