Las autoridades han lanzado una campaña en escuelas primarias y secundarias tendiente a investigar si los niños y sus familiares son creyentes.
por Lin Yijiang
En China, los alumnos pertenecientes a familias religiosas son perseguidos e incluso pueden ser expulsados de la escuela si las autoridades determinan que sus familias creen en Dios.
El hijo de una cristiana, la Sra. Zhang (seudónimo), de la ciudad de Zhangzhou, en Fujian, llevó a su hogar una notificación procedente de su jardín de infancia en la cual se alentaba a los padres a brindar información sobre la fe religiosa de amigos y familiares. Un maestro de la escuela afirmó que las autoridades de la misma exigían que todos los padres la firmaran, de lo contrario sus hijos se verían obligados a cambiar de escuela.
La Sra. Zhang se negó a firmar la notificación y durante dos semanas la maestra le envió varios mensajes exigiéndole que lo hiciera. Durante este período, el hijo de la Sra. Zhang se mostró reacio a ir a la escuela. Solo después de una larga conversación con su hijo, los padres se dieron cuenta de que la verdadera razón era que la maestra lo estaba reprendiendo porque su madre se negaba a firmar la notificación en cuestión. La misma lo regañó y lo obligó a permanecer de pie en un rincón en numerosas ocasiones, no le permitían alimentarse mientras otros niños comían bocadillos y la escuela incluso se negó a entregarle libros como una forma de castigo.
La Sra. Zhang tuvo que trasladar a su hijo a otra escuela, pero el niño todavía se siente traumatizado por el incidente y a menudo teme que su maestra lo haga permanecer de pie en una esquina. La Sra. Zhang afirma que si llegara a experimentar una situación similar en la nueva escuela, no sabría cómo manejarla.
Según informes, en la actualidad, muchas escuelas están enviando notificaciones y cuestionarios similares para poder investigar las creencias religiosas. Algunas escuelas asignan tareas en las que los alumnos deben redactar ensayos antirreligiosos.
Una escuela primaria emplazada en la ciudad de Fujin, en Heilongjiang, ha adoptado un enfoque diferente para investigar las creencias religiosas de las familias de los alumnos. Los maestros les exigen a los niños subir al escenario y leer en voz alta textos de propaganda antirreligiosa. Según se informa, las autoridades escolares emplean este método para identificar «comportamientos sospechosos», esperando que los niños pertenecientes a familias cristianas no quieran recitar tal contenido blasfemo.