La provincia que sufrió la mayor parte de los ataques perpetrados contra cristianos acaba de presenciar uno más: 300 funcionarios equipados con una excavadora destruyeron una iglesia aprobada por el Estado.
Durante el último año, la provincia china central de Henán ha sido testigo de la persecución más severa llevada a cabo contra el cristianismo. Miles de cruces han sido derribadas y una gran cantidad de iglesias han sido destruidas por las autoridades.
En la víspera de Navidad, las autoridades destruyeron una iglesia de las Tres Autonomías controlada por el Gobierno, ubicada en el condado de Luyi de la ciudad a nivel de prefectura de Zhoukou, la cual había sido construida hace menos de dos años.
Según miembros de la Iglesia, las autoridades habían planeado demoler la iglesia desde abril de 2018, debido a que la misma había sido fotografiada por un satélite. A fin de proteger la iglesia, más de 20 creyentes montaron guardia en turnos durante todo el día. En un intento desesperado por evitar el accionar gubernamental, el líder de la Iglesia comenzó a decirle a la gente que habían vendido el edificio.
El 18 de diciembre de 2018, 300 miembros del personal gubernamental del condado de Luyi, de la brigada de seguridad, del Departamento de Tierras y Recursos, y de otros departamentos llegaron a la iglesia local de las Tres Autonomías, y declararon que la destruirían respetando las órdenes de sus superiores. Más de 20 vehículos fueron enviados al lugar, entre los que se incluían coches de escuadrones de inspectores de seguridad, camiones de bomberos, y vehículos de policía, para sellar las intersecciones cercanas a la iglesia y así mantener a los civiles y a los creyentes alejados.
Un funcionario local le anunció a la multitud: «Nuestros superiores nos han dicho que, si no derribamos esta iglesia hoy, seremos despedidos».
Durante la demolición, Liu Fang (seudónimo) y otros dos cristianos se adelantaron para tratar de detener la destrucción. En respuesta, un funcionario declaró: “Tenemos imágenes satelitales de esto [la iglesia]. La misma tiene que ser demolida”. Dos agentes de policía tiraron a la Sra. Liu al suelo, la golpearon y patearon, y luego le esposaron las manos detrás de la espalda. Otro miembro de la Iglesia fue sujetado por cuatro policías. La policía los amenazó diciendo: “En este momento, estamos demoliendo su iglesia; posteriormente, vendremos a arrestarlos».
Los oficiales utilizaron una excavadora para derribar la iglesia. Luego de dos horas, la iglesia quedó en ruinas.
La iglesia siendo demolida:
Los líderes de la Iglesia habían tratado de hacer todo respetando las leyes y regulaciones a fin de evitar futuros problemas legales. En marzo de 2017, antes de que comenzara a ponerse en marcha la construcción, los líderes presentaron una aplicación en la oficina local de administración de tierras y recibieron todos los permisos necesarios.
La construcción de la iglesia costó más de 500 000 yuanes (aproximadamente 73 000 dólares), dinero que provino de donaciones realizadas por los creyentes. “Trabajamos arduamente para construir esta iglesia. Ahora que la han destruido, hemos perdido nuestro hogar», dijo un cristiano llorando.
Información de Jiang Tao