Las autoridades chinas utilizan lo último en tecnología para monitorear a la disidencia. Los macrodatos permiten que WeChat y que otras redes sociales rastreen cada movimiento llevado a cabo por los ciudadanos.
Ya en el año 2017, la ONG Human Rights Watch informó que se estaba utilizando un nuevo sistema de macrodatos a nivel nacional denominado «Police Cloud» (Nube Policía) para monitorear y rastrear a las denominadas «personas clave».
En China, las «personas clave» se encuentran enumeras en una lista negra para ser vigiladas, y la misma a menudo incluye disidentes, activistas, miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) y musulmanes uigures en Sinkiang. Tan pronto como una persona clave presente su tarjeta de identificación o haga algo utilizando un sistema de nombre real, será monitoreada y podrá ser investigada en cualquier momento.
Zhang Jie es miembro de la IDT. En el año 2012, fue arrestada por la policía por compartir el Evangelio y se convirtió en una persona clave vigilada por el Gobierno. Solicitó permanecer en el anonimato para evitar represalias por parte de las autoridades.
La Sra. Zhang le dijo a Bitter Winter que, a mediados de febrero, abordó un tren desde fuera del poblado para regresar a la ciudad donde vivía. Tan pronto como el tren comenzó a moverse, un oficial ferroviario localizó el vagón en el que se encontraba y fue a interrogarla.
El oficial dijo: «Recibí una orden de mis superiores, en la que afirmaban que había un creyente de la IDT en el tren. Me dijeron que lo chequeara”. Posteriormente, el oficial le preguntó a la Sra. Zhang por qué estaba viajando y si estaba fuera del poblado para compartir el Evangelio. Luego de ello, la fotografió sin solicitarle permiso.
El oficial agregó: “En la actualidad, el país ha establecido una gran base de datos. Tan pronto como presente su tarjeta de identificación, se mostrará toda su información personal. Podremos saber su ubicación sin importar dónde se encuentre».
La Sra. Zhang no fue detenida en esa oportunidad. No obstante, el hecho de ser interrogada por la policía la puso en una situación incómoda y la hizo sentir humillada frente a los demás pasajeros.
La Sra. Zhang dijo que todo requiere el uso de sistemas de nombre real y la presentación de la tarjeta de identificación; como, por ejemplo, conectarse a internet, alojarse en un hotel, comprar un boleto de autobús o de tren, o una tarjeta SIM de teléfono. Actualmente, sin importar a dónde vaya, no podrá evadir la red policial de macrodatos. La misma se ha convertido en una herramienta utilizada para monitorear a los cristianos y atacar a los disidentes.
La vigilancia no se limita a las «personas clave» que conforman la lista negra. Los datos de todas las personas en línea en las redes sociales son rastreados y monitoreados. El Gobierno está alerta a los comentarios sobre temas «sensibles».
En China, la red social WeChat, desarrollada por Tencent, es ampliamente utilizada y es una herramienta esencial para que las personas socialicen, se comuniquen y efectúen pagos. El 9 de enero, en el WeChat Open Class PRO 2019, el mayor evento anual de desarrolladores de la red social, se presentó el Informe Anual de Datos de WeChat del 2018. El informe ofreció un vistazo de los macrodatos recopilados de los usuarios de WeChat durante el año pasado. El contenido incluía una serie de registros relacionados con las “pegatinas” gráficas (similares a los emoticones) utilizadas por usuarios pertenecientes a diferentes grupos etarios, así como también sus hábitos de videollamada.
Luego de ver datos tan detallados, los usuarios de la red social comenzaron a especular que WeChat debe haber leído el contenido de las conversaciones para poder determinar los hábitos de los mismos.
Tencent respondió afirmando que, respetar y proteger la privacidad de los usuarios es un principio que WeChat siempre ha respetado. Según Tencent, WeChat no lee ni retiene el historial de conversaciones de ningún usuario. El contenido de las mismas solo queda almacenado en los teléfonos móviles, en las computadoras y en otros dispositivos terminales de los usuarios.
No obstante, numerosos informes documentan que las conversaciones de WeChat pueden convertirse en evidencia contra usuarios en investigaciones policiales. En particular, se presta especial atención al discurso de grupos sensibles que el Gobierno cree que pueden amenazar al régimen.
Un veterano retirado procedente de la provincia china oriental de Shandong, le reveló a Bitter Winter que él y sus colegas veteranos fueron interrogados por la policía luego de publicar comentarios en WeChat en enero de este año. Li Guangming envió un mensaje a un grupo de veteranos de WeChat, diciendo que cualquier persona que se desempeñara como voluntaria en un hogar de ancianos podría recibir una calcomanía gratuita para colocar en su automóvil.
El Sr. Li y sus compañeros veteranos habían organizado un evento de caridad y se estaban preparando para presentar sus respetos a los soldados retirados del Ejército Rojo. Las calcomanías eran un símbolo de este evento. Estaban planeando colocarlas en sus automóviles cuando viajaran para indicar que formaban parte de un equipo de servicio.
Inmediatamente después de enviar el mensaje, el Sr. Li recibió una llamada telefónica de la policía. Un oficial le hizo las siguientes preguntas: «¿De qué organización forma parte? ¿Quiere presentar una petición? ¿Quién es el administrador del grupo [de WeChat]?”.
Posteriormente, la policía interrogó a cada uno de los veteranos. El administrador del grupo de WeChat también fue amenazado y obligado a disolver el mismo.
“La policía me encontró muy rápido. Llegaron a mi casa en dos patrulleros, rompieron mi puerta y bloquearon el callejón. La gente de la aldea pensó que había violado la ley», afirmó un veterano que había recibido la calcomanía.
Otro usuario de WeChat, el Sr. Wang procedente de la ciudad de Binzhou, en la provincia de Shandong, también experimentó un encuentro con la policía después de publicar un mensaje. Antes de la 18.a reunión del Consejo de Jefes de Estado de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) celebrada en Qingdao, en la provincia china oriental de Shandong, recibió un mensaje en un grupo de WeChat que decía que “’El tío Xi’ [Xi Jinping] había llegado a Shandong». El Sr. Wang respondió: «Dejen que los que tienen rencor o que hayan sido maltratados se venguen». Esa noche, oficiales de la Agencia de Seguridad Pública municipal lo arrestaron, y permaneció detenido en una casa de detención durante dos semanas.
«Ahora he eliminado todos los nombres de los contactos de mi teléfono móvil. Ya no me atrevo a usar WeChat«, afirmó el Sr. Wang.
Wang quiere aconsejarles a sus conciudadanos lo siguiente: «No publiquen cosas de manera imprudente en las redes sociales. Una frase podría provocar que los arresten”. Hasta el día de hoy, su familia sigue temiendo por su seguridad.
(Todos los nombres en este artículo son seudónimos.)
Información de Li Mingxuan