Los templos budistas y taoístas son víctimas de una creciente represión religiosa llevada a cabo en nombre de la «sinización». Si no son destruidos, son convertidos en lugares de propaganda.
por Wang Yichi
Al igual que durante la revolución cultural, momento en el cual se implementó activamente a lo largo de China la campaña tendiente a deshacerse de los «Cuatro Viejos» – viejas costumbres, cultura, hábitos e ideas–, el actual régimen está construyendo el nuevo socialismo chino mediante la destrucción de todo lo relacionado con la religión, y sustituyéndola con propaganda política. Los templos budistas y taoístas no son la excepción: los mismos están siendo demolidos bajo una variedad de pretextos inventados, aquellos que tienen la suerte de sobrevivir, son clausurados o «sinizados», dejándolos en pie para que existan solo de nombre.
La «tierra santa budista» se vuelve patriótica
La represión llevada a cabo contra lugares de culto se ha intensificado aún más, ya que el Gobierno central está enviando equipos de inspección para verificar cómo están siendo implementadas las políticas de represión religiosa a nivel provincial y local, tal y como sucedió recientemente en la provincia oriental de Shandong.
El templo de Lushen, emplazado en la ciudad Pingdu de Shandong, dejó de ser budista en el mes de mayo. Alegando que ocupaba sus tierras de manera ilegal, las autoridades locales lo clausuraron y colocaron un cartel que decía: «Éste es un sitio de creencias populares. No se permite la colocación de cajas para recolectar donaciones religiosas, y está prohibida la realización de actividades religiosas». Según un budista local, los funcionarios habían estado acosando el templo en repetidas ocasiones, durante un plazo aproximado de seis meses, exigiendo que se volviera «más patriótico». Las autoridades amenazaron con derribarlo si no se implementaban los cambios exigidos. Y así, los símbolos budistas existentes en el interior del templo fueron reemplazados por propaganda del Partido Comunista Chino (PCCh).
El mantra budista de seis caracteres «Om Mani Padme Hum» que se hallaba grabado en una tabla de piedra fue reemplazado por los seis caracteres chinos utilizados para escribir «somos perseguidores de sueños» –siendo la misma una respuesta de los burócratas locales del PCCh al llamado del presidente Xi Jinping para construir el «sueño chino».
Los caracteres chinos que significan «tierra santa budista» situados en la entrada conmemorativa del templo fueron modificados para que dijeran «tierra santa patriótica», y los muros amarillos –el color tradicional de los templos– fueron pintados de blanco.
Templos clausurados y monjes desalojados
El 23 de abril, la Agencia de Asuntos Religiosos de Pingdu ordenó la clausura del templo de Yuanming, utilizando el pretexto de «rectificar el taoísmo y el budismo». Una estatua de una deidad budista y el quemador de incienso, situados en el interior del templo, fueron cubiertos con láminas rojas de hierro galvanizado. Los monjes que vivían en el templo hacía aproximadamente un año fueron expulsados del mismo y forzados a regresar a la vida secular.
Según fuentes, el templo fue construido con inversiones personales y mediante recaudación de fondos a un costo de más de un millón de yuanes (aproximadamente 150 000 dólares). Cada año, numerosas personas asistían al mismo para practicar su fe y quemar incienso.
En el mes de mayo, tres templos fueron clausurados en Pingdu. El templo de Yunshan –un lugar de culto taoísta, fue clausurado utilizando el pretexto de que no estaba autorizado. Dos templos budistas –el templo de Gaofu y el templo de Cihang– fueron sellados porque supuestamente “habían violado leyes de construcción”. El último templo fue construido a un costo de casi un millón de yuanes (aproximadamente 150 000 dólares), tras la clausura del mismo, el quemador de incienso que se hallaba en su interior fue derribado y una estatua de Bodhisattva de 10 metros de altura fue cubierta.
En la provincia norteña de Shanxi, el templo de Shanyuan, emplazado en el distrito de Pinglu de la ciudad de Shuozhou, era uno de los templos más grandes de la zona. Construido en el año 2013 con el consentimiento del Gobierno, fue sellado por las autoridades del distrito a principios de mayo, utilizando el pretexto de que el mismo no había sido autorizado. Se ordenó la demolición de la estatua de Kwan Yin que se halla en su interior, alegando que la misma era demasiado alta. Funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos supervisaron todo el proceso de desmantelamiento, cuyo costo, el cual tuvo que ser cubierto por el dueño del templo, fue de 14.000 yuanes (aproximadamente 2100 dólares). Los funcionarios también expulsaron a todos los monjes del templo y prohibieron el ingreso al mismo.
«Realmente no hay manera de razonar las cosas», afirmó con impotencia uno de los monjes desalojados. «Ahora que el templo ha sido sellado, tenemos que hallar otro lugar dónde vivir».
El 11 de abril, el templo de Miaoxiang, emplazado en el poblado de Guodian, en la provincia central de Henán, fue sellado. Alrededor de 20 miembros del Gobierno local irrumpieron en el templo, cubrieron con un paño rojo los tres caracteres chinos en la puerta, que significaban «templo de Miaoxiang», y las estatuas budistas que se hallaban dentro de la sala; destruyeron el quemador de incienso, y utilizaron láminas de hierro para ocultar las puertas y una campana de grandes dimensiones.
«Si no hubiéramos permitido la clausura del templo, el Gobierno nos hubiera arrestado. El Gobierno central tiene el poder, y nosotros no. No podemos detenerlos», afirmó un budista local. «Numerosas iglesias cristianas, templos budistas y otros han sido sellados ya que el Estado está restringiendo las creencias religiosas. Este es la situación imperante en todo el país».
Las autoridades de todo el país continúan derribando estatuas religiosas sin descanso. Una estatua de Kwan Yin de aproximadamente 16 metros de altura que se hallaba en el interior del templo de Wofo (literalmente: “el templo del Buda reclinado”), emplazado en el distrito de Ganjingzi de la ciudad de Dalian, en la provincia nororiental de Liaoning, fue desmantelada recientemente, y lo mismo sucedió con una estatua del Buda Amitabha que se hallaba situada en el interior de un templo emplazado en la montaña de Jingzhong, en el condado de Qianxi, bajo la jurisdicción de la ciudad de Tangshan, en la provincia norteña de Hebei.