Las autoridades están utilizando pretextos absurdos para que los cristianos no puedan practicar su fe y predicar. Esta nueva era es la de los predicadores.
por Li Ping
El nuevo pretexto que el Gobierno chino está dando para despojar a los predicadores de sus permisos es: usted es demasiado viejo. Eso es lo que le dijeron a Zhang Qian, quien ha sido cristiana por más de 30 años y que se ha desempeñado como predicadora voluntaria en una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la ciudad de Donggang, provincia de Liaoning. En julio de 2018, funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos de la ciudad y del Consejo Cristiano Chino confiscaron su licencia de predicación, alegando que era «demasiado vieja» y que «las personas mayores de 60 años no tienen permitido predicar».
Desde la implementación del nuevo Reglamento sobre Asuntos Religiosos, el Gobierno ha sido particularmente estricto en su control sobre las Iglesias, exigiendo que se dejen de celebrar reuniones en todos los lugares de reunión pertenecientes a Iglesias domésticas y obligando a los creyentes de Iglesias domésticas a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías sancionada por el Estado. Pero esto no termina allí, tal y como afirmó un pastor que habló bajo condición de anonimato: las autoridades han adoptado medidas más estrictas en lo que respecta a las Iglesias de las Tres Autonomías sancionadas por el Gobierno, exigiendo que los predicadores solo den sermones en dichas iglesias y prohibiéndoles asistir a iglesias domésticas o a sitios de reunión pertenecientes a la Iglesia de las Tres Autonomías que no hayan sido aprobados para predicar y brindarles asistencia a los creyentes.
“La religión también ha sido prohibida en el pasado, pero ha sido más severamente prohibida desde que entró en vigencia el nuevo Reglamento”, afirmó el pastor. “En la actualidad, todos los lugares de reunión pertenecientes a la Iglesia clandestina han sido clausurados. Solo podemos celebrar reuniones y dar sermones en lugares religiosos controlados por el Gobierno. Si predicamos en otro lugar, según el Gobierno, dicho acto será considerado ‘ilegal’ y seremos arrestados”.
De hecho, al confiscar los permisos de predicación y revocar las certificaciones de los predicadores, las autoridades están tratando de restringir el desarrollo del cristianismo, agregó el pastor. Casi dos tercios de los permisos de los 40 predicadores voluntarios de la Iglesia de las Tres Autonomías en la ciudad de Donggang han sido confiscados.
“Actualmente, las creencias religiosas están siendo controladas en todos los niveles, desde la Agencia de Asuntos Religiosos hasta el Gobierno de cada poblado y aldea. El Partido Comunista Chino (PCCh) no permite la libertad religiosa», afirmó el pastor anónimo.
Además de ser «demasiado viejos», los predicadores que regresan a China desde el extranjero también son inhabilitados y reprimidos, y no se les permite dar sermones.
A fines de noviembre de 2018, el Predicador Zhao Ruilin de la ciudad de Dandong, recibió una notificación procedente de la Agencia de Asuntos Religiosos, afirmando que, debido a que había estado en Corea del Sur, ya no se le permitía dar sermones en la iglesia. En el año 2015, Zhao Ruilin fue a estudiar a un seminario teológico en Corea del Sur durante tres años y medio, y recibió un certificado allí. Luego de regresar a China en junio de 2018, se desempeñó como predicador en una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la ciudad de Dandong.
Para garantizar el liderazgo absoluto del PCCh sobre la religión, las autoridades han tomado estrictas precauciones contra la «penetración de fuerzas extranjeras», dirigidas principalmente a los cristianos procedentes de Corea del Sur en China. Como consecuencia de ello, varios predicadores de origen surcoreano han sido deportados.
Algunas personalidades religiosas creen que, con la severa represión implementada contra las Iglesias surcoreanas en China, muchos predicadores chinos que han estudiado teología en Corea del Sur también serán considerados «fuerzas extranjeras» y serán inhabilitados y vigilados por las autoridades cuando regresen a China. Mientras tanto, las autoridades han aumentado las restricciones y la represión implementada contra los predicadores, dejando cada vez menos espacio para que se desarrolle el cristianismo.
(Todos los nombres en este artículo son seudónimos.)