Un granjero de Sinkiang fue detenido hace ocho años por enseñar árabe. En 2017, le volvieron a arrestar por este antiguo “delito” y le condenaron a cinco años y seis meses de prisión.
Con el fin de intensificar su control sobre la población uigur, el Partido Comunista Chino ha recurrido a buscar expedientes antiguos y condenar a las personas por cosas que hicieron hace años.
Un ejemplo de ello es que las autoridades locales de Sinkiang detuvieron en junio de 2017 a Abliz (pseudónimo), granjero de la ciudad de Yining, que había sido arrestado ocho años antes por enseñar árabe a los jóvenes. Después de permanecer detenido durante año y medio, en agosto de este año condenaron a Abliz a cinco años y medio de prisión por “enseñar ilegalmente las Sagradas Escrituras”.
Durante su reclusión, su familia ha intentado visitarle en repetidas ocasiones, pero las autoridades se lo tienen prohibido. También han informado a su familia de que la condición para obtener el permiso para visitarle depende de que las notas que obtenga la esposa de Abliz en sus “clases de estudio de chino mandarín” estén entre las mejores del pueblo. Para una mujer uigur que nunca antes ha ido a la escuela y que solo habla su lengua materna, comunicarse en chino mandarín es demasiado difícil. A pesar de eso, la esposa de Abliz se está esforzando mucho para aprender mandarín.
Según algunos comentaristas, el Gobierno del PCCh intenta eliminar por completo y asimilar la cultura y las creencias religiosas de las minorías étnicas de Sinkiang como parte de su política de sinificación.
Informado por Li Zaili