Para extraditar a creyentes de la Iglesia de Dios Todopoderoso que han huido al extranjero, las autoridades chinas están monitoreando y persiguiendo a sus familiares en China.
por Jiang Tao
Miles de miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) han huido al extranjero a causa de las persecuciones que enfrentan por parte de las autoridades chinas, pero sus familiares que permanecen en el país siguen siendo hostigados.
Bitter Winter habló recientemente con la Sra. Zhao Ying (pseudónimo), miembro de la IDT de la provincia de Henán, cuyos dos hijos huyeron al extranjero hace dos años para evitar ser arrestados. Desde entonces, la Sra. Zhao se ve obligada a mudarse constantemente para evitar ser capturada y evadir las persecuciones.
La mujer recordó que, a principios de octubre de 2017, agentes del Departamento de Seguridad Pública llegaron a su aldea para investigar sus creencias religiosas. Ella no estaba en su hogar en ese momento, pero los oficiales igualmente les dijeron a sus vecinos que la misma creía en xie jiao (enseñanzas heterodoxas) y que sus dos hijos habían cometido traición al huir al extranjero y, por lo tanto, debían ser extraditados a China.
Posteriormente, la Sra. Zhao y sus familiares se vieron obligados a abandonar su hogar y tuvieron que cambiar su lugar de residencia cuatro veces en un año.
Según la Sra. Zhao, desde entonces, la policía ha intentado capturarla un par de veces más, pero ella y los miembros de su familia siguieron mudándose y, por lo tanto, lograron evitar ser arrestados.
Bitter Winter expuso anteriormente un documento emitido por el PCCh en julio de 2015. El documento requería explícitamente investigar exhaustivamente a los miembros de la IDT que habían abandonado el país, obtener una idea de las actividades que realizaban en el extranjero y seguir de cerca a sus familiares que aún vivían en China.
Además, el PCCh también obligó a los familiares de algunos miembros de la iglesia a cooperar con las autoridades obligando a los mismos a ser filmados y formar parte de videos de propaganda, en los que supuestamente «buscaban a sus parientes desaparecidos». En algunos casos, las autoridades incluso llevaron a algunos familiares al exterior para que participaran en manifestaciones falsas ideadas para socavar la solicitud de asilo de los miembros de la iglesia y extraditarlos a China, tal como ocurrió en Seúl, Corea del Sur, en los últimos días de agosto y a principios de septiembre de este año.