Obligados a elegir entre la lealtad a su fe o al PCCh, quienes optan por lo primero pagan un alto precio: suspensión, expulsión y represión de por vida.
por Wang Yong
En China, los maestros y docentes universitarios tienen la tarea de cultivar «sucesores socialistas» y están obligados a «ser leales a la causa educativa del Partido«; de la misma forma que a los militares, los miembros del Partido Comunista y los funcionarios públicos, también se les prohíbe tener creencias religiosas. Mientras tanto, los estudiantes son obligados a renunciar a su fe, o de lo contrario son expulsados.
Profesor universitario suspendido
Un miembro del personal docente, quien posee un doctorado de una universidad en la provincia norteña de Shanxi, fue degradado y luego suspendido a causa de sus creencias religiosas.
En el mes de abril, luego de que el profesor fuera denunciado por participar en reuniones religiosas, la universidad lo suspendió bajo el pretexto de ser «sospechoso de infringir la ley».
Antes de la suspensión, la universidad había presionado repetidamente al profesor para que renunciara a su fe diciéndole que, en su carácter de funcionario público, no podía participar en reuniones religiosas y que debía mantenerse alejado de los «lugares ilegales». Durante la investigación, la administración universitaria lo amenazó con retener su salario y suspenderlo de sus funciones si era arrestado.
Esta no era la primera vez que el profesor se metía en problemas con las autoridades: hace dos años, presionado por el equipo de inspección central, la universidad lo había sancionado por «realizar actividades misioneras ilegales». Poco después, fue degradado y suspendido de sus funciones docentes, dejándolo únicamente con un salario básico.
A pesar de que el profesor regresó al trabajo tras una suspensión de dos meses, ahora solo se le asignan tareas serviles. Además, es considerado una «persona políticamente sensible» y todos los meses debe presentarle un informe ideológico a la universidad.
«Es un momento de crisis para las creencias religiosas en China», le dijo a Bitter Winter, añadiendo que desde hace mucho tiempo está preparado para ser despedido en cualquier momento.
En noviembre de 2017, un profesor asociado de una universidad en la provincia norteña de Shanxi fue suspendido a causa de su fe y recibió una sanción administrativa de un año de duración. A pesar de que el período disciplinario ha expirado, aún no se le han restaurado sus funciones docentes.
Estudiante de escuela militar expulsado
En China, en muchos casos, quienes eligen seguir su conciencia y adherirse a su fe religiosa pagan el precio de dicha decisión.
Un estudiante de una academia militar, de 22 años de edad, especializado en tecnología de defensa nacional, fue expulsado de la institución por negarse a abandonar su fe cristiana. En el mes de julio recibió un aviso de expulsión luego de que la academia realizara una exhaustiva investigación de las creencias religiosas de los estudiantes. La investigación fue organizada por una orden de la Comisión Militar Central emitida a principios de 2019.
Según fuentes, la academia sabía que el estudiante era religioso mucho antes de que se inscribiera, pero aún así accedió a admitirlo debido a sus excelentes calificaciones. La institución trató de utilizar la «educación ideológica» para hacer que el joven cristiano abandonara su fe durante sus estudios, dejándole en claro que los cristianos no están permitidos en la academia y que los soldados ciertamente no pueden tener creencias religiosas. Se le dio una opción: dejar la academia o abandonar su fe.
«Para mí, la fe es más importante que mi vida», afirmó con franqueza el estudiante cristiano. «Sin mi fe, no tendría vida».
Un creyente de una iglesia doméstica procedente de la ciudad de Yantai en la provincia oriental de Shandong, de 25 años de edad, tuvo una experiencia similar. Se alistó en el ejército, pero fue expulsado de su unidad en el año 2017 a causa de su fe.