Informar solo «buenas noticias» sobre lo negativo se ha convertido en la herramienta más utilizada por el PCCh para ocultar la verdad y falsificar la realidad. Ya se trate de desastres naturales o el brote de coronavirus.
por Bai Lin
A principios de julio, mientras las lluvias torrenciales y las inundaciones asolaban el sur de China, provocando la muerte y el desplazamiento de numerosos residentes, en los medios de comunicación dirigidos por el Partido Comunista Chino (PCCh) reinaba la armonía y la calma. La mayor parte de los informes sobre las noticias actuales en estos medios estaban impulsados por la «energía positiva» —un concepto que se ha hecho popular en los círculos del PCCh desde que el presidente Xi Jinping comenzó a utilizarlo a nivel nacional e internacional—, en marcado contraste con los informes, fotos y videos de dolor y sufrimiento publicados en las redes sociales. Una vez más, el régimen utilizó la «energía positiva» para manipular la opinión pública.
Existen abundantes ejemplos de dichas manipulaciones. El 11 de mayo, luego de que fuertes lluvias bloquearan la entrada de una estación de metro en el pueblo nuevo de Zhujiang, el distrito comercial de la capital de la provincia de Cantón, Cantón, los medios de comunicación oficiales locales se concentraron en informar sobre la modernidad y la belleza del distrito, y no sobre los problemas que la gente debió enfrentar a causa de las lluvias.
Los reportajes de interés basados en el concepto de «energía positiva» han sido, y continúan siendo, utilizados por los portavoces del PCCh al momento de informar sobre el brote de coronavirus, con el objetivo de adoctrinar a las personas con patriotismo.
Desde el mes de febrero, los informes sobre «cero nuevos casos confirmados de COVID-19» han sido las noticias de «energía positiva» más populares. Los medios de comunicación estatales elogiaron al Gobierno por tener al brote bajo control y se jactaron de que, a lo largo de toda China, la gente está lista para volver a trabajar.
Video: un periodista sostiene un texto preparado para un empleado de una comunidad de Wuhan, el epicentro del brote de coronavirus, para alabar al PCCh en televisión por contener el virus.
En el mes de febrero, un medio de comunicación local de la provincia oriental de Shandong informó sobre un paciente con coronavirus que había sido dado de alta de un hospital, mientras los trabajadores médicos lo despedían felizmente. No obstante, una fuente gubernamental familiarizada con la situación le dijo a Bitter Winter que el paciente del video era un funcionario del Gobierno local que nunca estuvo infectado. «El Gobierno asignó esta tarea propagandística y ordenó mantenerla en secreto», explicó la fuente. «El empleado no quería desempeñar dicho papel, pero tuvo que hacerlo luego de que sus oportunidades de promoción se vieran amenazadas».
La construcción de hospitales improvisados en Wuhan utilizando materiales prefabricados y en tiempo récord ha creado un gran revuelo en todo el mundo y también ha sido utilizada por el PCCh con fines propagandísticos. Los medios de comunicación estatales repetidamente informaron sobre la «energía positiva» existente en estos hospitales, mientras los trabajadores médicos y los visitantes bailaban y cantaban canciones patrióticas, alabando al Gobierno por sus «sabias decisiones».
Un paciente de uno de los hospitales improvisados le dijo a Bitter Winter que, el 27 de febrero, un equipo de televisión visitó el hospital para elaborar un artículo sobre los casos de miembros del PCCh que contrajeron el virus mientras trabajaban para contenerlo; pero cuando los pacientes comenzaron a quejarse de las insuficientes medidas tomadas por el Gobierno para prevenir el brote de coronavirus, los mismos se marcharon.
«Varias personas querían contarles a los reporteros la precaria situación de sus familias, pedir ayuda o expresar su frustración por la imposibilidad de comunicarse con la línea directa del coronavirus de la ciudad», afirmó el paciente. «Eso no era lo que los reporteros querían». Según el mismo, algunos pacientes les dijeron a los reporteros que los funcionarios gubernamentales y los medios de comunicación «no se preocupaban por la vida de las personas». «Les dijeron a los reporteros en la cara que ‘no predicaban con el ejemplo’, no querían compartir las noticias desfavorables para el Partido», añadió la fuente.
En el mes de febrero, el alcalde de una ciudad de la provincia de Shandong, acompañado por un equipo de televisión, visitó un hospital para expresarle su agradecimiento al personal del establecimiento. Según una fuente procedente del hospital, los trabajadores médicos a los que se les efectuarían las entrevistas habían sido seleccionados con antelación. A los mismos se les dijo que elogiaran los logros del Gobierno en lo que respecta a la derrota de la epidemia y que agradecieran a sus líderes por la ayuda brindada, lo que ha hecho que todos se sientan «sumamente felices».
«No se permitió entrevistar a ningún paciente por temor a que dijeran algo indebido», explicó la fuente. «El alcalde se limitó a formularles algunas preguntas al personal médico que lo rodeaba, sin prestarle atención a los pacientes. El informe posterior se refirió a la paz y a la prosperidad y a cómo nuestros líderes están cerca de la gente. Todos esos informes son falsos; ninguno de ellos representa la realidad».
En el mes de mayo, un canal de televisión local de la ciudad de Zibo de Shandong filmó un episodio sobre el secretario del Partido de una aldea que desinfectaba las áreas públicas y las puertas de los hogares de los aldeanos y luego distribuía verduras entre los residentes. «Te enviaré más cuando termines esto», afirma el secretario amablemente mirando a la cámara.
Al final resultó que, según uno de los miembros del equipo de televisión, el desinfectante era agua corriente, y el secretario del PCCh nunca distribuyó ningún tipo de verdura entre los atribulados aldeanos. Aparentemente, solo fue otra farsa para engañar y distraer a las personas de los problemas de la vida real utilizando «energía positiva».