Un soldado católico y residente de Tianjin pasó un mes encerrado en una celda de aislamiento. Más tarde, fue descalificado para servir en el ejército.
En julio de 2016, cuando funcionarios de reclutamiento visitaron su escuela, Sun Nan (seudónimo) presentó una solicitud para servir como soldado en el Ejército Popular de Liberación. En ese momento, su madre había marcado «ninguna religión» en su formulario, a pesar de que el Sr. Sun provenía de una familia de católicos.
No obstante, sus creencias no permanecieron ocultas durante mucho tiempo. A los dos meses de haberse alistado, los líderes de la tropa del Sr. Sun se enteraron de su fe religiosa durante el proceso de revisión de nuevos reclutas. Como castigo, fue encerrado en una celda de aislamiento.
Permaneció confinado en una habitación cerrada con muy poco espacio para moverse. En el interior de la misma, había una mesa, una cama y un inodoro sin descarga. Las paredes estaban acolchadas con esponjas suaves para evitar que los detenidos se suicidaran golpeando su cabeza contra las mismas. Por lo general, los detenidos permanecen encerrados en dichas celdas durante una semana o hasta 20 días en algunos casos.
En el caso del Sr. Sun, él fue mantenido en confinamiento durante un mes y, como resultado de ello, quedó significativamente traumatizado. Durante la detención, sus líderes le ordenaron que realizara una «autorreflexión» y escribiera una declaración sobre su «conciencia». Cuando el Sr. Sun protestó, afirmando que la constitución china ofrece libertad de creencias, sus superiores lo amonestaron y lo regañaron.
Posteriormente, también revocaron su calificación para servir en el ejército. Le llevó seis meses recuperar su salud física y mental.
Informado por Feng Gang