Luego del levantamiento de las restricciones a causa del coronavirus, los lugares de culto deben cumplir con estrictos requisitos antes de poder reabrir sus puertas. El requisito principal es la lealtad al Partido Comunista.
por Ling Tian
A mediados de junio, la Agencia de Asuntos Religiosos de Zhengzhou, la capital de la provincia central de Henán, publicó una lista de 42 requisitos que deberán cumplir los lugares de culto para poder comenzar a funcionar luego del levantamiento del cierre de emergencia a causa del coronavirus. Además de respetar a rajatabla las medidas de prevención de la epidemia, las personas que deseen ingresar a los lugares religiosos deberán registrarse en línea, haciendo referencia cruzada a su código de salud, y proporcionar sus datos personales, entre los que se incluyen nombre, sexo, tarjeta de identificación y número de teléfono. Los lugares deberán intensificar la educación patriótica, estudiar las políticas religiosas y otros reglamentos del Gobierno chino, e implementar los «cuatro requisitos«. Los que no cumplan con los requisitos previos no podrán reabrir sus puertas.
Los Detalles de referencia para evaluar e inspeccionar la reapertura de los lugares de actividad religiosa emplazados en Zhengzhou, adoptados por la Agencia de Asuntos Religiosos de la ciudad a mediados de junio.
A lo largo de toda la provincia de Henán se han emitido prerrequisitos similares. A pesar de las estrictas disposiciones, numerosas congregaciones de la ciudad a nivel de prefectura de Luoyang se mostraron eufóricas incluso ante el más mínimo atisbo de esperanza de poder volver a reunirse. Una miembro de una iglesia de las Tres Autonomías local le dijo a Bitter Winter que lloró de emoción, ya que «había tenido que permanecer alejada de la iglesia durante seis meses».
A pesar de los numerosos preparativos, la iglesia a la que pertenece no pudo reabrir sus puertas porque la Agencia de Asuntos Religiosos no aprobó los sermones del predicador sobre los héroes de la prevención de la epidemia, los cuales tuvo que entregar con antelación. A pesar de que el predicador reescribió los sermones, cumpliendo con todos los requisitos, la reapertura volvió a ser cancelada. Esta vez, las autoridades afirmaron que fue porque «la situación de la epidemia en Pekín es sumamente grave».
“La piscina situada en las cercanías pudo reabrir sus puertas en el mes de mayo. ¿Por qué se dificulta tanto la reapertura de la iglesia?”, preguntó el predicador desconcertado.
«Ninguno de los 11 lugares de culto situados en nuestra zona fue aprobado para reabrir sus puertas», afirmó con frustración un diácono de la iglesia. «Estuvimos ocupados preparándonos para cumplir con los requisitos estipulados para la reapertura, pero el Gobierno nos dificultó las cosas en todos los aspectos».
Algunos lugares religiosos pudieron reabrir sus puertas tras superar numerosos obstáculos. Pero la primera reunión celebrada luego de un receso de seis meses dejó a muchos creyentes decepcionados.
«En lugar de un sermón normal, el predicador habló sobre el patriotismo de los trabajadores médicos durante la epidemia y de su sacrificio a favor del Estado», le dijo a Bitter Winter un miembro de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en Henán. «Estas cosas son importantes, pero la mitad del tiempo se habló sobre cuestiones políticas. Muchos creyentes se quejaron después».
El 14 de junio, el Gobierno de Yucheng, un condado de la ciudad a nivel de prefectura de Shangqiu, en Henán, les exigió a los predicadores de las iglesias administradas por el Estado que impartieran sermones en un estilo unificado. Todos debían elogiar al presidente Xi Jinping por «la forma correcta de liderar al pueblo para combatir la epidemia» y alabar a China por su Gobierno unipartidista mientras calumniaban a Estados Unidos y a otros países. «Tuve que predicar tal y como lo exigía el Estado», afirmó uno de los predicadores. «De lo contrario, la iglesia no habría reabierto sus puertas».
La mayor parte de los Gobiernos locales permiten que los lugares religiosos celebren reuniones solo una vez a la semana, durante menos de una hora. Debido a ello, luego del sermón patriótico, apenas queda tiempo para la religión.
«El Gobierno afirmó que las iglesias deben predicar sobre asuntos nacionales si desean reabrir sus puertas», comentó un miembro de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la ciudad de Sanmenxia de Henán. «Con los discursos de Xi Jinping como contenido principal, es mejor que las iglesias no reabran sus puertas».
Un anciano creyente procedente de Henán afirmó que la Agencia de Asuntos Religiosos le prohibirá predicar a todo el que se niegue a cooperar con el Estado. «Los predicadores que aceptan predicar sobre política solo quieren que sus iglesias puedan reabrir sus puertas lo antes posible», explicó el creyente. “Pero son secularizados. No tienen forma de retractarse y se vuelven politizados”.