Muchos negocios se han visto obligados a cambiar sus nombres, eliminando cualquier tipo de referencia a la fe, incluso si los letreros no estaban destinados a ser religiosos en lo absoluto.
Li Guang
Las Reglas para el uso prohibido y restringido de nombres de empresas, promulgadas en agosto de 2017 por la Administración Estatal de Industria y Comercio, estipulan que los nombres de las empresas no deben contener nombres de organizaciones religiosas ni poseer connotaciones religiosas.
Bajo los requisitos de esta política, Henán, Heilongjiang, Shaanxi y otras provincias han puesto en marcha una serie de medidas enérgicas contra los letreros de las tiendas: se exige la modificación o eliminación de cualquier letrero que contenga palabras o símbolos relacionados con el cristianismo, el budismo, el islam u otras religiones. Según un infiltrado en el Gobierno, las autoridades planean eliminar todos los elementos religiosos existentes en los letreros para el año 2020.
En el mes de abril, un condado en la provincia central de Henán emitió un documento en el que exigía modificar los nombres de empresas o negocios industriales y comerciales individuales que contuvieran palabras religiosas, tales como, islam, Biblia, Santa María, Emmanuel, Bodhisattva, Mahoma, musulmanes, etc.
Según el propietario de una tienda local, se ha ordenado que se cambien todos los carteles que posean connotaciones religiosas, incluidas palabras y frases. El que no acate dicha orden deberá pagar una multa, y su licencia comercial será revocada.
A mediados de abril, mientras inspeccionaban una tienda llamada Méng’ēn Fúshì (蒙恩服飾, Méng’ēn significa «recibir la gracia de Dios» y Fúshì significa «vestimenta»), los funcionarios reprendieron al propietario de la misma, afirmando: «¿Has recibido la gracia de Dios, pero no has recibido la gracia de Xi Jinping?” El dueño de la tienda se vio obligado a cambiar el nombre del establecimiento.
Un vecindario en el distrito de Xigong de la ciudad de Luoyang, en la provincia de Henán, fue inicialmente llamado Yē-cì Chéng (耶賜城, literalmente «Ciudad Otorgada por Jesús»). Dado que Yē-cì contiene el significado implícito «otorgado por Jesús», las autoridades ordenaron que el nombre fuera cambiado a Tiānxī Chéng (天錫城).
El pasado mes de noviembre, miembros del personal de la Agencia de Industria y Comercio de la ciudad de Luoyang inspeccionaron una tienda llamada Tiāngāng Shāngdiàn (天罡商店, literalmente «Tienda de la Osa Mayor») y le ordenaron a la propietaria de la misma que cambiara el nombre a Tiān-háng Shāngdiàn (天航商店, literalmente «Tienda Navegante de los Cielos» o «Tienda Navegante Celestial») ya que tiāngāng es también un término taoísta, que significa «Dioses de las estrellas de la Osa Mayor». Según otro comerciante anónimo, la razón por la cual la propietaria eligió el nombre original de la tienda fue porque el nombre de su hijo es Tiangang.
En el mes de enero, Hóng’ēn Guójì Yòujiào Zhōngxīn (鴻恩國際幼教中心, literalmente «Centro Educativo Internacional de Infancia Temprana de la Gran Gracia»), emplazado en el poblado de Longmen, bajo la jurisdicción del distrito de Luolong en Luoyang, se vio obligado a cambiar su nombre a Qǐ- Diǎn Míngxīng Yòu’éryuán (啟點明星幼稚園, literalmente «Jardín de Infantes Punto de Partida de Celebridades»). Las autoridades pensaron que la palabra hóng’ēn (鴻恩, que significa “gran gracia”) podría hacer que la gente pensara en la gracia de Dios.
Del mismo modo, Yīdiàn Yòu’éryuán (伊甸幼稚園, literalmente «Jardín de Infantes Edén»), también emplazado en el distrito de Luolong, se vio obligado a cambiar su nombre a Lántiān Yǔ Yòu’éryuán (藍天雨幼稚園, literalmente «Jardín de Infantes Lluvia del Cielo Azul»).
En la ciudad de Luoyang, Shàngdì Měishíchéng (上帝美食城, literalmente «Ciudad de Comidas Gourmet de Dios») fue rebautizado como Shàngdì Měishíchéng (尚帝美食城, lo que significa «Ciudad de Comidas Gourmet del Emperador Shang»).
El documento procedente de Henán también establece que, en China, el árabe no es el idioma de una minoría étnica, y que los nombres de las calles y los letreros no pueden estar escritos en árabe ni incluir elementos relacionados con el islam: todos los edificios, instalaciones públicas y oficinas de comités de aldeas (o comunidades) en las que el Gobierno ha invertido deberán ser modificados por medio de renovación, redecoración y cambios de color y apariencia.
La arquitectura de estilo islámico de la Calle Beiji de Comida Halal de la ciudad de Jilin, en la provincia nororiental de Jilin, cuya construcción costó 100 millones de yuanes (aproximadamente 14,5 millones de dólares), fue demolida por la fuerza, lo que demuestra la determinación de las autoridades de destruir todos los elementos religiosos sin importar el costo.
A mediados de octubre del año pasado, miembros del personal del Comité de Asuntos Étnicos y Religiosos del distrito de Erqi de la ciudad de Zhengzhou, en la provincia de Henán, y de la oficina subdistrital local se presentaron en una mezquita donde descubrieron un vehículo con patrones y símbolos islámicos que estaba siendo preparado para un funeral. Los funcionarios rociaron con aerosol los caracteres chinos hánghǎi Qīngzhēnsì (航海清真寺, literalmente “La Mezquita Naútica”) y algunos símbolos islámicos del vehículo.
«La actualidad se parece a la época de Revolución Cultural. El Partido Comunista Chino (PCCh) ni siquiera dejará pasar un solo carácter relacionado con creencias religiosas: odia la religión y teme que el incremento en la cantidad de personas que creen en Dios afecte su régimen», afirmó un predicador cristiano local. «Xi Jinping está reprimiendo todas las religiones porque desea que todos crean en él, al igual que Mao Zedong hizo que la gente gritara ‘Larga vida al presidente Mao’».