Una pareja de pastores de la ciudad de Tongjiang perdió su Iglesia después de comprar libros religiosos de Corea del Sur, algo que los funcionarios consideran ilegal.
El pasado 21 de septiembre, Fang Ju y su esposo, ambos pastores de una Iglesia doméstica de la ciudad de Tongjiang, ubicada en la provincia de Heilongjiang, al noreste de China, junto con algunos colaboradores de la Iglesia, sostenían una reunión para discutir el trabajo relacionado con la misma cuando cuatro o cinco funcionarios del Buró de Asuntos Religiosos y del Buró de Seguridad Pública de la ciudad irrumpieron en el lugar y llevaron a cabo un registro ilegal. Después de encontrar varios libros religiosos que habían sido enviados por correo desde Corea del Sur, la policía afirmó que los libros no habían sido impresos ni publicados por la Iglesia Protestante del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías aprobada por el Gobierno.
Fang Ju y su esposo fueron detenidos de inmediato por tener “afiliaciones extranjeras”.
Tras graduarse de una escuela de teología, Fang Ju fue a estudiar a Corea del Sur durante tres años. Al regresar a China, se convirtió en pastora de una Iglesia doméstica. Su esposo, Zhou Gang, también es pastor. Las autoridades afirmaron que la pareja compró libros religiosos de Corea del Sur y que mantenía vínculos con comunidades religiosas del extranjero, en particular, de Estados Unidos y Corea del Sur. “Un problema serio”, según las autoridades.
“Si quieren condenar a alguien ni siquiera se preocupan por el pretexto”, indicaron algunos miembros de la Iglesia. “La Iglesia nunca ha invitado a pastores extranjeros, así que ¿de dónde viene esto de las ‘afiliaciones extranjeras’?».
El 22 de septiembre, los funcionarios de la Oficina de Seguridad Pública de la ciudad, del Departamento de Trabajo del Frente Unido, de la Oficina de Asuntos Religiosos, fuerzas policiales especiales y otros departamentos cortaron y destruyeron la cruz de la iglesia a la que pertenecía Fang Ju y clausuraron el lugar. Más de 300 creyentes perdieron su lugar de reunión y se vieron obligados a dispersarse. Ese día, Fang Ju y su esposo fueron liberados, pero la pareja recibió una advertencia de la Oficina de Asuntos Religiosos que les prohibía predicar. También se les indicó que sus teléfonos estaban intervenidos.
En los últimos años, en el marco del plan de sinización de la religión, las autoridades del Partido Comunista Chino (PCCh) han estado intensificando el control y supresión de las creencias religiosas bajo el pretexto de “luchar contra la penetración religiosa de fuerzas extranjeras” y “prevenir ideologías religiosas extremas”.
Muchas Iglesias de China han sido clausuradas o perseguidas por las autoridades simplemente por tener libros religiosos extranjeros o invitar a predicadores de otros países. En septiembre, el lugar de reunión de una Iglesia doméstica de Harbin, capital de Heilongjiang, también fue clausurada por el Gobierno local, porque había invitado a un predicador extranjero a dar un sermón.
(Todos los nombres en este artículo son seudónimos.)
Informado por Piao Junying