Entre el «mercado rojo» de religión controlado por el gobierno y los grupos prohibidos y perseguidos del «mercado negro», se encuentra la vasta área del «mercado gris» religioso, que incluye iglesias y templos que no son legales ni explícitamente prohibidos, como xie jiao y varias otras actividades religiosas y espirituales.
Bitter Winter publicó recientemente dos artículos que mapean la religión china. La primera fue sobre xie jiao («enseñanzas no ortodoxas «), grupos catalogados como enemigos del régimen, en los cuales ser activo es un crimen castigado por el artículo 300 del Código Penal Chino con una pena de prisión de tres a siete años «o más». Los xie jiao son organizaciones religiosas bajo cualquier definición académica de religión, pero para el Partido Comunista de china (PCCh) no son religiosos en absoluto. Son grupos criminales antigubernamentales disfrazados de religión. Falun Gong y la Iglesia de Dios Todopoderoso son considerados por el PCCh como estereotipo de xie jiao.
En el segundo artículo, examinamos el extremo opuesto de xie jiao: las cinco religiones consideradas por el PCCh, al menos en teoría, como parte de la «buena religión», es decir, las cinco asociaciones controladas por el gobierno que gestionan el protestantismo, el catolicismo, el budismo, el islam y el taoísmo y aceptan que los líderes sean nombrados y controlados estrictamente por el gobierno.
En el año 2006, el sociólogo chino-estadounidense Fenggang Yang acuñó las definiciones de mercado rojo para la religión controlada por el gobierno, mercado negro para el xie jiao prohibido y perseguido y mercado gris para todo lo que está en el medio. Yang afirmó que el mercado gris es por mucho el segmento más grande de la religión china, y es a este segmento hacia el que ahora volcamos nuestra atención, señalando que ya ha cambiado en el año 2018 con respecto al año 2006 y que muchos de los siguientes comentarios son nuestros y no pueden ser atribuidos a Yang.
Yang es un seguidor de la teoría de la economía religiosa, desarrollada principalmente por el sociólogo estadounidense Rodney Stark. Uno de sus principales dogmas es que, incluso para los regímenes totalitarios, controlar completamente la religión es imposible. Como los emperadores romanos que trataron de suprimir el cristianismo aprendieron antes que el PCCh, el mercado rojo es atractivo únicamente para un segmento limitado de la población (aunque este segmento no es de ninguna manera insignificante) y siempre habrá aquellos dispuestos a arriesgar su vida para seguir una religión del mercado negro. Por otro lado, no todos están dispuestos a poner su vida en juego por el bien de la religión. Yang sostuvo que, «cuando las personas no pueden encontrar satisfacción en el mercado rojo, y no están dispuestas a arriesgarse a padecer las sanciones del mercado negro, un mercado gris llena el vacío». […] Cuanto más restrictiva y supresora sea la regulación, más grande será el mercado gris».
Pasando por alto el culto «religioso» del Presidente Mao, una extraña forma de mercado gris que Yang vio en el trabajo durante la Revolución Cultural, podemos distinguir cinco formas de religión pertenecientes al mercado gris en China.
El primero incluye las actividades realizadas por las organizaciones del mercado rojo fuera de los límites establecidos por el PCCh. Yang, una vez más, mencionó estas actividades que confirman que las organizaciones del mercado rojo son más complicadas de lo que podemos creer al principio. Por ejemplo, asistir a un servicio cristiano en una Iglesia protestante de las Tres Autonomías controlada por el gobierno o a una misa en una iglesia de la Asociación Patriótica Católica oficial o ir el viernes a una mezquita de la Asociación Islámica China oficialista, está permitido. Sin embargo, está prohibido llevar a niños menores de edad y esta disposición se ha aplicado de manera más estricta en los últimos años y meses. Permitir que los menores ingresen a un lugar de culto del mercado rojo no responsabiliza a la organización ni la transforma en un xie jiao, pero traslada a la comunidad del mercado rojo al mercado gris. Las consecuencias, como es típico del mercado gris, pueden ser impredecibles. Algunas autoridades locales pueden preferir mirar hacia otro lado, otras pueden arrestar a alguien o incluso demoler el lugar de culto.
Segundo, existe una enorme área de Iglesias domésticas cristianas (protestantes). El término «Iglesia doméstica» es algo engañoso. Algunas cuentan con millones de miembros y no necesariamente se reúnen en hogares privados. La noción de «Iglesia doméstica» solo puede ser definida negativamente. Una Iglesia doméstica es una organización protestante china que no está afiliada a la oficialista de las Tres Autonomías. Podríamos haber agregado una segunda parte de la definición, es decir, que una Iglesia doméstica es una iglesia protestante independiente (es decir, que no forma parte de las Tres Autonomías) y que no figura como xie jiao. No obstante, esto puede dar lugar a controversias, ya que algunos grupos enumerados como xie jiao son teológicamente muy cercanos a la mayoría de las Iglesias domésticas y de todos modos no hay definiciones unánimemente aceptadas para «cristiano» o «protestante».
Otra pregunta complicada es cuántos chinos forman parte del movimiento de Iglesias domésticas. La mayoría de las estimaciones mencionan cifras entre 20 y 35 millones. Algunas fuentes misioneras cristianas occidentales sugieren cifras mucho más altas, pero normalmente no logran convencer a los estudiosos.
La tercera área del mercado gris incluye la Iglesia católica «clandestina», que consiste en estas comunidades católicas que permanecen leales a Roma y no son parte de la Asociación Patriótica controlada por el gobierno. Aquí, una vez más, las estadísticas son motivo de controversia, pero los miembros están en el orden de los millones. Sin embargo, el límite entre la Iglesia «clandestina» y la Asociación Patriótica es menos claro de lo que fue alguna vez. Existen obispos reconocidos tanto por el Vaticano como por la Asociación Patriótica, por no mencionar el controvertido diálogo que la Santa Sede y el gobierno chino han iniciado en vista de una posible (pero difícil) fusión entre las dos iglesias católicas en China, la del mercado rojo y la del mercado gris.
El cuarto segmento incluye los templos budistas y taoístas no afiliados a la Asociación Oficial Budista de China ni a la Asociación Taoísta de China. Yang ya señaló en el año 2006 que hay muchos de ellos a menudo basados en devociones locales y construidos con obsequios de expatriados ricos que fueron a Occidente o a Taiwán desde cierta aldea o provincia. Existen una serie de razones económicas y políticas por las cuales el PCCh puede decidir permitir que existan estos templos locales y rara vez desafían al régimen, a pesar de que también es posible que ocasionalmente el PCCh lleve a cabo algunas ofensivas contra ellos.
El quinto segmento del mercado gris fue identificado por Yang como el que incluye los grupos que un sociólogo occidental podría identificar como religiosos, pero que sobreviven en China al afirmar que no son religiosos en absoluto sino parte de la ciencia, la cultura, la medicina tradicional o el folclore. Este fue el caso de Falun Gong, el cual fue tolerado hasta el año 1999, cuando colisionó con el PCCh debido a su rápido crecimiento y a sus críticas al régimen. Como un subproducto de la lucha contra Falun Gong, otros grupos que practican diversas formas de Qi Gong, una combinación de meditación y ejercicios físicos con una base conceptual taoísta y budista, también terminaron en la lista de xie jiao. El Consejo de Investigación Científica de Qi Gong de China, una vez aprobado por el gobierno, fue cancelado en el año 2003. No obstante, a pesar de que el Qi Gong no se prohibió por completo, se volvió muy sospechoso en muchas de sus formas, la Nueva Era llegó a China a través de Taiwán y, según explicó el académico australiano Paul Farrelly en una entrevista concedida a Bitter Winter, fue más o menos tolerada siempre que se presentara como no religiosa y que no desafiara al PCCh. Algunos estudiosos creen que la mayoría de la población china está involucrada en prácticas «espirituales» que se presentan como distintas a la religión. Estas prácticas también son parte del mercado gris.
En conclusión, es importante señalar que los límites, particularmente entre el mercado rojo y el gris, son por definición porosos. Los grupos en el mercado gris en China podrían perturbar el régimen por varias razones y terminar en el mercado negro, es decir, en la lista de xie jiao. Sin embargo, existe una distinción legal muy clara entre el mercado gris y el negro. Ser activo en un grupo del mercado gris, incluidas las Iglesias domésticas, que no figuran como xie jiao no es un delito per se, aunque los devotos pueden ser acusados de violar diferentes tipos de regulaciones, pueden ser acosados de muchas maneras e incluso perseguidos. En algunas circunstancias, ni siquiera el mercado rojo es completamente seguro. Pero estar activo en un grupo de xie jiao del mercado negro es un crimen castigado por el Código Penal Chino. No hay necesidad de acusar a los miembros de un xie jiao de otros crímenes para encarcelarlos. Estar activo en un xie jiao es suficiente. El PCCh puede usar un enfoque de palo y zanahoria con grupos del mercado gris e incluso del mercado rojo. El enfoque del mercado negro es todo palo y nada de zanahoria.