Los cristianos de estas conservadoras iglesias domésticas protestantes se enfrentan a una persecución cada vez mayor, ya que sus lugares de reunión emplazados a lo largo de China son allanados por la policía y clausurados.
por Shen Xiang
El 21 de junio, la policía allanó un lugar de reunión perteneciente a una Iglesia doméstica de Sola Fide emplazado en la ciudad de Linfen, en la provincia norteña de Shanxi, donde 22 creyentes estaban celebrando una reunión. Los teléfonos móviles de los miembros de la congregación fueron incautados, y al líder de la Iglesia, el pastor Wang Xiaoguang, se le prohibió seguir organizando reuniones religiosas y se lo amenazó con ser arrestado si desobedecía dicha orden.
Según una fuente que solicitó permanecer en el anonimato, la policía descubrió el lugar tras monitorear los teléfonos de Wang Xiaoguang y de otros creyentes. El Gobierno del distrito de Yaodu en Linfen les había exigido a las oficinas del subdistrito donde residían los miembros de la Iglesia que los vigilaran y presentaran informes diarios sobre su paradero.
Wang Xiaoguang y su esposa, Yang Rongli, quien estaba a cargo de la Iglesia, ya habían sido arrestados a causa de su fe en el año 2009 y sentenciados a tres y siete años de prisión, respectivamente. Tras ser liberados, fueron designados como objetivos clave de la vigilancia gubernamental. En enero de 2018, las autoridades utilizaron explosivos para demoler la Iglesia del Candelero de Oro de Sola Fide emplazada en Linfen. Consecuentemente, múltiples lugares de reunión pertenecientes a la Iglesia fueron clausurados, obligando a los creyentes a dispersarse en grupos más pequeños.
“Es importante tener en cuenta que la principal razón por la que las iglesias de Sola Fide son perseguidas es su firme negativa a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías en lugar de su teología. Hasta cierto punto, las diferencias teológicas son toleradas en China, siempre y cuando dichas iglesias acepten someterse a la Iglesia de las Tres Autonomías y a sus líderes designados por el PCCh», señaló en su artículo sobre Sola Fide, Massimo Introvigne, editor en jefe de Bitter Winter.
A mediados de mayo, un lugar de reunión perteneciente a una Iglesia doméstica de Sola Fide emplazado en la ciudad de Chenzhou de la provincia central de Hunan, fue clausurado por negarse a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías. Algunos miembros de la Iglesia le dijeron a Bitter Winter que, desde el mes de marzo, funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos local habían estado presionando a la persona a cargo del lugar para que se uniera a la Iglesia oficial. Los mismos proclamaron que los nuevos Reglamentos sobre Asuntos Religiosos exigen que todas las iglesias domésticas se unan a la Iglesia de las Tres Autonomías y amenazaron, afirmando que quienes desobedecen las órdenes impartidas por el Partido Comunista Chino (PCCh) «están condenados a sufrir». Al creer que la nueva ley sobre religión promulgada por el Gobierno chino es inconstitucional, el líder de la Iglesia se negó a ser gobernado por el Estado.
“En las iglesias de las Tres Autonomías, los sermones no respetan en absoluto la palabra de Dios, incorporan regulaciones y políticas nacionales, los valores socialistas centrales y la cultura tradicional”, le dijo a Bitter Winter un fiel de la Iglesia. “Las iglesias de las Tres Autonomías se han transformado en lugares ateos y son completamente controladas por el Gobierno».
Una iglesia doméstica de Sola Fide emplazada en la ciudad de Zhangjiajie de la provincia de Hunan, también fue reprimida por negarse a unirse a la Iglesia de las Tres Autonomías.
Un miembro de la congregación relató que, a fines de marzo, funcionarios gubernamentales se presentaron en los hogares de los miembros de la iglesia, siguiendo una lista que habían adquirido, e intentaron obligarlos a firmar promesas para dejar de asistir a la iglesia. Les advirtieron a los creyentes que no firmar el documento significaba violar la ley, y que si no lo hacían serían encarcelados. Algunos creyentes de edad avanzada fueron amenazados con la revocación de sus beneficios y subsidios estatales. Varios feligreses firmaron el documento bajo una enorme presión, y el lugar de reunión fue clausurado en el mes de abril y todos sus activos fueron confiscados.
A fines de junio, un lugar de reunión de Sola Fide emplazado en la ciudad de Wuhan, en la provincia central de Hubei, también fue clausurado y su predicador fue arrestado.
Un creyente recordó que el día de la redada, la policía ahuyentó a los congregantes del lugar y detuvo a la persona a cargo para interrogarla, exigiendo saber cuánto dinero procedente de donaciones tenían y quién era el responsable de guardarlo. El creyente recordó que uno de los funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos local que allanó el lugar afirmó que no se permitiría la existencia de ningún lugar religioso ilegal en el área bajo su responsabilidad.
En el mes de mayo se clausuró un lugar de reunión de Sola Fide emplazado en Weihai, un puerto marítimo y una ciudad a nivel de prefectura de la provincia oriental de Shandong. Desde entonces, la congregación ha estado celebrando reuniones de manera secreta. A fin de evadir la vigilancia, los creyentes son extremadamente cautelosos, ya no utilizan teléfonos para contactarse entre sí y toman caminos de montaña escondidos para poder llegar a sus reuniones, le dijo a Bitter Winter un miembro de la iglesia.