Bajo la dura represión llevada a cabo por el régimen contra los grupos religiosos extranjeros activos en China, innumerables feligreses se ven obligados a renunciar a su fe o incluso pierden la libertad.
por Li Mingxuan
Desde que el Departamento de Trabajo del Frente Unido y el Ministerio de Seguridad Pública emitieran conjuntamente el Plan de trabajo a nivel nacional de la operación especial para investigar y lidiar con la infiltración cristiana extranjera según la ley, las autoridades provinciales de toda China han estado intensificando las medidas represivas contra los grupos cristianos relacionados con el extranjero. Las iglesias afiliadas a Corea del Sur son particularmente atacadas. Los miembros de estas congregaciones son los más afectados por la persecución: los mismos son habitualmente acosados y arrestados por asistir a reuniones religiosas o compartir el Evangelio.
Se prohíbe el contacto con iglesias extranjeras
A principios de julio, la policía allanó una iglesia doméstica cristiana establecida por un surcoreano en la ciudad de Binzhou de la provincia oriental de Shandong, arrestando por lo menos a siete de sus miembros.
Un testigo ocular describió lo que sucedió esa noche: “La policía rebuscó por toda la sala del lugar de reunión, dejándola en un completo desorden. Dos televisores, tres teléfonos móviles y otros artículos que se utilizaban durante nuestras reuniones fueron confiscados».
Según uno de los miembros de la congregación arrestados, durante el interrogatorio la policía afirmó que el Gobierno no permite ningún tipo de contacto con iglesias extranjeras. El creyente también se enteró de que la policía había estado rastreando y monitoreando a los miembros de la iglesia durante más de un mes antes de proceder a arrestarlos.
Hasta que el Gobierno comenzó a monitorear sus teléfonos móviles, la congregación utilizaba un software de evasión de cortafuegos para poder ver sermones surcoreanos por internet.
Los creyentes son considerados agentes secretos que «desertan hacia el enemigo»
El año pasado, Bitter Winter expuso numerosos documentos gubernamentales confidenciales relacionados con la represión llevada a cabo por el Partido Comunista Chino (PCCh) contra grupos cristianos surcoreanos, los cuales están sumamente extendidos por toda China. Los documentos exigen que los departamentos gubernamentales en todos los niveles repriman a las organizaciones cristianas surcoreanas y sus actividades en el país.
El PCCh ha incluido repetidamente en la lista negra a la Iglesia surcoreana Shincheonji (literalmente «Iglesia del Nuevo Cielo y de la Nueva Tierra»). En el mes de mayo, más de una docena de miembros de la Iglesia estaban congregados en su lugar de reunión emplazado en una ciudad de la provincia nororiental de Liaoning, cuando oficiales de policía y funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos local allanaron la iglesia. Uno de los creyentes sufrió un ataque cardíaco a causa del susto. Aún así, no fue llevado al hospital sino a la Agencia de Seguridad Pública de la ciudad para ser interrogado junto a otros cuatro fieles de la iglesia.
Durante el interrogatorio, los oficiales de policía le explicaron a uno de los creyentes que formar parte de grupos cristianos procedentes de Corea del Sur es considerado un «asunto de relaciones exteriores entre naciones», y no un asunto interno, como, por ejemplo, un asesinato o un incendio provocado. «Pero dado que su fe religiosa constituye ‘traicionar al Partido y desertar hacia el enemigo’, en esencia, ustedes son considerados agentes secretos», relató el creyente lo que le dijeron los oficiales de policía durante el interrogatorio.
Los oficiales también amenazaron con castigar a los creyentes como si fueran «presos políticos» si continuaban celebrando reuniones y afirmaron que el empleo de sus familiares también se vería afectado. Los mismos fueron liberados solo después de firmar «declaraciones de garantía» que incluían frases como las siguientes: «La Iglesia de Shincheonji es ilegal en China. Prometo separarme de la iglesia y dejar de asistir a las reuniones».
Miembros de una Iglesia con sede en Alemania son arrestados por compartir el Evangelio
De abril a junio, en las provincias de Cantón y Jiangsu, el municipio de Shanghái y otras regiones, numerosos miembros chinos de un grupo cristiano procedente de Alemania fueron detenidos por compartir el Evangelio. A algunos de ellos no se les permitió salir de China.
Uno de los creyentes del grupo le explicó a Bitter Winter que, como cristianos, simplemente están difundiendo el Evangelio, pero el Estado chino los trata como si tuvieran «tendencias antigubernamentales».
Bajo el régimen actual, numerosas personas religiosas se encuentran en situaciones sumamente difíciles a causa de su fe. Una creyente que solicitó permanecer en el anonimato le dijo a Bitter Winter que la policía amenazó a su arrendadora para que dejara de alquilarle el departamento. «Incluso la presionaron para que me desalojara», afirmó con impotencia la mujer, añadiendo que para una persona de fe pronto será imposible hallar un lugar dónde vivir en China.