Las autoridades chinas promueven una política de la era de Mao que enfrenta a las personas entre sí, al mismo tiempo que incrementan la militancia en cada una de las aldeas.
El Partido Comunista Chino (PCCh) está trabajando en una nueva y exhaustiva política denominada “Una aldea, una policía”, para que la misma sea implementada simultáneamente con la expansión de la Experiencia Fengqiao, un tipo de método de “mantenimiento de la estabilidad” que alienta a las personas a denunciarse entre sí. La nueva política aumentará la presencia de autoridades en aldeas de toda China. Por otra parte, también se ha enviado un edicto creado para atrapar a creyentes religiosos.
El Sr. Xiao (seudónimo), quien se autodenomina «agente de policía de aldea», procedente de la provincia china central de Henán, le proporcionó a Bitter Winter la foto de una notificación que recibió en agosto pasado, de su estación de policía local, en la cual se exigía que la policía de aldea investigara e identificara a todos aldeanos que tuvieran creencias religiosas.
Pero para que quede constancia: el Sr. Xiao no es un oficial de policía regular, él forma parte de la fuerza policial de reserva. En el año 2019, estos oficiales de policía o agentes auxiliares, los cuales operan hasta en las regiones rurales más remotas, serán extensamente desplegados por todo el país como parte de la iniciativa tendiente a promover la Experiencia Fengqiao, la cual alienta a las personas a atacarse mutuamente como un medio para suprimir la religión.
La notificación proporcionada por el Sr. Xiao no estaba acompañada por un sello oficial, por lo que es difícil saber qué burocracia la envió. Pero sí establece claramente a quién se supone que debe buscar la policía de aldea: personas que hayan viajado al extranjero por un extenso período de tiempo al igual que aquellos que hayan abandonado sus hogares por un tiempo, personas religiosas, aquellos que vivan en apartamentos alquilados que no revelen sus nombres reales, familias involucradas en celebraciones de reuniones religiosas secretas, etc.
“Aquellas personas que no regresen a sus hogares durante un extenso período de tiempo podrían ser creyentes que se estuvieran escondiendo para evitar ser arrestados o que estuvieran difundiendo el Evangelio lejos de su lugar de residencia. También es posible que ya hubiesen huido al extranjero. Por lo tanto, deben ser el foco de la investigación”, afirmó el Sr. Xiao. “Aquellas personas que no estén dispuestas a decir sus nombres reales también podrían ser creyentes que estuvieran huyendo, por lo cual, dicha información deberá ser reportada de inmediato».
El mismo añadió que, en el año 2018, investigar a los creyentes religiosos de la aldea fue uno de los puntos centrales de su trabajo.
Según un informe publicado el 7 de enero, el cual se halla en el sitio web del Departamento de Seguridad Pública de la provincia de Henán; en el mes de diciembre, Guo Shengkun, miembro del comité del Politburó y secretario de la Comisión Central de Asuntos Políticos y Legales del PCCh, señaló que «Una aldea, una policía” es la materialización y la portadora de una nueva era de la Experiencia Fengqiao, y que su implementación se extenderá desde el Gobierno rural hasta el urbano, y el comunitario.
Tal y como Bitter Winter ha informado previamente, a través de la expansión de la Experiencia Fengqiao, el Gobierno chino confía en la movilización de las masas para que los mismos se vigilen y denuncien mutuamente, como por ejemplo al emplear recolectores de residuos y arrendadores para espiar a los creyentes o movilizar a vigilantes de «brazaletes rojos» para «mantener el orden público».
La política de “Una aldea, una policía” está directamente relacionada con dicho objetivo.
En ocasiones también se la denomina política de “Una red, una policía”, siendo este el nuevo sistema del PCCh de dividir los vecindarios de las aldeas en 15-20 hogares por cuadrícula y proporcionarle a cada red su propio administrador especializado. De esta manera, el PCCh puede reforzar la vigilancia sobre los ciudadanos.
A un oficial de policía asignado para cubrir una aldea se le pueden destinar varios agentes de policía auxiliares, puede establecer un «punto de contacto de asuntos policiales», formar un «equipo de patrullaje de prevención y de gobernanza masiva» y designar otros oficiales de información. Su trabajo es cooperar con los oficiales de policía en la recolección de información, patrullaje y monitoreo, realizar propaganda de políticas gubernamentales, y otras tareas.
El Sr. Xiao le dijo a Bitter Winter que, por ser agentes de policía auxiliares, el Gobierno les había enviado un uniforme especial y herramientas de comunicación específicas a cada uno de ellos. Su principal responsabilidad es patrullar la aldea. El mismo tiene autoridad para realizar interrogatorios, e incluso registrar forasteros o vehículos que ingresen a la aldea. Si descubre personas sospechosas, puede tomarles fotos y utilizar equipos especiales para transferirlas a una base de datos que se halla alojada dentro del sistema de seguridad pública.
“Algunos de los agentes de policía de aldea son miembros del comité de aldea que llevan a cabo los dos trabajos de manera simultánea, muchos de los otros son rufianes locales o personas con mala reputación, que harían cualquier cosa para ganar dinero y que no temen lastimar personas. En general, son personas que están relativamente familiarizadas con la situación de la aldea», afirmó.
Algunas aldeas de la provincia de Anhui también están reclutando agentes de policía auxiliares. El Gobierno les envía motocicletas de policía eléctricas y vestimenta especial, y los mismos se encargan de patrullar toda la aldea.
«En nuestra aldea, la mayoría de estos ‘agentes de policía de aldea’ son rufianes», afirmó un cristiano. “Con el pretexto de verificar el registro de hogares, visitan los hogares de muchos cristianos para investigar y hacerles preguntas sobre sus familiares. Toman fotos y graban videos de algunos cristianos. A veces, incluso nos siguen».
Recientemente, la principal tarea del Sr. Xiao ha sido enfocarse específicamente en los aldeanos que pertenecen a la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT), la policía de aldea en siete aldeas cercanas ya ha reportado información relacionada con creyentes en Dios Todopoderoso en sus redes asignadas.
«Nuestra tarea es verificar la información de estas personas, para que podamos tener un conocimiento completo de sus familiares, de su situación familiar, de sus números de teléfono móvil, de su paradero, de sus depósitos bancarios, etc. Esta información será puesta en línea y será compartida en toda la provincia”, explicó el Sr. Xiao. “El Gobierno también se encarga de que obtengamos información sobre la IDT. También hay competencias, evaluaciones y recompensas para los oficiales de policía de aldea que hayan denunciado a la mayor cantidad de creyentes pertenecientes a la IDT».
Hasta la fecha, la provincia de Henán ha desplegado 45 197 agentes de policía auxiliares, 9834 agentes de policía regulares fueron asignados a comunidades y se abrieron 39 150 oficinas de asuntos policiales (estaciones de policía pequeñas y a veces móviles).
E, irónicamente, algunas iglesias de las Tres Autonomías también han sido convertidas en oficinas de asuntos policiales. Una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la aldea de Muchangtun de la ciudad de Anyang es una de ellas. La misma posee un cartel que dice: «Oficina de asuntos policiales de la aldea de Muchangtun perteneciente a la política Una aldea, una policía».
El creciente control sobre las zonas rurales llevado a cabo por las autoridades chinas es evidente: desde la publicación del Documento Central Nro. 1 en el año 2018, titulado Opiniones sobre la Implementación de la Estrategia de Vitalización Rural, el cual requiere implementar restricciones contra las religiones en áreas rurales, pasando por el Proyecto Ojos de Lince, mediante el cual se han instalado innumerables cámaras de vigilancia en áreas rurales, hasta el actual sistema de “Una aldea, una policía”.
Información de Jiang Tao