A modo de comentario de nuestra cobertura sobre la reciente represión llevada a cabo contra la Iglesia de Dios Todopoderoso, publicamos el texto y el video del discurso dado por un representante de dicha Iglesia en la manifestación llevada a cabo en Ginebra el 6 de noviembre de 2018 durante el Examen Periódico Universal de China.
¡Hola a todos! Soy una cristiana perteneciente a la Iglesia de Dios Todopoderoso. Hoy, día en el que China se presenta ante la ONU para su EPU, Examen Periódico Universal, es un gran honor estar aquí junto a tantas organizaciones y asociaciones que comparten las preocupaciones sobre los derechos humanos en China, y que exigen una mayor atención en lo relacionado al tema de la libertad religiosa.
Aplaudo la valentía de millones de uigures y demás musulmanes, budistas tibetanos, cristianos pertenecientes a Iglesias domésticas y activistas de derechos humanos que mantienen su fe mientras son perseguidos, arrestados, torturados y sometidos a tratos inhumanos en los temibles campamentos de “transformación por medio de educación».
El Partido Comunista Chino (PCCh) publica desde el año 1995 una lista de grupos catalogados como xie jiao. Este término es frecuentemente traducido como «sectas malignas», pero en realidad significa «enseñanzas heterodoxas». Las definiciones de este concepto son imprecisas y, de hecho, los grupos enumerados como xie jiao son simplemente movimientos religiosos que el Gobierno percibe como hostiles y peligrosos.
Mi Iglesia, la Iglesia de Dios Todopoderoso, fue fundada en China en el año 1991, y fue catalogada como xie jiao en el año 1995. Somos un nuevo movimiento religioso cristiano y creemos que Cristo ha regresado a la Tierra como Dios Todopoderoso, vive actualmente entre nosotros y enseña la plenitud de la verdad. Fuimos bendecidos con un veloz y espectacular crecimiento. En el año 2014, fuentes pertenecientes al Gobierno chino declararon que habíamos alcanzado la cifra de cuatro millones de miembros en China Continental.
El PCCh no solo nos persigue, sino que también lanzó una espectacular campaña de noticias falsificadas contra nuestra Iglesia, acusándonos de causar disturbios e incluso un homicidio. Gracias a Dios, durante los últimos años, académicos occidentales comenzaron a publicar estudios independientes fidedignos sobre nuestra Iglesia y demostraron de manera concluyente que las acusaciones son falsas.
La razón por la cual el PCCh nos persigue es que, al ser un régimen ateo, odia nuestra teología y teme nuestra feroz independencia del control estatal y nuestro rápido crecimiento. Aproximadamente 400 000 hermanos y hermanas pertenecientes a la Iglesia de Dios Todopoderoso han sido arrestados. Al menos 43 000 han sido sometidos a torturas y, en preparación para el Examen Periódico Universal de China, varias ONG respetadas han documentado unos 80 casos de persecución y muerte en prisión. 600 000 miembros de nuestra Iglesia han abandonado sus hogares y están huyendo para evitar ser arrestados. Varios miles han escapado al extranjero, donde a menudo no se les reconoce status de refugiado, debido a información falsa sobre nuestra Iglesia, a presiones ejercidas por el Gobierno chino y a hostilidad general hacia los refugiados.
Declaraciones juradas y documentos presentados ante el Consejo de Derechos Humanos para el Examen Periódico Universal relatan historias terroríficas sobre la enorme cantidad de nuestros hermanos y hermanas que son cazados como bestias, golpeados y torturados en China. Muchas mujeres han sido violadas en la cárcel, y en varios casos, se hallaron indicios de extracción de órganos en cuerpos de personas que murieron en prisión.
Hoy, musulmanes, budistas, cristianos, y mujeres y hombres íntegros, nos unimos para exigir que los crímenes perpetrados por el PCCh sean finalmente admitidos, que los torturadores y asesinos sean responsabilizados por sus actos, que los refugiados sean reconocidos como tales y que la voz de la libertad resuene en las Naciones Unidas.
Sofia Wu