Una fuente interna reveló a Bitter Winter cómo los oficiales del poblado de Ulan-Usu en el condado de Shawan, usan pretextos falsos para atraer a los musulmanes a la estación de policía y posteriormente encerrarlos en un campamento local de «transformación por medio de educación».
Una noche, a fines de marzo de este año, tres policías irrumpieron en la casa del imán Wang Jian y le dijeron que los acompañara porque había algo que tenían que verificar. Su hijo, Wang Qiang, respondió que estaba oscureciendo y que su padre era demasiado viejo y frágil para ir con ellos. Para su sorpresa, ambos hombres fueron llevados por la fuerza a la estación de policía y luego fueron enviados al campamento de «transformación por medio de educación» del condado de Shawan.
De acuerdo con una fuente interna, en el campamento, de 17 a 18 personas conviven en cada habitación, las cuales aproximadamente miden 50 metros cuadrados. Es allí donde comen, beben y usan el baño, razón por la cual las habitaciones huelen mal y están sucias. Al vivir en tales condiciones, Wang Jian pronto se enfermó gravemente y quiso regresar a su hogar para buscar tratamiento, pero no se le permitió hacerlo inmediatamente. Solo después de que el encargado del campamento finalmente se diera cuenta de que la enfermedad del hombre mayor avanzaba rápidamente, y temiendo tener que asumir la responsabilidad si algo sucedía, envió a Wang Jian al hospital. Una vez que comenzó a recuperarse, no obstante, fue llevado nuevamente al campamento de «transformación por medio de educación».
Desde que se llevaron a su esposo e hijo, la esposa de Wang ha estado preocupada por el tormento al que están siendo sometidos y se encuentra extremadamente ansiosa y angustiada. Además, el trabajo de su hijo era la principal fuente de ingresos para toda la familia y él estaba ayudando mucho en la casa, por lo que ella ha quedado en una situación difícil.
Fuentes locales informan que, en abril, muchos más musulmanes de la mezquita del imán Wang Jian también fueron engañados por la policía y enviados al campamento de «transformación por medio de educación».
Los hermanos musulmanes Chen Shui y Chen Tao trabajan como conductores en Urumqi. El 9 de abril de 2018, a las 11:30 de la mañana, Chen Shui regresó de Urumqi a su hogar situado en el condado de Shawan, y media hora más tarde, dos oficiales se presentaron y le pidieron que los acompañara para verificar algunos asuntos. Creyendo en lo que le decían, Chen Shui fue a la estación, y finalmente, también terminó en el campamento de «transformación por medio de educación» del condado de Shawan.
Dos días después, un oficial de la misma estación de policía llamó al hermano menor de Chen Shui, Chen Tao, y le pidió que fuera a la estación. Fue arrestado esa misma tarde, justo cuando regresaba de Urumqi, y en el lapso de una hora, ya se encontraba encerrado en el mismo campamento que su hermano. Él cree que su teléfono fue monitoreado durante un tiempo, ya que, no mucho antes de su arresto, le había enviado un mensaje a un amigo desde su teléfono celular, afirmando: «La fe en Dios es buena, y Dios es bueno, yo también tendré fe en Dios”. Probablemente, fue este mensaje el que alertó a la policía.
Cao Qiang, otro musulmán local, sufrió el mismo engaño por parte de la policía y fue enviado al campamento el 10 de mayo. Su familia no ha podido visitarlo desde ese día.
(Todos los nombres en este artículo son seudónimos.)
Informado por Li Zaili