Conservados de generación en generación, los lugares sagrados mediante los cuales las familias muestran respeto a sus antepasados son apropiados por el Estado para impartir adoctrinamiento, clausurados o demolidos.
por An Xin
Una parte integral de las religiones populares de China, las salas ancestrales (conocidas en chino como citang o zongci) y los templos están construidos para rendir tributo y orar a los sabios para honrar el linaje familiar. Los mismos registran la historia, la cultura y las tradiciones de un clan familiar, así como también las costumbres populares, las cuales son transmitidas de generación en generación. Estas salas son consideradas sagradas e inviolables, pero no por el régimen comunista.
Nueva era de destrucción del pasado
«Debemos transmitir continuamente nuestros ‘genes rojos’, cultivar fuertes sentimientos patrióticos y extraer fuerza espiritual de esto», les explicaba un orador de un curso de capacitación sobre maquinaria agrícola y agronomía a los participantes del mismo reunidos en la sala ancestral de la familia Huang, emplazada en la aldea de Gutang de la provincia suroriental de Jiangxi. En la actualidad, en esta sala ancestral se imparten clases similares semanalmente.
La sala ancestral de la familia Huang ha sido apropiada por el Estado y convertida en una «estación de práctica civilizatoria para una nueva era», como parte de un programa implementado por el Gobierno del condado de Chongren. De manera sucesiva, las salas ancestrales de la localidad han sido reconvertidas en salas de conferencias u otras «actividades rojas».
Video: en el salón ancestral de la familia Huang se realizó una actividad para «repasar el juramento del Partido».
La construcción de “estaciones de práctica civilizatoria para una nueva era” forma parte de un proyecto nacional lanzado por el PCCh a fines del año 2018, en virtud del cual, numerosas iglesias ya han sido reconvertidas para ser utilizadas por el Gobierno. Según informes oficiales del Gobierno, la iniciativa es considerada una herramienta sumamente importante para «promover ‘el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era’ con el fin de que se arraigue en el corazón de las personas». Las estaciones deberían ser utilizadas para «asegurarse de que los Gobiernos de nivel comunitario lleven a cabo y fortalezcan el trabajo propagandístico ideológico del Partido de una manera eficaz».
Durante la Revolución Cultural, numerosas salas ancestrales fueron dañadas o destruidas. Las que sobrevivieron fueron convertidas en escuelas o almacenes. No fue hasta la década de 1980 que las salas ancestrales se fueron recuperando de manera gradual. Pero en la actualidad, el PCCh se está asegurando de que sean erradicadas para siempre.
El 1 de julio, fecha que marca el aniversario del Partido Comunista Chino, la sala ancestral de la familia Huang fue utilizada para llevar a cabo una presentación que respondía a la temática: «Obedece y sigue al Partido, sé agradecido con el Partido, arremángate y trabaja duro: la caballería ligera de la literatura y las artes rojas visita las bases”. A pesar de los intentos de promover el espectáculo, el mismo no atrajo a los residentes de la aldea: solo unos pocos se quedaron hasta el final.
Video: poema «Siempre sigue al Partido», recitado durante una actuación en una sala ancestral.
«Prácticas civilizatorias» para erradicar las religiones
El difunto obispo de la diócesis de Yujiang, Thomas Zeng, vivía en la aldea de Xiazhang del condado de Chongren, donde la mayoría de sus residentes son católicos. El 23 de mayo, la Agencia de Cultura y Turismo del condado organizó una actuación sobre la temática de «transformación religiosa» en la sala ancestral de la familia Zeng, la cual también fue convertida en una «estación de prácticas civilizatorias». Antes del espectáculo, el secretario del Partido del condado pronunció un discurso, exigiéndoles a los aldeanos que «reconocieran la ley» y condenó a los católicos que se niegan a unirse a la Asociación Patriótica Católica China, refiriéndose a ellos como xie jiao –grupos religiosos prohibidos y perseguidos en China–. «Este es el mundo de Xi Jinping. Deben seguir al Partido”, proclamó el secretario.
Según informes de los medios de comunicación estatales, la campaña para «convertir salas ancestrales en salas de conferencias» también está siendo implementada en otras partes de la provincia de Jiangxi, tales como el condado de Shanggao bajo la jurisdicción de la ciudad de Yichun y el condado de Guangchang, administrado por la ciudad de Fuzhou.
En el mes de julio, se colocaron en el muro exterior de una sala ancestral emplazada en la aldea de Xiejia del distrito de Linchuan de la ciudad de Fuzhou placas que decían: «Obedece al Partido, sé agradecido con el Partido, sigue al Partido» y «Centro de actividades culturales». Residentes de la aldea afirmaron que los funcionarios amenazaron con demoler el edificio si no se colgaban dichas placas. Consignas y letreros similares fueron colocados en los muros de por lo menos otras ocho salas ancestrales emplazadas en el distrito de Linchuan.
Clausuradas o demolidas
Mientras tanto, algunas salas ancestrales que no habían sido reutilizadas fueron clausuradas de manera permanente o destruidas. El 17 de marzo de 2018, la Sala Ancestral Changfeng, emplazada en el condado de Xianyou en la provincia suroriental de Fujian, cuya construcción costó más de siete millones de yuanes (alrededor de 980 000 dólares), fue violentamente demolida bajo el pretexto de que se encontraba «demasiado cerca del Centro Administrativo del Condado y era demasiado ruidosa”.
Los residentes de una aldea administrada por el poblado de Diqiao, bajo la jurisdicción de la ciudad de Huangshi en la provincia central de Hubei, informaron que no solo se les prohibió reconstruir una sala ancestral dañada, sino que el Gobierno destrozó aún más el edificio. Las autoridades locales afirmaron que no aprobarían ningún permiso para construir salas ancestrales, porque «el Estado no permite construir salas ancestrales ni templos».
Un edicto emitido por una localidad de Fujian a fines del año pasado confirma las palabras de los funcionarios. El documento titulado: Puntos de vista orientadores del Departamento Provincial de Asuntos Étnicos y Religiosos de Fujian sobre el fortalecimiento del trabajo de gestión de los lugares de actividad de creencias populares prohíbe la construcción de nuevos lugares dedicados a las religiones populares. Los lugares en funcionamiento que necesitan ser reubicados, expandidos o reconstruidos deberán pasar por un estricto proceso de múltiples niveles para obtener las aprobaciones de la Agencia de Asuntos Religiosos, la Agencia de Tierras y Recursos, la Agencia de Construcción, la Agencia de Planificación y otros departamentos gubernamentales.
El documento también establece que la gestión de los lugares de actividades de las religiones populares deberá ser incorporada a la gestión de la red a nivel comunitario. El Gobierno municipal (u oficina subdistrital) y los comités de aldeanos o residentes deberán asignar personal para que se encargue de este trabajo y llevar a cabo una estricta supervisión. Todos los lugares deberán aceptar que sus finanzas sean administradas por el Gobierno, y no se les permitirá aceptar ayuda financiera proveniente del exterior. Los lugares de culto de las religiones populares no registrados deberán ser demolidos, reutilizados o fusionados.