Un documento confidencial del Gobierno central revela el plan del PCCh tendiente a reprimir y eliminar más de 30 iglesias, principalmente procedentes de Corea del Sur y Estados Unidos.
por Zhou Hua
Luego de que el Departamento de Trabajo del Frente Unido y el Ministerio de Seguridad Pública adoptaran conjuntamente este año el Plan de trabajo de la operación especial para investigar y lidiar con la infiltración cristiana extranjera según la ley, los gobiernos provinciales de todo el país han estado intensificando la represión de los grupos religiosos procedentes del extranjero que están activos en China.
Bitter Winter ha accedido a un documento del Gobierno central que enumera más iglesias a ser reprimidas e incluye nuevas localidades en China donde se deben implementar actividades represivas. Debido a que el Partido Comunista Chino (PCCh) está investigando a fondo cualquier tipo de fuga de información relacionada con la represión religiosa, y a fin de preservar la seguridad de nuestras fuentes, no estamos proporcionando imágenes del documento.
Tal y como se indica en el documento, la campaña contra los grupos religiosos es implementada en base a una serie de directivas dadas por el presidente Xi Jinping, en las que exige detener a las fuerzas extranjeras que «se infiltran en China por medio de la religión». «Nunca permitan que fuerzas religiosas extranjeras formen un sistema dentro de nuestro país; nunca permitan la formación de fuerzas antipartidistas y antigubernamentales en el campo religioso», cita el edicto al presidente Xi.
El Departamento de Trabajo del Frente Unido y el Ministerio de Seguridad Pública tienen a su cargo la creación de un grupo líder central encargado de supervisar la operación especial en todo el país.
Según el documento, los objetivos principales de la represión continúan siendo las nueve iglesias cristianas que son bastante activas en China: de Estados Unidos los Jóvenes Discípulos de Jesús, Cru (conocida hasta el año 2011 como “Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo»), la Iglesia Evangélica Luterana, la Iglesia de Bo’ai; y de Corea del Sur la Iglesia Sungrak (literalmente Iglesia de la Música Sagrada), la Iglesia del Corazón Amoroso (사랑 교회), la Iglesia de Shixinhui, la Iglesia de Canaán (가나안 교회) y la Iglesia de Aiwei’er. Además, otros 24 grupos religiosos surcoreanos han sido incluidos en la lista de objetivos, no obstante, la copia del documento no los detalla explícitamente.
Como parte de la operación especial del PCCh contra la infiltración extranjera, desde principios del año pasado, las iglesias cristianas surcoreanas han sido objeto de una severa represión. La campaña de este año tiene como objetivo evitar la reapertura de las iglesias clausuradas, y tal y como se indica en el documento, «investigar y castigar cada vez que se descubra alguna, y evitar resueltamente que [las mismas] ganen impulso».
La operación especial está dividida en dos fases: «reconocimiento e investigación» y «represión y eliminación».
Durante la primera fase, los grupos religiosos fueron investigados de acuerdo con parámetros específicos: sus antecedentes, entornos organizativos y miembros, sucursales y lugares de actividad en China, contactos, así como también la escala y el alcance de las actividades en China, información sobre iglesias cristianas domésticas afectadas, lugares de reunión y creyentes, evangelismo en línea, información sobre fondos, operaciones «ilegales», e información sobre si alguna de las 24 iglesias procedentes de Corea del Sur ha reanudado sus actividades en China.
La fase de represión y eliminación se dividió en dos rondas. Durante la primera, realizada en los meses de abril y mayo, se asignaron unidades administrativas a nivel provincial para reprimir grupos religiosos específicos. Por ejemplo, la capital Pekín, la metrópoli costera de Tianjin, Shanghái y las provincias de Liaoning y Jiangsu debían concentrarse en eliminar a los Jóvenes Discípulos de Jesús y a Cru. Las provincias de Zhejiang, Hubei y Hunan recibieron la orden de concentrarse en la Iglesia de Aiwei’er, mientras que Pekín y Tianjin, así como también las provincias de Heilongjiang, Zhejiang, Jiangxi, Hubei y Cantón, en las 24 iglesias con sede en Corea del Sur recientemente añadidas.
Durante la segunda ronda, implementada desde mediados de junio hasta fines de agosto, los gobiernos de algunas provincias, incluidas Guangxi, Guizhou y Yunnan, debían reprimir y eliminar a la Iglesia Evangélica Luterana, la provincia de Zhejiang a la Iglesia de Bo’ai, Pekín, Hebei, Liaoning, Jilin, Shanghai, Fujian y Henán a la Iglesia de Sungrak, las provincias de Zhejiang, Shandong, Henán y Cantón a la Iglesia del Corazón Amoroso, Jilin, Anhui, Chongqing, Sichuan y Yunnan a la Iglesia de Shixinhui, y la provincia de Fujian a la Iglesia de Canaán.
La campaña de represión tiene como objetivo eliminar completamente las iglesias relacionadas con el extranjero mediante las siguientes acciones:
- clausurando sus lugares de actividad, asociaciones, sucursales, seminarios, centros de formación religiosa y similares;
- obligando a los «infiltrados» a abandonar China dentro de un período de tiempo específico y estableciendo procedimientos para prohibirles ingresar nuevamente a China. Con respecto a aquellos que ya se hayan ido, asegurarse de que no vuelvan a ingresar.
- Confiscando publicaciones y penalizando (o incluso persiguiendo la responsabilidad penal contra) instituciones o personas involucradas en la publicación, distribución o impresión de materiales relacionados con iglesias extranjeras;
- educando y sancionando a los creyentes chinos afiliados a iglesias procedentes del extranjero;
- revocando las licencias de las «empresas encubridoras” (establecidas por grupos religiosos o por sus miembros para brindar apoyo financiero a grupos religiosos) y gestionando sus cuentas bancarias;
- clausurando o bloqueando sitios web relacionados con iglesias procedentes del extranjero.
El documento también hace especial hincapié en la confidencialidad: “Se prohíbe cargar documentos relacionados con la operación especial en los sitios web del Gobierno. Está estrictamente prohibido organizar el trabajo a través de grupos de WeChat u otros canales no clasificados».