La presión implementada sobre los pastores independientes y sus comunidades para que se unan a la Iglesia protestante controlada por el Estado está aumentando.
por Lin Yijiang
Desde agosto de 2018, cientos de pastores de toda China han firmado la declaración conjunta titulada Declaración por el bien de la fe cristiana, afirmando que «[…] bajo ninguna circunstancia obligaremos a nuestras Iglesias a unirse a una organización religiosa controlada por el Gobierno, a registrarse en el departamento de administración religiosa, o a aceptar cualquier tipo de afiliación”.
Esta declaración se produjo en respuesta a la clausura de los sitios de reunión de Iglesias domésticas reconocidas, tales como la Iglesia de Sion emplazada en Pekín y la Iglesia de la Alianza de la Lluvia Temprana emplazada en Chengdu, llevada a cabo por autoridades. Estas y otras Iglesias domésticas han sido repetidamente acosadas por las autoridades por negarse a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías oficialmente controlada.
Desde la publicación de la declaración, los pastores que la firmaron han sido intensamente acosados por las autoridades debido a su firme compromiso con las creencias religiosas puras.
Tomemos, por ejemplo, el caso de un predicador procedente de la ciudad de Xiamen, en la provincia china suroriental de Fujian, que quiso permanecer en el anonimato por razones de seguridad, el cual fue acosado en reiteradas ocasiones durante los últimos meses. El 20 de noviembre, oficiales de la estación de policía local y miembros del personal de la oficina subdistrital le solicitaron registrarse en el Departamento de Asuntos Religiosos y que les proporcionara la información personal de los miembros de su Iglesia, así como también el número total de los mismos.
«Esto significaría vender a nuestros hermanos y hermanas, así que no había nada que discutir», afirmó el predicador. Cuando intentó defender sus derechos citando la ley, la policía le respondió: «¿De qué leyes nacionales estás hablando? Sé que has estudiado en el extranjero, pero esto es China».
Una semana después del incidente, la Iglesia fue acosada en dos oportunidades. Las autoridades nuevamente convocaron al predicador al Departamento de Asuntos Étnicos y Religiosos, y le ordenaron unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías y cooperar con las investigaciones gubernamentales. También le dijeron que no debía utilizar una caja de donaciones ni aumentar el número de miembros de la Iglesia, de lo contrario estaría infringiendo la ley.
“La forma en la que las leyes chinas están redactadas suena bien, pero, de hecho, ellos [la policía del Partido Comunista Chino (PCCh)] con frecuencia solo dicen ‘Yo soy la ley, lo que digo es lo que debe hacerse’” declaró abiertamente el predicador. “En realidad se trata de un juego [entre la Iglesia y el Gobierno], si das el brazo a torcer, se volverán cada vez más violentos”.
El jefe de una Iglesia doméstica emplazada en Fuzhou, la capital de la provincia de Fujian padeció una experiencia similar. El 5 de noviembre fue interrogado por las autoridades gubernamentales del condado por negarse a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías autorizada por el Gobierno. Las autoridades afirmaron que uno de los sitios de congregación pertenecientes a la Iglesia, La Casa de la Bendición Eterna, era considerado un sitio de congregación ilegal y que habían cambiado la estructura arquitectónica de la residencia sin contar con la aprobación pertinente.
En su defensa, el jefe de la Iglesia presentó los planos del edificio para demostrar que no había cambiado su estructura y les explicó que la congregación estaba conformada por amigos y familiares, por lo tanto no era ilegal.
Como respuesta, las autoridades trataron de sobornarlo. «Aquí tenemos un nuevo sitio de congregación para ti. Todo lo que tienes que hacer es [registrarte] para afiliarte a él», le dijo el presidente de la rama local del Comité del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías. Aún así, el encargado de la Iglesia se negó a hacerlo.
Desde marzo de 2018, el sitio de congregación perteneciente a La Casa de la Bendición Eterna ha sido acosado por las autoridades en 11 ocasiones. Durante este período, los suministros de agua y electricidad del mismo fueron cortaron durante un mes.
El día anterior al interrogatorio del jefe de la Iglesia, las autoridades enviaron a un grupo conformado por más de 100 oficiales para que allanaran La Casa de la Bendición Eterna una vez más y, gracias a que fueron advertidos a tiempo, los miembros de la congregación pudieron escapar del lugar antes de que los agentes llegaran al mismo.
Los miembros de la Iglesia consideran que es peligroso cumplir con las exigencias del Gobierno. “Las autoridades quieren que presentemos una aplicación para convertirnos en un sitio de actividad religiosa temporal. Este es un complot ideado por el Gobierno”, declaró un predicador de La Casa de la Bendición Eterna. “Si continuamos con el proceso de solicitud y registro, las autoridades utilizarán sus regulaciones religiosas para tomar el control de los sitios de congregación y el PCCh podrá hacer arreglos para que su personal ingrese a las iglesias cuando les plazca”.
El predicador se volvió filosófico cuando pensó en los efectos de la persecución gubernamental. “Este tipo de persecución a largo plazo es una verdadera prueba de fe”, afirmó. A pesar de que los miembros de la Iglesia aún no han sido detenidos, han sido sometidos a procedimientos arbitrarios, han sido acosados sin cesar y han padecido privaciones materiales tales como la suspensión de los suministros de electricidad y agua. El pastor teme que la persecución en curso eventualmente logre quebrantar la fe de su congregación.
Desde el mes de octubre, otros ocho sitios de congregación pertenecientes a Iglesias domésticas emplazadas en Fuzhou, incluidos los pertenecientes a la Iglesia Gelinlanjing y a la Iglesia Kangshanli, han sido constantemente hostigados por las autoridades que les exigen que se registren.
A pesar del hostigamiento llevado a cabo por el Estado, los pastores de Iglesias domésticas siguen mostrándose desafiantes. «Actuaremos de acuerdo con la Biblia y nos negaremos resueltamente a registrarnos [para unirnos a la Iglesia de las Tres Autonomías], porque si lo hacemos, el Gobierno interferirá en los asuntos internos de la Iglesia», declaró el encargado de un sitio de congregación.