Continúan los arrestos de creyentes de la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana. Los detalles de la golpiza a la que fue sometida una fiel ilustran el alcance de la injusticia.
Tal y como informó Bitter Winter, el 9 de diciembre, la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana emplazada en Chengdu, la capital de la provincia china suroccidental de Sichuan, fue clausurada por la fuerza, acusando a su pastor, Wang Yi, de «incitar a la subversión del poder estatal». Varios creyentes permanecen detenidos hasta la fecha. Una fiel de la Iglesia ha sido arrestada en seis ocasiones. Ahora pueden ser contados los detalles de la golpiza a la que fue sometida por oficiales de policía.
Según la organización China Aid, en la mañana del domingo 13 de enero de 2019, aproximadamente diez miembros de la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana fueron arrestados mientras se encontraban reunidos en el hogar de una pareja, el Sr. Chen Shaowen y la Sra. Li Chengju. Entre los detenidos por la policía había once personas adultas y tres niños (las edades de los niños oscilaban entre 2 a 7 años). Cuatro de los detenidos recibieron detención administrativa por un plazo de 15 días.
Pero Li Chengju no formaba parte de la reunión, porque ya había sido arrestada una semana antes. Estaba cumpliendo una detención administrativa de 15 días, por lo cual a su esposo, Chen Shaowen, se le permitió volver a su hogar para hacerse cargo de sus hijos.
Durante el último año y desde el inicio de la persecución de la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana, la Sra. Li ha sido arrestada en seis ocasiones. El 9 de diciembre, al llevarse a cabo el arresto masivo de más de 100 miembros de la Iglesia, la Sra. Li fue golpeada brutalmente por la policía. Luego de ser liberada, les relató de manera detallada a otros cristianos de la Iglesia la brutalidad policial a la que fue sometida.
La Sra. Li describió la golpiza de la siguiente manera: «Durante la reunión [el 9 de diciembre], la policía detuvo al diácono de la Iglesia, Ge Yingfeng. Al ver que utilizaba mi teléfono móvil para tomar fotos, la policía trató de quitármelo, pero no se los di. Les dije: ‘Lo que están haciendo es ilegal. Ingresaron sin una orden de registro’. Al oír esto, los oficiales de policía se enfurecieron. Tres de ellos me tiraron al suelo. Algunos de ellos me pateaban, mientras que otros me golpeaban violentamente con sus puños. No paraban de preguntarme: «¿Te rindes?” Un oficial de policía separó mis manos por la fuerza y me quitó el teléfono móvil».
Durante ese incidente, Christian Wang Qiang (seudónimo) fue empujado contra una pared y golpeado por varios agentes de policía por negarse a proporcionar información personal. La Sra. Li intentó ayudar a rescatar a Wang Qiang, pero fue golpeada en el rostro por policías de la Brigada de Seguridad Nacional, los cuales la derribaron al piso. Cuando se puso de pie, tres policías se apresuraron a capturarla y volvieron a derribarla. Los mismos la insultaban mientras la golpeaban. Durante la golpiza, le arrancaron varios mechones de cabello.
«La policía dijo que me habían ‘lavado el cerebro’. Me golpearon mientras lanzaban blasfemias y me dijeron que me tumbara boca abajo y que no me moviera», afirmó Li Chengju. «De manera instintiva intenté ponerme de pie, pero nuevamente fui golpeada salvajemente por varios policías, lo cual me provocó una severa inflamación en la cabeza».
Este episodio de brutalidad policial fue presenciado por la hija de ocho años de la Sra. Li, quien solo pudo apartarse y llorar.
A las 10 en punto de esa noche (9 de diciembre), la Sra. Li y otros dos cristianos fueron llevados a la estación de policía, donde los oficiales continuaron atacándolos. «La Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana ya ha sido clausurada», afirmaron. «Incluso si en el futuro salen a difundir el evangelio, tienen prohibido volver a la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana».
Cuando Li Chengju se negó a negar su fe, un oficial le dijo con arrogancia: «¡Ven a adorarme! Arrodíllate ante mí. ¿Dónde está Jesús? ¿Vas a hacer que Él me castigue? ¡Yo soy la ley! ¡Si regresas a la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana te mataremos! ¡La próxima vez que te arrestemos, serás golpeada con mayor crueldad, e incluso perderás más cabello!».
Según la lista de miembros arrestados publicada en la página oficial de la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana de Facebook, la cual fue actualizada el 15 de enero, de los 22 miembros detenidos, ocho han sido puestos en libertad bajo fianza y 14 aún se encuentran encarcelados, de los 12 miembros que fueron sometidos a detención administrativa, siete todavía permanecen detenidos.
En la actualidad, el pastor Wang Yi de la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana ha sido acusado del crimen de «incitar a la subversión del poder estatal». Muchos otros han sido acusados de cargos tales como «generar peleas y provocar problemas» y «llevar a cabo operaciones comerciales ilegales», y permanecen detenidos. Las autoridades del Partido Comunista Chino (PCCh) han «elevado» a los grupos religiosos comunes a la categoría de organizaciones que ponen en peligro la estabilidad del poder estatal, y la intensidad de la represión gubernamental continúa incrementándose. Como ya saben los musulmanes uigures y los grupos religiosos designados por las autoridades del PCCh como «xie jiao«, una vez que una organización ha sido tildada de «poner en peligro la estabilidad del régimen», será sometida a actos de violencia y reprimida.
Para la mayoría de los cristianos pertenecientes a la Iglesia de la Lluvia Temprana, la persecución a la que se ven sometidos por las autoridades está lejos de finalizar.
Según un creyente de la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana quien fue obligado por la policía a regresar a su ciudad natal, todos los creyentes de esta Iglesia provenientes de lugares diferentes a la ciudad han sido enviados de vuelta a sus lugares de origen para ser detenidos y castigados, y se les prohibió regresar a Chengdu. En cuanto a los creyentes locales de Chengdu, cualquier persona que viva en la iglesia debe mudarse, y es obligada a firmar una declaración en la cual prometen romper los lazos con la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana, dejar de creer en Dios y dejar de difundir el evangelio. Aquellos que se nieguen a firmar tal promesa serán despedidos de sus puestos de trabajo, detenidos y encarcelados. Los creyentes locales en Chengdu son severamente perseguidos. Por ejemplo, cuatro o cinco oficiales de policía son asignados para vigilar durante todo el día los hogares de varios creyentes de Chengdu. Numerosos creyentes de Chengdu han sido capturados y detenidos penalmente. A pesar de que algunos de ellos son liberados luego de un par de semanas, los mismos son arrestados, liberados, arrestados nuevamente, liberados una vez más y así sucesivamente. Esta situación continúa repitiéndose hasta el día de hoy.
Según infiltrados al PCCh, la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana de Chengdu siempre ha sido uno de los principales objetivos de la represión llevada a cabo por el Gobierno. Ahora que la iglesia ha sido clausurada, será más fácil perseguir a otras Iglesias.
Ya hemos sido testigos de este accionar, cada vez son más las iglesias que se encuentran en la mira del Partido. El pastor Francis Liu, de la Fraternidad Cristiana China de Rectitud, con sede en San Francisco, afirmó: «Se ha informado a través de muchos canales que la policía les dice a las personas a quienes arresta que sus iglesias son iglesias ilegales, que sus creencias religiosas son erróneas y que su organización está catalogada como xie jiao. Por supuesto, el comportamiento de las autoridades es extremadamente ‘malvado’. Mientras que un movimiento sea desfavorable a ellos (las autoridades), o crean que está organizado y representa una amenaza para su gobierno, entonces lo tildarán categóricamente de xie jiao«.
A pesar de las amenazas y del abuso, la fe de la mayoría de los creyentes sigue siendo fuerte. Luego de haber sido arrestada en numerosas oportunidades y de correr el riesgo de que la persecución a la que se ve sometida pueda llegar a intensificarse en el futuro, Li Chengju le dijo a Bitter Winter, «Seguiré asistiendo a reuniones. No me avergüenzo de ello. Por el contrario, desprecio la violencia desplegada por el PCCh. Creo que es motivo de júbilo que los creyentes puedan sufrir unidos junto al Señor».
Informado por Yao Zhangjin