Para obtener las credenciales necesarias de las autoridades gubernamentales, los predicadores deben demostrar que conocen la cultura china y el socialismo en vez del cristianismo.
Hace poco, Bitter Winter tuvo acceso a un documento clasificado sobre los exámenes que deben presentar los predicadores en China. Establece que, para obtener la licencia, además de comprender las reglas y enseñanzas cristianas, los predicadores deben tener “conocimientos sobre los estatutos y políticas del Partido y la sinización del cristianismo (la política de adaptar las religiones a la ideología socialista), así como comprender la cultura y costumbres tradicionales chinas (como el Festival Qingming y el año nuevo chino)”.
En el documento también se exige “vetar los sermones de prueba que violen las políticas y los estatutos o sean contrarios a la sinización”. Por otra parte, para los predicadores que se desempeñen bien políticamente, “las restricciones de edad pueden flexibilizarse hasta los 65 años”.
Los predicadores están molestos por tales políticas, puesto que sienten que el contenido evaluado en los exámenes no está relacionado con la Biblia. Muchos temen que esto sea un ataque insidioso contra el cristianismo: al controlar el contenido religioso que se predica, el Partido Comunista Chino controlará indirectamente cómo se practica el cristianismo en China. Todo guarda relación con el objetivo de “sinización del cristianismo” del Partido.
Según informes recientes, los exámenes ya están en marcha en Henán. Periodistas de Bitter Winter hablaron con uno de los evaluados sobre sus experiencias. Se trata de un predicador de la Iglesia del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías, controlada por el gobierno, de la ciudad de Shangqiu.
A finales de agosto, funcionarios de la oficina del comité de su vecindario examinaron a los predicadores en su iglesia. Sólo se les permitió predicar el evangelio durante 15 minutos, luego fueron interrogados sobre su contenido.
Los funcionarios también les hicieron preguntas sobre los valores más importantes del socialismo y las fiestas tradicionales chinas, especialmente las relacionadas con los ancianos. Un predicador mencionó el “día del padre” y “día de la madre” entre las fiestas y recibió una reprimenda. Los funcionarios le dijeron que esas eran “fiestas foráneas”. Otro predicador que habló sobre la Navidad recibió una respuesta similar.
Informado por Jiang Tao